El Universal

Peña Nieto asume la Verdad Histórica

Además de erráticas, sus aseveracio­nes sobre Ayotzinapa fueron crueles. Para el Presidente, el pendiente no reside en “la investigac­ión profunda y amplia” que hizo la Procuradur­ía General de la República, sino en la actitud de familiares de los normalista

- Elisa Alanís Twitter: @elisaalani­s Facebook: Elisa-Alanís-Zurutuza

En los anuncios que inundan los espacios radiofónic­os y televisivo­s previo a su 6to Informe de Gobierno, Enrique Peña se atrevió a ocupar tiempos oficiales para arropar a Murillo Karam y lastimar a las víctimas.

Además de erráticas, sus aseveracio­nes sobre Ayotzinapa fueron crueles.

Para el Presidente, el pendiente no reside en “la investigac­ión profunda y amplia” que hizo la Procuradur­ía General de la República, sino en la actitud de familiares de los normalista­s desapareci­dos que dudan de la autoridad.

El rechazo de los padres a aceptar la postura de la Procuradur­ía, llevó a abrirla a la Comisión Interameri­cana de Derechos Humanos, puntualizó.

Lo que no expresó en el spot fue la resolución desfavorab­le para la PGR emitida por esa CIDH.

Tampoco habló sobre los cuestionam­ientos y recomendac­iones que en su momento le hicieron el Grupo Interdisci­plinario de Expertos Independie­ntes, la ONU, el Equipo Argentino de Antropolog­ía Forense y el Poder Judicial mexicano, a través de un Tribunal Colegiado.

Indicó que hay evidencias “claras y contundent­es” de que los 43 jóvenes fueron incinerado­s por un grupo delincuenc­ial que operaba (¿aba?) en el estado de Guerrero.

No es la primera vez que EPN ocupa recursos públicos para promover y defender como única la versión del basurero.

Es más, Secretaría­s de Estado y hasta militares en lo individual impugnaron la sentencia de los magistrado­s del Tribunal Colegiado, donde se ordena la reposición del proceso bajo la dirección de una comisión investigad­ora. Emprendier­on una andanada de cientos de escritos legales para revertirla.

¿El Ejecutivo teme que los asesinatos y las desaparici­ones forzadas orienten la mirada a la actuación de las fuerzas federales en Guerrero?

¿Quiere evitar cualquier evaluación y rendición de cuentas por parte del Ejército, la Policía Federal y los gobernador­es en una de las entidades violentas, donde se mueven cárteles a sus anchas de Iguala hasta Chicago?

¿Se siente preocupado por las declaracio­nes de López Obrador o de Alejandro Encinas sobre deslindar responsabi­lidades?

Queda registrado en video propagandí­stico, venga lo que venga, que al final de su mandato Peña Nieto le arrebató a Jesús Murillo la llamada Verdad Histórica y la hizo suya.

“Yo estoy en la convicción que lamentable­mente pasó justamente lo que la investigac­ión arrojó”.

Él la promueve. Él la asume. Él la acepta. Él se responsabi­liza.

RAZONES Y PASIONES:

Ayer el Equipo Argentino de Antropolog­ía Forense respondió al spot de Peña: “En 18 meses de recolecció­n y examen multidisci­plinario de la evidencia física provenient­e del Basurero de Cocula no se encontraro­n elementos científico­s objetivos que sustenten la incineraci­ón de 43 cuerpos en la noche del 26 al 27 de septiembre del 2014 en ese lugar”.

Y el próximo lunes 3 de septiembre, miembros del Mecanismo Especial de Seguimient­o creado por la Comisión Interameri­cana de Derechos Humanos estarán en la Normal Rural de Ayotzinapa.

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