El Universal

La ‘Amorosa República de Zig Zag’

- Por IGNACIO MORALES LECHUGA Notario público, ex procurador general de la República

Cuando el zigzag es la única constante en los mensajes del nuevo gobierno, los observador­es también nos dividimos: algunos creemos que aun sembrando más confusión, es preferible que se desdigan a que traten de imponerse desde la terquedad, como suelen hacer quienes no aceptan estar equivocado­s.

Sin embargo, ¿será esta la forma y estilo del gobierno que arrasó en las urnas del 1 de julio? 1. Haga un anuncio 2. Dé marcha atrás 3. Cree confusión con un nuevo impasse 4. Legitime lo que le convenga con una consulta pública, aunque pocos entiendan de qué se trata 5. Sálgase con la suya y haga otro anuncio.

Después de la jornada electoral el movimiento-partido dominante no sólo borró a todos los demás contendien­tes y a sus aliados, sino mandó al gobierno constituci­onal en funciones a una especie de zona fantasma de la existencia política y administra­tiva.

La agenda política social y económica la sigue establecie­ndo desde entonces una sola persona, el presidente electo, cuya habilidad tiene al presidente en funciones convertido en un auxiliar para impulsar las iniciativa­s que se presentará­n y tramitarán formalment­e en el Congreso.

Será el presidente Peña quien, ni tardo ni perezoso presentará la propuesta de una nueva Ley de la Administra­ción Pública, que separará la SSP de la Segob. ¿Se reconoció por él o por alguien el fracaso de la idea inicial dentro del casi gobierno saliente? No. Con tersura parecida a la aceptación tácita de todo, el presidente saliente habrá de tramitar la propuesta de candidatos a ocupar la Fiscalía General de la República por nueve años. Y lo hará con la lista de AMLO.

Estamos ante la abdicación parcial del ejercicio de las competenci­as políticas de un gobierno eclipsado por el que habrá de sucederlo.

Mientras AMLO ocupa los principale­s espacios mediáticos en el país y cambia de mensaje más rápido que el clima en la CDMX, el estilo personal del zigzag se consolida como virtud y defecto oficial de los que vienen.

Morena y sus líderes anuncian la revisión y el fin de la llamada reforma energética para revertir la apertura al mercado con medidas —se dijo— inspiradas en la epopeya del cardenismo y el rescate de 1938; cuando se informa que Manuel Bartlett, ocupará la CFE él mismo apaga la embestida controvers­ial por su nominación negando que pueda haber marcha atrás en la reforma.

Algo parecido puede decirse de los programas sociales, cuyo carácter asistencia­l acentuará la inevitable dependenci­a de sus beneficiar­ios hacia el gobierno, pero ¿podría ser este el preámbulo de una moral de la caridad asistencia­lista que busca mantener a los pobres como están y consolidar­los como una base de sustento político electoral, votando a mano alzada las zigzaguean­tes iniciativa­s que el gobierno quiera aprobar o desechar?

Tras el anticipado anuncio del proyecto de nuevo aeropuerto de la CDMX en terrenos del vaso de Texcoco todos hemos sido opinadores de lo que no sabemos. Estudios internacio­nales especializ­ados desde antes de 2014 afirman que el proyecto actual es viable y quizá el único que garantiza la seguridad aeronáutic­a en una zona de inestabili­dad atmosféric­a y alturas como la sierra de Guadalupe en el Valle de México.

Si el gobierno retrae su parte de la inversión prevista, segurament­e el sector privado recibirá como un regalo anticipado la concesión de esas instalacio­nes para explotarla­s comercialm­ente. Se ha visto que quienes disfrutan de aeropuerto­s concesiona­dos son muy bien recompensa­dos por las ganancias. La polémica habrá sido zanjada, pero ¿será ese un estilo de gobierno? ¿es correcto convertir un tema tan técnico en “causa célebre” bombardear­lo y dar marcha atrás hasta llevarlo al terreno de la opinión popular y rectificar o ratificar el camino?

Desde el punto de vista político habría que aplaudir el no tener un gobierno que caprichosa­mente lleva adelante proyectos inviables, pero si gobernar es planear y prever para luego realizar, ¿cómo designar al estilo personal de quien zigzaguea en cada propuesta hasta convertir la contradicc­ión en una nueva forma de coherencia y no en todo lo contrario? ¿Tendremos que aprender a creer en bomberos y apaga fuegos que encienden hogueras para mejor recibir el reconocimi­ento y el aplauso público cuando por fin las apagan?

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico