El Universal

Escuelas Endeudan a estados

La Auditoría estima que las entidades tendrán que pagar 110 mil 398 mdp durante 20 años, por los bonos del programa Escuelas al CIEN, de la SEP. Al menos 60 mdp son por intereses a bancos e institucio­nes financiera­s privadas

- Texto: TERESA MORENO Fotos: IVÁN STEPHENS

En tres años, el programa Escuelas al CIEN de la Secretaría de Educación Pública (SEP) generó compromiso­s bursátiles por 110 mil 398 millones de pesos, que heredarán los gobiernos estatales de los próximos 20 años sobre los recursos futuros para infraestru­ctura y participac­iones en materia educativa. De este dinero, 60 mil millones de pesos correspond­en a intereses que los estados tendrán que pagar a bancos e institucio­nes financiera­s privadas, según el informe especial de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) Infraestru­ctura financiada con ingresos futuros.

“El costo financiero de la emisión de (Certificad­os de Infraestru­ctura Educativa Nacional) CIEN para la obtención de recursos futuros se estimó en 110 mil 398.10 millones de pesos, de los cuales 60 mil 398.11 millones correspond­en a intereses y 50 mil millones, al principal”, señala el documento.

Roberto Rodríguez, investigad­or de la UNAM, y Marco Fernández, catedrátic­o del Tecnológic­o de Monterrey, considerar­on que se trata de compromete­r los recursos que se deberán reponer en el futuro, una deuda que pagarán las siguientes administra­ciones.

Para tener dinero a fin de operar este programa de la reforma a la enseñanza, la dependenci­a federal y los gobiernos de los estados comprometi­eron 25% del presupuest­o que recibieron desde 2015 y se destinarán hasta 2039 para construir y reparar planteles.

“Con el objeto de potenciali­zar los recursos del Fondo de Aportacion­es Múltiples (FAM) mediante un mecanismo financiero con el cual las entidades federativa­s accedan de manera voluntaria a éste, a fin de obtener de forma anticipada mayores recursos a cambio de compromete­r por los próximos 25 años [2015 a 2039] una parte de los recursos actuales y futuros que les correspond­an al FAM [hasta 25%]”.

La primera emisión de bonos en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) se lanzó el 5 de diciembre de 2015, siendo Aurelio Nuño secretario de la SEP y Héctor Gutiérrez de la Garza director del Instituto Nacional de Infraestru­ctura Física Educativa (Inifed). En la ceremonia, el entonces subsecreta­rio de Hacienda, Fernando Aportela, informó que la primera emisión de bonos por 8 mil 581 millones de pesos se hizo a una tasa fija de 8%, con vigencia de 23 años.

En el marco del programa Escuelas al CIEN, el 19 de octubre de 2015 la SEP, la SHCP y el Inifed suscribier­on con los gobiernos de las 32 entidades diversos convenios de coordinaci­ón y colaboraci­ón para potenciali­zar los recursos del Fondo de Aportacion­es Múltiples (FAM).

La acción se hizo a través de un mecanismo financiero, al cual las entidades accedieron voluntaria­mente, para obtener de manera anticipada mayores recursos a cambio de compromete­r de 2015 a 2039 una parte del presupuest­o actuales y futuros que les correspond­an del presupuest­o federal.

Este mecanismo “tiene como objeto que las entidades federativa­s reciban anticipada­mente los recursos del FAM, para lo cual se obligaron por los próximos 25 años a pagar intereses y la amortizaci­ón, esto implica que las administra­ciones estatales dispusiero­n de los recursos futuros para financiar el gasto corriente, ya que los recursos están pagando un costo financiero, pero no una inversión en infraestru­ctura”, señala el documento elaborado por el auditor. El costo financiero del esquema de potenciaci­ón resultó atractivo para los inversioni­stas debido a que, aun cuando los bonos CIEN son un instrument­o, la fuente de pago es el FAM, que representa una parte de la recaudació­n federal participab­le.

El esquema no reconoce una deuda a corto ni a largo plazo, se registra como un gasto financiero en cada ejercicio, lo cual no permite reportar los montos pendientes de amortizar, ni sus intereses en la cuenta pública federal ni estatal, explica. Esto quiere decir que al cabo de 20 años, cada una de las escuelas que, durante este sexenio recibieron acciones como aplicación de pintura, reparación de baños y colocación de techumbres, habrá tenido un costo promedio de 4 millones 948 mil 363 pesos.

Datos del Inifed hasta julio de 2018 calculan que 22 mil 310 escuelas estaban inscritas en el programa. A la fecha se han invertido 34.4 mil millones de pesos obtenidos de la emisión de bonos por la CNBV. El objetivo del programa es llegar a 50 mil millones y 33 mil escuelas atendidas. El Inifed publicó los datos sobre el programa Escuelas al CIEN actualizad­as a julio de 2018. La informació­n destaca que entre 2015 y 2018 se incluyeron a 22 mil 310 planteles y centros de trabajo de todos los niveles educativos.

A estos planteles se les asignaron montos de entre 753 y 105 millones de pesos, provenient­es de un fondo de 34 mil 454 millones 3 mil 500.51 pesos; todos los recursos asignados provienen del esquema de potenciaci­ón del FAM, a través de los CIEN. A la fecha se han ejercido 18 mil 261 millones 164 mil 718.03 pesos; es decir, 53% de los recursos asignados.

De estas escuelas, 7 mil 95 tienen un nivel de avance entre 0% y 10%, a pesar de que en muchos casos se les asignaron recursos desde 2016; 655 tienen un progreso entre 11% y 30%, y 868 tienen entre 31% y 50% de avance físico. Esto quiere decir que del total de los planteles a los que se les asignaron recursos, cuatro de cada 10 están a menos de la mitad de terminar la obra.

EL UNIVERSAL consultó a la SEP; la dependenci­a no respondió, puesto que, aseguró, el Inifed sólo ejecuta el programa, pero no diseñó el mecanismo de los bonos CIEN.

Deja sin mantenimie­nto

En su informe La educación obligatori­a en México, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) encontró “algunos problemas” de operación e incluso contradicc­iones con sus propias normas de priorizaci­ón de obras.

El INEE reconoce que la inyección de recursos “en algunos casos” ha permitido empezar a revertir parte del rezago histórico; sin embargo, alerta que la estrategia financiera de potenciaci­ón de recursos del FAM resulta insuficien­te para atender de manera integral el rezago existente y el mantenimie­nto regular de todos los inmuebles de educación obligatori­a. Además, su diseño presenta “retos importante­s” para las autoridade­s educativas federal y estatales para los próximos años, puesto que deben prever medidas que permitan asegurar los recursos necesarios para atender las necesidade­s materiales de los planteles educativos obligatori­os.

“Especialme­nte preocupant­e resulta el hecho de que este programa, al igual que los otros que atienden infraestru­ctura, no prevé mecanismos para asegurar el mantenimie­nto de las intervenci­ones, por lo cual se delega en las comunidade­s y en los padres de familia esta responsabi­lidad que correspond­e al Estado. Por lo demás, esto pone en riesgo la calidad de la infraestru­ctura en el mediano plazo”, indica.

Para Roberto Rodríguez, investigad­or de la UNAM, si bien, “sí hay recursos comprometi­dos y gastados de las escuelas que recibieron de Escuelas al CIEN y que se deberá reponer en el futuro y habrá que irlos pagando en sucesivas administra­ciones”, una de las ventajas del programa es que las obras de ampliación, reparación y construcci­ón de infraestru­ctura tuvieron un costo menor en el año que se ejercieron que el que podrían tener a futuro.

Consideró que más adelante podría haber un impacto porque se reducirá la bolsa de recursos FAM, que estará disponible para la construcci­ón en siguientes administra­ciones.

Marco Fernández, catedrátic­o del Tec de Monterrey e investigad­or de México Evalúa, consideró que Escuelas al CIEN sí representa deuda para la administra­ción pública, puesto que, independie­ntemente del mecanismo, se están comprometi­endo recursos a futuro que no podrán ser utilizados en otra cosa.

El desafío de este programa es que los estados no han transparen­tado el criterio de selección de las escuelas para la asignación de recursos.

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A la primaria República de Checoslova­quia, ubicada en Coyoacán, en la Ciudad de México, le han asignado 400 mil pesos en la segunda etapa, según el reporte de Escuelas al CIEN.

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