Los bomberos, héroes de carne y hueso
Un total de 12 elementos murieron al incendiarse una Ferretería del Centro Histórico en 1948, hecho por el cual se les llamó Heroico Cuerpo de Bomberos en enero de 1951
El 22 de agosto se celebra en México el Día del Bombero. Tan sólo de 1914 a 2017 en el cumplimiento de su deber, perdieron la vida 89 elementos. Los bomberos tienen como norma la abnegación, el valor y el sacrificio, de acuerdo con el Decálogo del Bombero, y así lo han demostrado a lo largo de 131 años de servicio en la Ciudad de México.
El Día del Bombero se festejaba el 1 de julio, luego se cambió al 22 de agosto que fue cuando se fundó el primer Cuerpo de Bomberos de la República Mexicana, en el Puerto de Veracruz en 1873, dijo en entrevista el mayor Manuel Palafox y Calzada, responsable del Archivo Histórico del Heroico Cuerpo de Bomberos de la Ciudad de México.
El mayor Palafox explicó que el comandante Leonardo del Frago fundó el Cuerpo de Bomberos, del entonces Distrito Federal, por orden del gobernador de la capital, general Carlos Pacheco, el 20 de noviembre de 1887.
La primera Estación de Bomberos se encontraba en la planta baja del Palacio Nacional y contaba con 19 bomberos, el jefe del Frago, 1 oficial, 2 jefes de pelotón y 4 cocheros.
Aunque numerosos incendios son trascendentes en la capital, dos tragedias dejaron huella en los capitalinos, por el número de elementos que perdieron la vida.
La primera ocurrió durante el gobierno del presidente Miguel Alemán, cuando la ferretería “La Sirena” se incendió el 28 de noviembre de 1948, y murieron 12 bomberos y un civil.
“Toda una catástrofe en el centro mismo de nuestra Metrópoli”, publicó EL UNIVERSAL el 29 de noviembre. Al incendio y derrumbe de este negocio ubicado en las calles 16 de Septiembre 71 y Palma, acudieron el segundo comandante José Saavedra del Raso, junto con 60 elementos.
El reportero Eduardo Téllez consignó en su crónica: “La ciudad está de luto. Nunca como ayer fue un lúgubre domingo. El Cuerpo de Bomberos mereció hasta ayer el calificativo de Benemérito, pero de hoy en adelante habrá que buscarle otro superlativo que encuadre con su obra”.
“Cien mil personas acompañaron el póstumo homenaje a los bomberos que cayeron dentro de la hornaza formada en la ferretería para morir como sólo saben hacerlo los héroes nacionales. México entero, con su Presidente a la cabeza ha llorado la pérdida de estos ciudadanos”, describió El “Güero” Téllez.
Tras pasar siete horas apresado entre los escombros de “La Sirena”, el teniente de Bomberos Alberto Gallegos Nores, quien no creía estar vivo, dio su testimonio a este diario.
“Entramos varios. Nos dimos cuenta del peligro, pero no había otra forma de atacar el fuego. Sólo entrando con fe y decisión podríamos atacarlo y combatirlo. No era cosa de pensar si nuestras vidas estaban en peligro”.
La aportación espontánea del pueblo no se hizo esperar para ayudar a los familiares de los heroicos bomberos. Los diputados cedieron cinco días de dieta. La Alianza de Camioneros de México donó cinco mil pesos. La empresa de cine Arcadia, RKO Radio Pictures de México, S.A. cedió el producto de las entradas de un día de función.
El actor Mario Moreno “Cantinflas” organizó un festival a beneficio de los parientes de las víctimas del siniestro, de los supervivientes y de todo el Cuerpo de Bomberos de esta capital. Los toreros Fermín Espinosa “Armillita”, Carlos Arruza, “El Ciclón Mexicano” y Rubén Rojas, “El Jarocho”, organizaron una corrida de toros.
Fue el 26 de enero de 1951 cuando en una ceremonia de abanderamiento, el presidente Miguel Alemán se refirió a este agrupación como Heroico Cuerpo de Bomberos.
El segundo desastre se registró durante el gobierno del presidente José López Portillo en las tiendas de ropa Astor y Blanco, ubicadas en la esquina de Isabel la Católica y Venustiano Carranza, en pleno Centro Histórico. Se incendiaron tras un atentado de bomba atribuido a la organización guerrillera Unión del Pueblo, donde siete bomberos murieron aquel sábado 13 de mayo de 1978.
De acuerdo con las notas publicadas por este diario, el inmueble de Astor se había debilitado por el fuego combatido por más de 20 horas.
Los tragahumo hicieron esfuerzos sobrehumanos para controlar el incendio pero la falta de equipo adecuado y su escaso número provocaron su muerte, dijeron especialistas.
En los años 70 la capital sólo tenía 5 estaciones de bomberos: la Central, la de la Viga, en Tacuba, Tacubaya y Tlalpan. Hoy ya se tienen 17, mismas que brindan apoyo no sólo en incendios, sino en otros desastres, según la Ley del Heroico Cuerpo de Bomberos del DF de 1998 cuando sus labores se descentralizaron y también se creó la Academia de Bomberos.
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