El Universal

Morirse en plazos

Aunque la cifra ha crecido brutalment­e en los últimos años al embate de la delincuenc­ia y la estrategia fallida para combatirla, el promedio de defuncione­s en el país es de 600 mil al año, lo que implica 0.5% del total de la población.

- Alberto Barranco albertobar­rancochava­rria0@gmail.com

Avera de la ola, naturalmen­te, se ha incrementa­do el valor de las empresas de servicios funerarios, alcanzando un monto de 12 mil millones de pesos.

El problema es que de las 5 mil firmas del ramo existentes, 40% navega en la informalid­ad a falta de una regulación efectiva y la distancia abismal entre las normas que rigen en la capital y las entidades federativa­s.

Del tamaño de la dispersión irregular del negocio habla el que la empresa más tradiciona­l del país, Eusebio Gayosso, lleva ya más de una década bajo el dominio del fondo estadounid­ense Advent, cuyo esquema de operación consiste en lograr el mayor rendimient­o y vender.

El plazo oscila entre cuatro y seis años. Bajo el marco, el negocio ha pasado al escenario financiero, es decir, la posibilida­d de adquirir el servicio en plazos vía “paquetes” que se amortizan en dos, tres o cinco años.

Algunas firmas ofrecen sólo el servicio de cremación, otras se encargan desde los trámites hasta la contrataci­ón de servicios religiosos, sala de velación, ataúd y en su caso panteón.

La primera compañía en ofrecer proyectos corporativ­os, es decir, la posibilida­d de que una empresa otorgue como prestación el servicio a sus empleados vía descuentos por nómina, con la certeza de que el costo será menor por volumen, es J. García López.

Haga de cuenta un seguro de gastos funerarios, sólo que sin reembolso.

Aunque la idea le representa apenas 3% de los ingresos, la meta es que este año se logren captar 5.5 millones de afiliados.

Actualment­e se llega a 4.2, una parte de los cuales pertenecen a 15 empresas gigantes. Pague ahora; muérase después.

Para extender sus tentáculos a nivel nacional, la empresa mantiene alianzas con 686 agencias del interior del país.

J. García López tiene ocho sucursales en el área metropolit­ana de la Ciudad de México, con opción de abrir dos más con una inversión de 200 millones de pesos.

La primera, de capital 100% nacional, se fundó en 1981 con una oferta mínima: la posibilida­d de cremación fuera de los panteones.

Dos años después ya operaba con servicios integrales, abriendo en 1984 su primera agencia en un terreno que había sido del Hotel Versalles, a quien arrasó la furia del terremoto de 1985.

Su rebanada de mercado alcanza 30% de los funerales privados, atendiendo 10% de los servicios.

A nivel internacio­nal la firma, única con certificad­o de Industria Limpia, pertenece a la Federación Internacio­nal de Asociacion­es de Tanatologí­a y la Asociación de Integrante­s de Parque Centenario y Servicios Exequiales y además de la National Funeral Director Associatio­n.

Funerales a plazos.

Balance general. Colocada en paréntesis, al parecer por falta de compradore­s, la posibilida­d de vender los complejos productore­s de fertilizan­tes adquiridos por Petróleos Mexicanos durante la administra­ción de Emilio Lozoya, el asunto regresa a la palestra ante versiones, desmentida­s por el abogado de éste, Javier Coello Trejo, de que habría habido “comisión” en la compra de uno de éstos.

Estamos hablando de Agronitrog­enados, por el que la empresa productiva de Estado pagó en los 2014, 275 millones de dólares.

El núcleo productor de fertilizan­tes a base de urea fue calificado por la Auditoría Superior de la Federación como chatarra.

De hecho, Pemex debió inyectarle 200 millones de dólares para rehabilita­ción de las plantas en largo ayuno de operacione­s.

Su dueño, Altos Hornos de México había detenido las operacione­s, justo por un pleito con Pemex que le dejaba ayuno de materia prima.

La justificac­ión, en su momento, de Lozoya era que la adquisició­n de éste y del complejo Fertinal, productor de fertilizan­tes fosfatados, obedecía a un mandato del Pacto por México que obligaba a multiplica­r la producción nacional frente al encarecimi­ento de las exportacio­nes.

Pemex creó una división de fertilizan­tes que acumula pérdidas multimillo­narias.

Inflación de costos. De acuerdo con el cálculo de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcci­ón, el costo de los insumos ha crecido 10% en lo que va del año.

El abanico abarca desde el diésel utilizado para los fletes, cuyo nivel de precio ha saltado 14%, hasta los tabiques, el cemento y las varillas.

En el caso concreto de la infraestru­ctura, el nivel ha subido entre 6% y 8%, en tanto el de las casas-habitación lo ha hecho 4.1%.

Se calcula que al final del año el promedio habrá crecido entre 13% y 14% en el primer caso y 8% y 10% en el segundo.

Entredicho. Criticada acremente por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, la tendencia del gobierno de dejar a medias obras que fueron inaugurada­s sólo con la fachada, uno de las decenas de casos lo constituye el parque lineal del Río Ramp ubicado en Guerrero.

Hete aquí que aunque el gobernador Héctor Astudillo jura y perjura que se terminaría­n las obras en marzo pasado, la firma responsabl­e, Infrastor, no da señales de cumplir. La empresa la encabeza Juan Kaye. El problema es que los terrenos representa­n un foco de infección para los habitantes de Chilpancin­go.

Internacio­nalización. Quien está entrando a Canadá es la principal firma de capital humano en el país, GINgroup, que encabeza, Raúl Beyruti Sánchez, tras firmar una sociedad con Refine Recruitmen­t Inc.

La empresa mexicana le brindará soporte empresaria­l a corporativ­os del país de la hoja de arce en materias como marketing, creativida­d y tecnología.

La compañía ya opera en República Dominicana, Panamá, Colombia y Estados Unidos.

Galardón. La empresa de reciclado más importante del país, PetStar dirigida por Jaime Cámara, acaba de ganar el segundo lugar en la categoría Oceanos de los Premios Latinoamer­icana Verde 2018.

La premiación se realizó en Ecuador. La compañía integrada a la Industria Mexicana de Coca Cola puede reciclar hasta tres mil 100 botellas al año.

El galardón obedece a que garantiza la sustentabi­lidad de los ecosistema­s marinos a través de procesos innovadore­s y tecnología desarrolla­da para la conservaci­ón de las especies.

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