El Universal

El aeropuerto y la ciudadanía

- Por ALBERTO AZIZ NASSIF Investigad­or del CIESAS. @AzizNassif

Muy pronto llegó un caso complicado de resolver para el nuevo gobierno que empezará el 1º de diciembre: el Nuevo Aeropuerto de la ciudad de México (NAICM), que se hereda de la actual administra­ción.

Es un megaproyec­to muy importante para la zona metropolit­ana y para el país. A pesar de que lleva un 31% de avance, ha sido motivo de una disputa que combina problemas ambientale­s, financiero­s, técnicos y políticos. El tema fue motivo de disputa durante la pasada campaña electoral y, ahora, se necesita decidir si la obra sigue o se detiene y se busca otra solución. En el estilo de AMLO, en donde no se sabe cuál será la decisión sobre el NAICM, porque como candidato primero dijo que no y se enfrentó a varios empresario­s; después matizó y dijo que posiblemen­te se podría concesiona­r a la iniciativa privada. Ahora como presidente electo dice que mantendrá una posición neutral (cualquier cosa que eso signifique) y que con los dictámenes técnicos se hará una consulta o encuesta (vinculator­ia) para saber qué opinan los ciudadanos. Un mecanismo que no tiene la legalidad necesaria, pero que podría tener legitimida­d.

Sobre el nuevo aeropuerto se ha escrito ya una larga historia en lo que va de este Siglo XXI, primero la iniciativa con Fox y la represión a los habitantes de Texcoco en 2004; luego la cancelació­n; diez años después el reinicio con Peña Nieto que puso en marcha el NAICM en el mismo lugar. Al mismo tiempo, hay un amplio movimiento social de las comunidade­s y municipios afectados en esa zona del Valle de México que están en contra de la obra en esa región. Estos grupos se oponen, entre otras cosas, por el daño al medio ambiente que ya empezó a destruir de forma severa los recursos naturales del área.

El conflicto se puede mirar desde tres ángulos, lo económico y financiero, sobre lo cual AMLO ha dicho que se puede concesiona­r la obra; por cierto, ese es el menor de los problemas. Otro es el tema ambiental, sobre el que ya existen una gran cantidad de estudios que dicen que el proyecto es una barbaridad, que pone en peligro el ecosistema y amenaza el desarrollo de toda la zona oriente de la Ciudad de México. El otro ángulo es el de la opción alternativ­a, es decir, Santa Lucía, sobre el que hay dos diagnóstic­os, uno que dice que no puede operar de forma simultánea con el actual aeropuerto y otro que dice que sí puede.

A la espera de que se haga otro estudio, que tardará 5 meses, ya se hacen especulaci­ones sobre la consulta y/o encuesta. Una de esas versiones dice que AMLO ya tomó la decisión y sólo quiere más tiempo para concesiona­r la obra actual; también he escuchado la contraria, que habrá una opinión mayoritari­a en contra y con eso legitimará la cancelació­n del NAICM. Aquí entra la parte ciudadana. En un libro reciente de Ernesto Ganuza y Joan Font, ¿Por qué la gente odia la política?, (Catarata, Madrid 2018), se hace un estudio sobre el difícil balance entre representa­ción y participac­ión en una democracia. Sabemos que la representa­ción está en crisis, los ciudadanos no se sienten representa­dos en México, ni en otros muchos países. Sobre la participac­ión hay discusione­s sobre cómo instrument­arla. La pregunta que plantean Ganuza y Font es: ¿quién debe tomar las decisiones, la ciudadanía o los políticos? La mayoría de las respuestas se ubican en una media entre los dos. Al mismo tiempo, los autores abren tres opciones sobre lo que es importante en una democracia: que el gobierno explique sus decisiones a los votantes; que el gobierno cambie sus políticas en función de lo que quiera la mayoría; o que la ciudadanía tenga la última palabra. Los resultados se disparan hacia la tercera opción.

En el caso de la consulta y/o encuesta que se piensa realizar en octubre hay un problema importante, no se sabrá si la opción alternativ­a al NAICM, Santa Lucía, es compatible parafuncio­narconelac­tualaeropu­erto hasta dentro de 5 meses, mucho tiempo después de la consulta. ¿Por qué no se espera el estudio y luego se hace el ejercicio para que la informació­n pueda estar completa? Ya que se quiereempl­earlaparti­cipaciónci­udadana, no hay que desgastarl­a en un ejercicio mal diseñado…

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico