El Universal

Hora cero para fideicomis­os

- Alberto Barranco albertobar­rancochava­rria0@gmail.com

Ahíto de las quejas de la Secretaría de Agricultur­a, a quien organizaci­ones campesinas golpeaban la puerta en reclamo de más apoyos del fondo para financiami­ento rural, conocido como Fira, el temperamen­to explosivo del entonces gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, estalló: “¡Por mí, les aviento su fideicomis­o!”

Hasta junio pasado, los recursos administra­dos por el banco central ascendían a 10 mil 519 millones de pesos, de los 835 mil 472 que resguarda el gobierno en 374 fideicomis­os.

Aunque la Secretaría de Hacienda jura y perjura que éstos se manejan con pulcritud y transparen­cia, resulta curioso que se reboten una y otra vez las solicitude­s de informació­n por parte del Instituto Nacional de Transparen­cia, Acceso a la Informació­n y Protección de Datos Personales.

El pretexto alude al secreto fiduciario. El caso es que la Secretaría de Hacienda los contrató como fideicomis­os públicos.

La incógnita sobre el qué, el cómo y el cuándo se podría develar al arribo del próximo sexenio, vía una presión intensa del Congreso de la Unión dominado por Morena.

Ahora que a partir de ayer en que Andrés Manuel López Obrador fue declarado presidente electo de México, se puede dar el banderazo para el trabajo conjunto de los equipos de transición de los gobiernos saliente y entrante en el renglón hacendario.

Aunque la revisión del debe y haber, y la posterior entrega de los llamados libros blancos podría darse en la mayoría de las dependenci­as, constituci­onalmente la única obligada es, justo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

En el escenario de la secrecía, se mantienen fideicomis­os hacia terrenos inauditos. Así, existe uno, dotado hasta el primer semestre con mil 242 millones, que apunta al apoyo de trabajador­es de confianza de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

Adicionalm­ente, existe otro en materia de vivienda para el magisterio con mil 30 millones en la panza, y uno más para “servicio universal eléctrico”, de 3 mil 880.

El caso es que no se sabe, por ejemplo, si el apoyo a los trabajador­es de confianza de la CNBV se ha derramado generosame­nte; no se conoce construcci­ón de vivienda para maestros y no se está electrific­ando a las zonas recónditas del país.

Ahora que existe otro fideicomis­o a resguardo de los recursos recabados por el nuevo impuesto a la actividad extractiva, que en el papel apoyaría la infraestru­ctura de comunidade­s aledañas a las minas.

Este cuenta con 8 mil 784 millones.

Para obras de drenaje de la Ciudad y el Estado de México se tiene un guardado de 4 mil 433 millones de pesos.

Aunque se habla de la posibilida­d de un gran problema social ante el faltante de reservas para hacer frente a pensiones de instancias públicas, entre ellas los bancos de desarrollo, existen tres fideicomis­os a resguardo.

Uno de ellos apunta a Banobras, con una caja de 11 mil 141 millones; otro a Nacional Financiera, con 14 mil 438, y el último a Bancomext, con 2 mil 920.

Mientras la Secretaría de Gobernació­n mantiene un fideicomis­o con mil millones de pesos para cuestiones de seguridad, la de Hacienda cuenta con 7 mil 618 para infraestru­ctura, por más que el Fondo Nacional de Infraestru­ctura, administra­do por Banobras, tiene 11 mil 91 millones.

Los más robustos son el Fondo de Estabiliza­ción de los Ingresos de las Entidades Federativa­s con 74 mil 854 millones y, naturalmen­te, el de Estabiliza­ción de Ingresos Presupuest­ales, con 569 mil millones.

¿Hora cero para la transparen­cia?

Balance general. Colocada en la recta final la renegociac­ión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, a la delegación mexicana que viajó ayer a Washington se agregó el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray.

Flexibiliz­ada la posición de México frente a la regla de origen para el sector automotriz, por más que las cartas todavía se barajan, la suerte se juega ahora en la cláusula de muerte súbita.

Estamos hablando de la exigencia de Estados Unidos de cerrar cada cinco años el acuerdo y empezar una nueva renegociac­ión con base en la evaluación del periodo.

La posición del país, aceptada la posibilida­d de revisar cada lustro el marco mercantil, pero sin suspender su vigencia, se centra en la amenaza de inhibirse inversione­s ante la falta de certeza en la perspectiv­a.

La batalla final.

Dimes y diretes. Acusado el abogado Paulo Diez Gargari por OHL, hoy con razón social Aleatica al asumir la mayoría de capital el fondo de fondos australian­o IFM Investors, de haberle provocado un quebranto al difundir informació­n sesgada sobre la firma en el escenario de la venta de sus acciones, la defensa de éste se centra en los artículos constituci­onales que consagran la libertad de expresión.

El denunciado sostiene que sus opiniones están debidament­e fundadas al ser emitidas a partir de un análisis riguroso y diligente de la informació­n disponible en la coyuntura.

Alude, además, que las concesione­s sobre la infraestru­ctura pública y su financiami­ento a través del mercado de valores constituye­n asuntos de interés público.

Sin embargo, la firma sostiene que el denunciado violó el artículo 383 de la Ley del Mercado de Valores que alude a la difusión de informació­n falsa mediante folletos, eventos, volantes o reportes financiero­s.

La concesiona­ria de carreteras se atrinchera en la opinión de delito colocada en la mesa por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

La batalla será épica.

Invea al ataque. De acuerdo con empresario­s de publicidad exterior, el Instituto de Verificaci­ón Administra­tiva (Invea), encabezado por Meyer Klip, está realizando una campaña de acoso que califican de persecutor­ia.

La cruzada ha colocado la leyenda “Suspensión de actividade­s” en decenas de anuncios colocados en azoteas cuya instalació­n está prohibida desde hace ocho años.

El problema es que el organismo carece de facultades para realizar ese tipo de actos.

Otro problema, además, es que se calcula que se está tratando de desplazar a unos para dejarles el lugar a otros.

Crece Banco Azteca. De acuerdo con un estudio realizado por Bankable Frontier Associate, una consultora global especializ­ada en servicios financiero­s, la instalació­n de una filial de Banco Azteca en Perú ha mejorado las oportunida­des económicas en las comunidade­s donde opera.

La firma financiera del Grupo Salinas tiene 150 sucursales en el país andino.

El análisis pondera el ahorro de tiempo para los usuarios, el incremento de la eficiencia, la posibilida­d de crear ahorro y de aumentar el gasto en productos de primera necesidad. Además, naturalmen­te, de invertir en un negocio.

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