Actores clave para el desarrollo sostenible.
Algunas ideas que circularon durante los últimos años y que tuvieron amplia resonancia van cayendo a falta de evidencia. Una de ellas es la apatía y poca participación de las y los jóvenes en los asuntos públicos; otra es el asilamiento de la “vida real” que provocan los espacios digitales, pero esto no sólo carece de validez, sino que ocupan posiciones cada vez más relevantes en todos los espacios y los utilizan mejor que nadie de forma integral.
Los últimos años hemos visto en México y otras partes del mundo el surgimiento de movimientos sociales con amplias diferencias en sus contextos y demandas, pero con dos características fundamentales: están constituidos por jóvenes y transitan entre los espacios digitales y públicos tradicionales, como la calle y las plazas.
Los lugares formales y tradicionales de participación seguirán ahí, aunque cobrarán mayor relevancia espacios en los que este sector se sienta más seguros, menos utilizados y vulnerados, en los que tengan mayor autonomía y capacidad de determinación, aquellos espacios en los que se pueda construir el “yo” y el “nosotros”: espacios de esperanza.
La Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fueron aprobados en septiembre de 2015 por los 193 Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como un llamamiento colectivo y transformador a una acción que cambiará el curso de nuestro destino común hacia un modelo de desarrollo más equitativo y sostenible.
Para lograrlo es necesario tomar en cuenta las valiosas contribuciones que realiza este sector a través de las instituciones educativas, los movimientos, las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) e, incluso, mediante el emprendimiento de iniciativas innovadoras que tienen lugar a nivel comunitario para atender desafíos apremiantes.
Desde el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve) se busca garantizar la participación de los 38.7 millones de jóvenes que hay en México en múltiples espacios, como los públicos, que les brindan la oportunidad de expresarse libremente; o los cívicos, que les permiten ser parte de las cuestiones de gobernanza e incidir en el diseño de las políticas, por ejemplo, para contribuir al fortalecimiento de los espacios públicos se abren foros como el “Encuentro Internacional. Jóvenes hacía el 2030: Innovación para la transformación”, que se realizará en septiembre con el objetivo principal de posicionar en la Agenda 2030 las voces, las ideas, acciones e iniciativas de las personas jóvenes para el cumplimiento de los ODS.
Respecto a los espacios cívicos, el Imjuve pone en marcha convocatorias como la de “Apoyo a Proyecto Sociales de Colectivas Juveniles. Projuventudes”, la única iniciativa dentro de toda la Administración Pública Federal (APF) que otorga apoyos económicos para el fortalecimiento a estos grupos.
Asimismo, se cuenta con “Joven A.C.”, una iniciativa de promoción y fortalecimiento a la organización juvenil a través de conferencias, talleres y la generación de redes dirigidas al diseño e implementación de proyectos sociales.
En tanto, los espacios digitales ayudan al grupo a interactuar virtualmente a través de las fronteras con todos, así como de hacerse de herramientas que les permitan desarrollarse plena e integralmente; y los espacios físicos bien planificados pueden ayudar a satisfacer las necesidades de este sector poblacional tan heterogéneo en sus realidades.
Para los espacios digitales se puso en marcha “Código Joven”, una herramienta virtual que permite el registro ágil de usuarios que puedan ser beneficiarios directos o indirectos de los programas y convocatorias del Imjuve.
Para los espacios físicos se cuenta con los “Centros Poder Joven”, áreas de expresión y desarrollo en donde esta población tiene acceso a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), reciben orientación sobre diversos temas, encuentran alternativas para emprender y participan en talleres, conferencias y actividades deportivas.
Asimismo, las “Casas del Emprendedor” son espacios gratuitos a través de los cuales se buscan articular las opciones para impulsar las iniciativas productivas de este grupo mediante la vinculación con un ecosistema de negocios, coadyuvando al desarrollo de una cultura emprendedora para fomentar su desarrollo y el de la economía nacional.
Desde el Imjuve, la prioridad es crear espacios seguros a través de los cuales se incluyan a las personas jóvenes en todos los niveles de la generación de políticas y en todos los procesos, pues este sector es un elemento fundamental del desarrollo.
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