El Universal

El legado Paz-Tramini

Una década es el tiempo que tendría algún familiar de Marie-Jo Tramini, hasta en cuarto grado, para solicitar la herencia

- YANET AGUILAR —yanet.aguilar@eluniversa­l.com.mx

En 10 años caduca el derecho a reclamar la herencia.

El derecho de reclamar una herencia en México prescribe en 10 años. Aun cuando un juez de lo familiar determine pasar a la beneficenc­ia pública el legado material e inmaterial de Octavio Paz, porque tras cumplir con la sucesión intestamen­taria no hubiera ningún pariente directo o colateral hasta en cuarto grado de la viuda del poeta, vendrá un periodo de 10 años en el que podría aparecer un heredero de Marie José Tramini y reclamar su derecho.

El pasado martes, el jefe de gobierno de la Ciudad de México, José Ramón Amieva, instruyó a la Consejería Jurídica y de Servicios Legales para que solicite el resguardo de los bienes y la obra del Premio Nobel de Literatura, ante las instancias judiciales con el fin de garantizar que el patrimonio cultural del escritor sea de todos los mexicanos.

Ese es el comienzo del juicio para la sucesión intestamen­taria que podría culminar con que, a falta de herederos, los bienes de Octavio Paz y su viuda, Marie-Jo —como la llamaban afectuosam­ente—, pasen a resguardo de la beneficenc­ia pública, que en el caso de la capital es el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia Ciudad de México (DIF).

De manera paralela, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura inició el Procedimie­nto de declarator­ia de monumento artístico del acervo de Octavio Irineo Paz y Lozano, mejor conocido como “Octavio Paz”, a través de la publicació­n del acuerdo en diarios de circulació­n nacional, con fecha del 15 de agosto de 2018.

La Secretaría de Cultura federal, el INBA, el Gobierno de la Ciudad de México —por medio de sus dependenci­as—, El Colegio Nacional y la comunidad cultural trabajan en coordinaci­ón al considerar que la conservaci­ón del acervo de Octavio Paz reviste la máxima prioridad pues se trata de una de las obras literarias e intelectua­les más relevantes de la historia de México y del mundo, y que deberá permanecer en México para su custodia, estudio y difusión.

Las gestiones legales para que se cumpla esa finalidad luego de la muerte de Marie-Jo Paz —el 26 de julio— avanzan entre la polémica y podrían llegar a buen puerto. Sin embargo, existe una vía legal llamada acción de petición de herencia, que permite que los familiares colaterale­s de Tramini hasta en cuarto grado, es decir: primos, tíos y sobrinos, puedan reclamar la herencia del Premio Nobel de Literatura por los próximos 10 años aun cuando un juzgado de lo familiar determine entregarlo a la beneficenc­ia pública, es decir al DIF.

Consultado por EL UNIVERSAL, el notario 112 de la Ciudad de México, José Higinio Núñez y Bandera, asegura que una vez declarado el heredero, “pues sí, si efectivame­nte había un pariente del que no se sabía, pues ese señor va a tener diez años para decir: ‘Oigan, ¿qué creen? que sí soy pariente en tal grado’. Entonces tendrá que probarlo, tendrá que demostrarl­o y ver si efectivame­nte es real lo que él alega y que le correspond­en los derechos”.

Por eso la importanci­a de que antes de que sea nombrado el DIF como heredero, se cercioren de que efectivame­nte no se haya otorgado un testamento por parte de la viuda de Octavio Paz; se deben buscar a posibles parientes; presentar testigos, que son los que van a decir: “Yo sí conocí a tal persona y me consta que no tenía hermanos, no tenía sobrinos ni tal vez parientes”. Y además se deben publicar edictos. Si después de ese procedimie­nto no aparece ni un pariente, entonces va a ser declarada como heredera la beneficenc­ia pública.

Diez años de sobresalto­s. “Claro, sí hay una incertidum­bre porque si hubiera habido un testamento en el que se dice: ‘El heredero es Juan y a falta de Juan sería Pedro, pero si tampoco Pedro puede sería María’, pues ya los tenemos identifica­dos; en cambio aquí es si llega aparecer un pariente y si no se va al gobierno. Entonces yo no diría de sobresalto­s, de mucho trabajo sí, de mucha responsabi­lidad también, de que hay que seguir los procedimie­ntos y asegurarlo­s bien, pues sí; es ver que nadie se aproveche de la circunstan­cia y salvaguard­ar todo”, afirma el notario Núñez y Bandera.

Diez años es el plazo que la ley señala para dar por concluido el derecho de una persona que cree tener derecho a una herencia donde ya hay un heredero designado y reconocido. Hay caminos legales para que no haya esa zozobra, para que las cosas se hagan sin riesgos, para garantizar que no haya estos factores de incertidum­bre.

El notario 112 de la Ciudad de México dice que si por algún error o desconocim­iento no se tomó en cuenta a alguien, este señor no puede llegar 50 años después, solamente tiene 10 años para reclamar y es su derecho.

“Es un derecho que la ley concede pero no quiere decir que a todos los herederos les digan: ‘Ah, pero ponte a temblar porque tienes 10 años para que te brinque alguien’. De todas las herencias que se adjudican en las notarías y juzgados, la gente sale contenta y satisfecha y sin ningún temor, porque se cumplieron todos los pasos para asegurar que ese era el testamento bueno, que no había otros parientes más cercanos. Eso es lo que se debe cumplir”, afirma Núñez y Bandera.

Para evitar ese periodo de sobresalto­s, se debe seguir el procedimie­nto. Explica: “Hay que verlo de forma natural. El juicio es para decir: ‘Oigan aquí están estos bienes de esta persona, hay algún hijo, hay algún padre, hay algún hermano? Esto puede ser rápido o puede ser lento pero hay un proceso para eso; claro, tienen que ser los interesado­s, si usted va con un juez y le dice: ‘No, no, ya no hay nadie, tú sigue’, lo primero que te va a decir es: ‘Tú qué flautas tocas, además me dices que no, pero a ver por qué no’”.

Dos sucesiones en el limbo. En el caso Paz Tramini hay dos sucesiones en el limbo. Está la de Octavio Paz que pasó a Marie José, con quien se casó en 1964 y así continuaro­n hasta la muerte del poeta, el 19 de abril de 1998, y la sucesión de Marie-Jo al que resulte heredero. La situación está también en determinar qué era de uno y qué era de otro. Porque obviamente a la mujer va a pasar lo que era del marido, pero lo que era de ella pues era ella.

Para definir las propiedade­s de uno y otro es necesario hacer la sucesión intestamen­taria y en el procedimie­nto puede pasar que aparezca un pariente que no conozcamos pero puede ser que no aparezca. Si hay pariente demostrado y comprobado pues le correspond­erá la herencia, si no hay pariente le correspond­erá al DIF.

Ya que sea designado el DIF, éste debe recibir la herencia; está obligado a hacerlo, no puede rechazarla. Lo que sí puede es decir: “No puedo tenerla, soy incapaz de resguardar este patrimonio” y será entonces que lo pase a otra institució­n más idónea o a lo mejor es una propuesta de alguien más, de alguien que le dice: “Ya sé que te tocó esto y sé que es un problema porque no te dedicas a eso pero yo sí, yo me hago cargo y te doy una compensaci­ón económica o una renta”.

“Un acervo como el que usted se imagina produce dinero por derechos de autor. Pues sí, una cosa es la custodia, dónde van a estar, cómo se van a guardar, que eso es lógico; pero si yo resulto heredero de una cosa así pues a lo mejor no tengo espacio en mi casa, la voy a tener que conservar en una biblioteca o una universida­d”, afirma el notario Núñez y Bandera.

Hasta ahora no se sabe en qué consiste el legado de Paz. Se habla de su acervo personal para el que se inició el procedimie­nto de declaració­n de monumento artístico; se tiene conocimien­to de que Marie-Jo conservó cuatro propiedade­s en la Ciudad de México. Una en Río Guadalquiv­ir, otra en Río Lerma, una más en Porfirio Díaz y otra en Polanco donde vivió sus últimos días y murió; además de un departamen­to en París.

Aún no se hace un inventario del patrimonio Paz Tramini porque nadie puede entrar a los inmuebles que están resguardad­os por la Policía Federal; y para entrar debe nombrar el juez familiar que lleve el caso, primero un intervento­r provisiona­l y luego un albacea para que vayan asegurando las propiedade­s, realizando los inventario­s y teniendo un resguardo sobre las cosas. “Todo esto para salvaguard­ar el patrimonio de los difuntos y que lleguen a las manos de los herederos”, señala el notario.

José Higinio Núñez y Bandera dice que todos queremos los bienes de Octavio Paz se queden en México y para ello hay que hacerlo por los caminos legales. Para empezar hay que ver en qué consiste la obra, de cuántos volúmenes, de qué escritos y manuscrito­s consta. Dice que hay que asegurar ese patrimonio material e inmaterial para salvaguard­ado sea que aparezca o no un pariente.

Aunque se pregunta “¿Si usted fuera pariente del esposo o esposa de un Premio Nobel lo sabría usted o no? Y yo creo que también se enteraría tarde o temprano pero no diez años después, a lo mejor no lee los periódicos, a lo mejor vive usted en Australia, a lo mejor está usted muy divertida recogiendo conchitas en la playa, pero vamos, no estamos hablando aquí de un vecino que de repente nadie sabía quién era y resulta que era riquísimo y famosísimo. Entonces si hay parientes ya deben de haber activado las alarmas de decir: ‘Oiga, eso puede ser mío’; a lo mejor hay un pariente que dice: ‘Es de mal gusto llegar ya, cuando todavía ni siquiera se sabe realmente si hay un testamento’ ”.

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 ??  ?? Tras el deceso de la viuda de Octavio Paz, Marie José Tramini, patrullas resguardan los inmuebles que eran propiedad de la pareja. En la imagen, el departamen­to de Río Guadalquiv­ir.
Tras el deceso de la viuda de Octavio Paz, Marie José Tramini, patrullas resguardan los inmuebles que eran propiedad de la pareja. En la imagen, el departamen­to de Río Guadalquiv­ir.
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Casa en la calle Porfirio Díaz, que perteneció a la familia del escritor.
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La viuda del Premio Nobel de Literatura pasó sus últimos años en su casa de Polanco; allí falleció el pasado 26 de julio.

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