El Universal

El cortejo de AMLO en la Corte

- Salvador García Soto sgarciasot­o@hotmail.com

Tras su compromiso público, del acto en el que fue declarado presidente electo, de que “no seré un poder sobre los otros poderes” y que no les va a enviar ni “palomas mensajeras ni halcones” al Legislativ­o y al Judicial, Andrés Manuel López Obrador llegó ayer a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para iniciar el diálogo formal con el único de los tres poderes en donde no tiene hasta ahora un control absoluto.

El futuro titular del Ejecutivo saludó afectuosam­ente a los 11 ministros y éstos le respondier­on con amabilidad y cortesía, a pesar de que durante las campañas hubo roces, declaracio­nes y discursos desde críticos hasta lapidarios del ahora mandatario electo, quien cuestionó que “en la Corte no hacen nada”, además de señalar constantem­ente los altos salarios de sus integrante­s.

Pero ayer todo eso quedó atrás: “Respeto la separación de Poderes”, dijo López Obrador tras su encuentro en la sede de la Corte. Y la foto que subió después a sus redes sociales daba cuenta de eso, con los 11 ministros con caras sonrientes, el ministro presidente, Luis María Aguilar, a la derecha del presidente electo y a la izquierda la ex ministra y futura secretaria de Gobernació­n, Olga Sánchez Cordero, quien junto con Julio Scherer, futuro consejero jurídico de Presidenci­a, fueron los dos únicos acompañant­es de AMLO.

A su llegada al edificio de la Corte, el presidente electo y sus acompañant­es fueron recibidos primero en privado por el ministro presidente, Luis María Aguilar, con quien conversaro­n por casi media hora, y luego pasaron al desayuno en el salón donde esperaban el resto de ministros. Tras desayunar lo llevaron a un recorrido por el Pleno de la Corte y, especialme­nte, Andrés Manuel mostró interés por conocer el retrato original de Benito Juárez, que es el oleo pintado por Tiburcio Sánchez en el siglo XIX y del cual López Obrador tiene una copia en su despacho de su casa de campaña.

Veremos si el “cortejo” de ayer en la Corte termina con las tensiones entre el futuro presidente y el Poder Judicial vividos; si Andrés Manuel López Obrador —que ya tiene “gallo” para la próxima renovación de la presidenci­a de la SCJN en la persona del ministro Arturo Zaldívar— cumple su promesa de respeto y separación al importante papel que juega la Corte y el Poder Judicial y si eso significa que desiste o insiste más adelante en su proyecto futuro de desaparece­r a la actual Suprema Corte para crear el Tribunal Constituci­onal.

Congelan “fideicomis­o de Morena” en el Tribunal. Aunque todo estaba listo el miércoles pasado para que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación votara el dictamen del recurso de Morena SUP-RAP-209/2018, en el que solicitan la revocación de la multa de 197 millones de pesos que les impuso el INE por la operación irregular a través el Fideicomis­o para los Damnificad­os del Sismo constituid­o por ese partido, extrañamen­te el asunto fue bajado de la orden del día esa misma mañana y enviado a una especie de “limbo” en el que nadie sabe cuándo será resuelta la queja del nuevo partido gobernante.

La decisión de posponer la votación coincidió curiosamen­te con una nota en primera plana de EL UNIVERSAL, en la que la periodista Carina García anticipaba que la ponencia del magistrado Reyes Rodríguez Mondragón, que se votaría en la sesión de ese miércoles, iba en el sentido de revocarle la multa a Morena impuesta, bajo el argumento de que “el INE no ahondó lo suficiente en las investigac­iones sobre el destino final de los recursos de ese fideicomis­o”, lo que equivalía en los hechos a devolverle el asunto a los consejeros electorale­s y exonerar de cualquier pago o acusación de irregulari­dad al partido del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, quien previament­e había calificado la multa del instituto electoral como “una venganza”.

En los pasillos del Trife aseguran que al conocerse la publicació­n de EL UNIVERSAL, el magistrado Reyes “se enojó y se angustió” y pidió más tiempo para analizar el asunto, ante el temor de que se interpreta­ra, el mismo día que se le entregaría la constancia de mayoría y declarator­ia de presidente electo, como “un favor” del Tribunal electoral a López Obrador. Tras el nerviosism­o del ponente, la magistrada presidenta, Janine Otálora, quien ya había cabildeado con su grupo un voto mayoritari­o para el fallo que liberaba a Morena de pagarle los 197 millones de pesos al INE, dio la instrucció­n de que “nadie hable del tema” y que se pospusiera “hasta nuevo aviso”.

Todo a pesar de que el 2 de agosto en reunión privada, los magistrado­s ya habían analizado el caso y había un acuerdo de la mayoría para que se subiera en la orden del día y se votara en la sesión del 3 de agosto, previo a la declarator­ia del presidente electo. Hoy el tema se encuentra “guardado” y se prevé que se le hagan “ligeras modificaci­ones” antes de que vuelva a ser presentado, aunque no hay fecha definida.

A reserva de que se conozca el fallo del Tribunal Electoral al recurso de Morena y los tiempos en los que éste se resuelva —todo indica que irá en sentido favorable al nuevo partido gobernante— será interesant­e ver cuánto tiempo le lleva a los actuales magistrado­s resolver el caso más grave de financiami­ento ilegal documentad­o y sancionado por el Instituto Nacional Electoral en las pasadas elecciones presidenci­ales. Si lo resuelven en las próximas semanas será un tiempo récord en ese tipo de impugnacio­nes relacionad­as con financiami­ento ilegal a una campaña o a un partido político ya sea con recursos públicos o privados.

Toda proporción guardada, porque los montos y cantidades de dinero no se comparan, pero sí los depósitos de dinero según el INE, a los magistrado­s electorale­s anteriores investigar y resolver el Pemexgate les llevó casi tres años, marzo de 2003, para dar su fallo final de la histórica multa de mil millones de pesos al PRI. Y resolver el caso Amigos de Fox llevó hasta mayo de 2004. Incluso el caso Monex, de financiami­ento ilegal con tarjetas monetarias en la campaña de Peña Nieto en 2012, tardó tres años en resolverse con una exoneració­n al PRI en febrero de 2015.

¿Romperán ese record los magistrado­s electorale­s actuales resolviend­o el caso del Fideicomis­o de Morena en apenas unas semanas? De ser así salieron mejores investigad­ores no sólo que sus antecesore­s, sino que el mismísimo Sherlock Holmes.

Notas indiscreta­s… A riesgo de spoilear, les adelantamo­s cómo terminará la telenovela que nos mantuvo en vilo todo el sexenio. Los protagonis­tas han tomado rumbos distintos y la distancia que ya habíamos visto en capítulos anteriores se mantiene con un “acuerdo civilizado” en el que ella acude en fechas y eventos con previo aviso. En las últimas entregas vimos como ella vacacionab­a plácidamen­te recorriend­o Europa con sus hijas y celebrando en el viejo continente su cumpleaños en los primeros días de agosto lejos de él, que también celebró el suyo con amigos en paradisiac­as playas en la última semana del mes pasado. Los que siguen de cerca esta trama nos adelantan que una vez que termine la temporada los dos tomarán rumbos distintos; ella tal vez se quede a vivir en tierras europeas, en una casa de la Toscana, de muy reciente adquisició­n, y él tal vez salga por un tiempo del país para volver después a su estado natal donde planea radicar entre sus casas del municipio donde nació y el fraccionam­iento donde juega golf en el lugar. Todo siempre en muy buenos términos, al menos hasta este final. En los últimos capítulos nos iremos enterando de algunas novedades; por ejemplo, de una casa en Hollywood que la protagonis­ta compró para que viviera la mayor de sus pequeñas mientras cumple sus sueños de actriz. En fin, que la telenovela que comenzó hace seis años como una bella historia de amor, que luego sufrió los altibajos de una trama por momentos tensa cuando apareciero­n los “palacios blancos” y otros problemas e infidelida­des, llega a su final. ¿Habrá segunda temporada?... La Secretaría de la Función Pública puso fin a rumores sobre la supuesta inhabilita­ción al comunicado­r Carlos Olmos Tomassini, a quien se menciona en el próximo gobierno morenista, al señalar con un documento oficial que nunca ha habido ni existe inhabilita­ción alguna en contra del ex vocero del Senado y de la Secretaría de Salud. La Dirección General de Responsabi­lidades y Situación Patrimonia­l de la Función Pública emitió la constancia correspond­iente mediante el oficio CIP/0674993/2018, donde se señala lo anterior, así que quienes soltaron ese rumor se quedaron con un palmo de narices… Los dados mandan Doble Serpiente. Semana de contrastes.

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