LE QUITAN EL INVICTO
Pierde el paso invicto ante el Atlas, que en contraparte, al fin sabe lo que es la victoria
Tenía que llegar. Lo malo es con quién fue. Cruz Azul ya perdió, aunque sea en la Copa, pero mordió el polvo. Derrota que no le afecta, ya está dentro de la siguiente fase del torneo.
Pero debe doler, porque fue contra el equipo que no había ganado en Copa y sigue sin ganar en Liga: el Atlas.
Duelo de cuadros que arrastran la mala suerte por años, décadas. Los rojinegros, que viven una de sus peores épocas, al fin lograron redondear un buen partido, porque aunque apenas ganaron 1-0, lo hicieron con su esencia por delante, jugando bien y como siempre, sufriendo al final: a lo Atlas.
Cruz Azul lo venía advirtiendo. Las cosas ya no estaban rodando como todos querían. Las victorias y empates dramáticos tapaban lo que estaba ocurriendo, se está perdiendo gas, cosa natural y normal, no siempre se puede mantener el ritmo, no todo el tiempo, a veces se tiene que fallar, a veces se tiene que perder, no es que sea bueno caer, como dicen algunos, pero es el orden natural de una competencia... Los equipos que arrasan de punta a punta son casos extraños que surgen muy de vez en cuando. Los cementeros de Pedro Caixinha, quien apareció al fin en la banca, después de pagar sanciones pasadas en el torneo copero, vieron acabada
su racha de imbatibilidad y ahora tendrán que reaccionar.
Fue un partido en el que el dominio se repartió. Atlas con base en dinámica dominó a un Cruz Azul que salió con su premisa de siempre, a esperar para robar el balón lo más cerca posible de la portería contraria; esta vez no fue así, y tardó en meterse al juego, y en esa tardanza llegó el gol de los Rojinegros,
una buena jugada culminada por Juan Pablo Vigón.
A partir de ahí Cruz Azul tuvo que cambiar la mentalidad e irse al frente a proteger el prestigio que ha construido a lo largo de esta temporada, pero una y otra vez fue cayendo en errores y rebotando en la barrera construida por el Atlas, que al verse con ventaja, lo que ocurre
muy de vez en cuando, la protegió con uñas y dientes.
En los minutos finales, como siempre, el factor sufrimiento se fue del lado rojinegro, los cementeros se acercaron, pero no lo suficiente y así se dio la noticia. Cruz Azul ya perdió, Atlas ya ganó.
El mundo, en el estadio Jalisco, se puso al revés.