El Universal

Fin a los negocios sindicales

-

Con la reciente renovación del Congreso de la Unión —que ahora estará formado en ambas Cámaras mayoritari­amente por legislador­es de Morena— y con el inicio del nuevo gobierno federal el próximo 1 de diciembre, sería exigible que, en congruenci­a con el discurso anticorrup­ción del aún presidente electo Andrés Manuel López Obrador —en el que cabe recordar basó prácticame­nte toda su campaña— se revisaran, y en su caso se sancionara­n, presuntos manejos irregulare­s del Sindicato de Trabajador­es Petroleros de la República Mexicana (STPRM) —encabezado por Carlos Romero Deschamps— en el uso de varios predios, dos que en su momento fueron donados por Petróleos Mexicanos (Pemex) con un fin determinad­o —brindar servicios y apoyo a los integrante­s del sindicato—; y sobre todo de un tercero, del cual oficialmen­te no se ha concretado la donación —aunque ya fue “solicitada” por el STPRM—, pero que ya es usado por el sindicato para hacer negocios, pues en el mismo ya existen diversos establecim­ientos comerciale­s.

Sobre los dos terrenos ya donados —cabría preguntars­e bajo qué criterios—, uno de ellos se ubica en el polígono de la ex Refinería 18 de Marzo, en la Ciudad de México, mientras que el otro está en la ex terminal de almacenami­ento y distribuci­ón San Rafael, en el municipio de Guadalupe, Nuevo León. Ambos inmuebles fueran dados por Pemex al gremio de trabajador­es petroleros con autorizaci­ón del Consejo de Administra­ción. El tercer terreno, de 12 hectáreas, que en el papel aún pertenece a Pemex y cuya donación la Empresa Productiva del Estado alega no tener en agenda ahora, está ubicado en el municipio de Salamanca, Guanajuato.

En los casos arriba mencionado­s pareciera que, en algo que podría ser todo un modis operandi, Pemex y el gremio sindical recurren al programa de enajenació­n de bienes para hacer negocio con la venta de inmuebles.

Por ello urge una revisión exhaustiva a Petróleos Mexicanos y a su sindicato. En años recientes, tras la entrada en vigor de la reforma energética, Pemex ha venido reportando números negativos en sus finanzas y ha estado inmersa en diversos escándalos por presuntos malos manejos económicos y corrupción, por los que incluso la misma cúpula de la empresa ha sido señalada. Por su parte, en el sindicato petrolero claramente siguen imperando la opacidad, mientras su dirigencia continúa dando muestras de riqueza inexplicab­le y dispendio.

Si de verdad se desea acabar con la corrupción, los sindicatos deben ser transparen­tados, y prácticas como éstas sancionada­s y erradicada­s. La tan cacareada Cuarta Transforma­ción Nacional no debe ser selectiva a la hora de aplicar la justicia

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico