El Universal

Afecta a España el “turismo de borrachera”

Las autoridade­s de Mallorca combaten los problemas que generan cientos de jóvenes europeos que han tomado la isla como su destino favorito para vacaciones de excesos

- LUIS MÉNDEZ Correspons­al

El conocido como “turismo de borrachera” está afectando seriamente algunos destinos españoles a los que acuden masivament­e jóvenes europeos tentados por una diversión maratónica y el consumo de alcohol a bajo precio.

Magaluf, en la isla balear de Mallorca, es una de las poblacione­s más perjudicad­as por el comportami­ento de estos turistas con edades que van de los 18 a los 24 años, en su mayoría británicos, pero también franceses, holandeses e italianos.

La embriaguez provoca que los jóvenes cometan todo tipo de desmanes en las calles donde se concentran los antros. En ocasiones, con un desenlace trágico. Comas etílicos, destrozos en el mobiliario urbano, peleas y escándalos a altas horas de la noche, y las calles repletas de desperdici­os son algunas de las consecuenc­ias de estas fiestas desmedidas que se realizan a diario. Las autoridade­s de Calviá, el municipio del que depende Magaluf, están adoptando iniciativa­s para recuperar su imagen de destino turístico apacible y conseguir que su vida nocturna deje de ser una pesadilla para el resto de los vecinos.

“Hemos incrementa­do las acciones de vigilancia y control en las zonas de ocio, con especial atención al consumo de alcohol en la vía pública, que está prohibido. También se restringe la venta de alcohol en tiendas y supermerca­dos a partir de las 12 de la noche. Estamos también persiguien­do las promocione­s y ofertas agresivas de alcohol por parte de los establecim­ientos, como dos por uno,

free bar o happy hour, que fomentan el consumo etílico desaforado”, señala a EL UNIVERSAL José Antonio Fernández, director general de Seguridad del Ayuntamien­to de Calviá.

“También hemos modernizad­o las ordenanzas de convivenci­a para luchar más eficazment­e contra los comportami­entos incívicos y contra los modelos de cierto tipo de negocios que alientan este turismo”, agrega el responsabl­e de la seguridad municipal.

Magaluf no es el único destino afectado por el “turismo de borrachera”, ya que otras localidade­s de la Costa Brava de Cataluña, como Lloret de Mar, también sufren los excesos de los jóvenes europeos que llegan a España para experiment­ar unas vacaciones desenfrena­das y que repiten año tras año, a pesar de las denuncias de los vecinos.

Viajar a España en vuelos low cost y con paquetes que incluyen el consumo de alcohol resulta en ocasiones más barato que hacerlo sin salir del país de origen, lo que constituye un aliciente para que los jóvenes se desplacen a las costas españolas durante los meses de verano o, incluso, los fines de semana.

El abuso del alcohol tiene su versión más trágica en el denominado

balconing, una práctica altamente peligrosa que consiste en brincar a la alberca del hotel o del condominio desde los balcones de las habitacion­es, que se usan también para acceder a otras recámaras o para escalar a los pisos superiores, lo que genera accidentes mortales.

En los últimos tres años, 16 turistas falleciero­n al perder el equilibrio y caer al vacío mientras practicaba­n el

balconing en estado de ebriedad. “Se ha redoblado la vigilancia y la seguridad en los hoteles, que ahora expulsan al turista implicado en este tipo de acciones temerarias. También hemos establecid­o multas de 600 euros (680 dólares) para sancionar el balconing, que consideram­os una infracción”, agrega el responsabl­e de seguridad del ayuntamien­to mallorquín.

Sin embargo, las multas y el reforzamie­nto de los controles en los hoteles no consiguen disuadir a los jóvenes turistas quienes, envalenton­ados por el alcohol, siguen arriesgand­o sus vidas ensayando esta peligrosa práctica.

“Hemos incrementa­do las acciones de vigilancia y control en las zonas de ocio, con especial atención al consumo de alcohol”

JOSÉ ANTONIO FERNÁNDEZ

Ayuntamien­to de Calviá

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