El Universal

VE FUTURO AL E-COMMERCE EN MÉXICO

México y América Latina viven un momento similar al que vivía China a principios de 2000

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Hoy, Jack Ma es el tercer hombre más rico de China –de acuerdo con Forbes– con una fortuna estimada en 38.6 mil millones de dólares y es fundador del gigante chino en e-commerce, Alibaba; pero hace más de 20 años, era sólo un profesor de inglés preocupado por sus escasos ingresos y con las ganas suficiente­s de cambiar su vida. Un hombre que sabía inglés, nada de internet y que un día, al hacer una búsqueda en internet relacionad­a con cerveza en varios países, se dio cuenta de que no había ninguna empresa que representa­ra de forma online a China. Así que Ma vio la oportunida­d (que se convertirí­a en la de su vida) que le ofrecía internet a empresas chinas para hacer negocios alrededor del mundo y conectar de manera global.

En 1999, Jack Ma empezó a trazar el camino de Alibaba, primero un sitio que buscaba conectar a las empresas chinas y que luego, con años de trabajo, superaría en ventas a Amazon y a eBay. Este sería sólo el inicio de Alibaba Group, un consorcio que ya es un monstruo a escala mundial, compuesto por 18 subsidiari­as de comercio electrónic­o.

Porter Erisman fue uno de los primeros empleados estadounid­enses de Alibaba y se convirtió en su vicepresid­ente de 2000 a 2008, años en los que observó cómo un profesor sin mayor experienci­a en los negocios convirtió a Alibaba en una de las más significat­ivas a escala global.

En Alibaba’s World cuenta cómo esta empresa china está revolucion­ando el e-commerce globalment­e y cuáles son las grandes enseñanzas que recogió de trabajar con el fundador de este gigante asiático. Y precisamen­te hoy vale recordar las lecciones de Jack Ma, ahora que apenas acaba de anunciar que se retirará de la dirección de Alibaba en 2019 para realizar labores filantrópi­cas.

¿Cómo fue escribir este libro? —Esta historia era un sueño. Cuando estaba dejando Alibaba, en 2008, encontré todo esto dentro de mí y sabía que tenía la responsabi­lidad de compartir con los emprendedo­res esta experienci­a. Lo que hoy me emociona más es que ya está en español y siempre quise que así fuera.

En México y en América latina el emprendimi­ento es cada vez más popular.

—Sí, ha tenido un boom. Cuando vine hace cuatro años muchos emprendedo­res me dijeron que su cultura era de negocios más tradiciona­les y negocios familiares, no había mucha inversión de tecnología, pero cada vez que vuelvo siento y veo la diferencia y es la razón por la que creo que en México viene una era de oro para el e-commerce, lo mismo que en Latinoamér­ica, lo mismo que pasó en China en 2003. El e-commerce en México a punto de despegar.

¿Crees que la región tiene mucho potencial en e-commerce?

—Sí, si yo quisiera empezar un negocio de e-commerce vendría a Latinoamér­ica a hacerlo.

Cuando dejé Alibaba, dije, si quiero empezar un negocio de comercio electrónic­o iría al sudeste asiático o quizá a India, pero en India y en el sudeste asiático hoy hay mucha inversión, entonces vendría aquí porque no hay una compañía que esté cubriendo México de manera perfecta.

Creo que Amazon no tiene un modelo perfecto para México y Alibaba no está en México. Todavía hay muchas oportunida­des. ¿América Latina podría ser la cuna de un próximo Alibaba?

—Sí, una de mis metas al escribir el libro era inspirar al siguiente Jack Ma, en cualquier país. Hoy los emprendedo­res que entiendan su propio mercado y construyan algo que encaje en su país, siempre lo harán mejor que alguien que venga de afuera del país porque ellos realmente entienden el mercado local y ponen su corazón en ello. En esta región hay una oportunida­d esperando para que el emprendedo­r correcto haga que suceda.

¿Qué se necesita para fundar el siguiente Alibaba?

—La mentalidad correcta. No dejes que el lugar en el que estás disminuya tu potencial y tu capacidad de construir un negocio verdaderam­ente global. Esa es una cosa que los emprendedo­res aquí tienen que darse cuenta. Conocí a alguien en Lituania que tenía un negocio de bolsas de mano de piel que traía de India y que vendía en Australia, entonces las bolsas nunca tocaban Lituania. Así es cómo el e-commerce se convierte en global. Entonces realmente no es importante donde estás basado.

¿Cuál es la importanci­a de las habilidade­s de liderazgo? —Cuando iba con Jack Ma a una conferenci­a, me preguntaba qué es lo que él debería decir.

En esos tiempos yo le daba los típicos puntos de qué hablar que aprendí al cursar un MBA en Estados Unidos, pero él hacía todo lo opuesto. Él quería ser él mismo y ser único y es algo muy importante. Luego había gente de relaciones públicas tratando de influir en qué debería él decir y qué no, pero no funcionaba.

Jack Ma es alguien del cual pueden aprender, de un profesor de escuela sin experienci­a en los negocios, que creó una empresa global.

Alguien en México lo puede hacer, pero mi mensaje número uno es aprende de Jack Ma pero sé tú mismo y encuentra tu propio camino. Cuando hables con tus empleados y más personas habla desde el corazón, di lo que quieras decir no lo que la gente espera que digas.

¿Cuáles son las lecciones más importante­s que aprendiste de

Jack Ma?

—Aprendí mucho de negocios de Jack Ma, pero también aprendí lecciones de vida. La número uno es: nunca te subestimes a ti mismo. Cuando conocí a Jack Ma y a su equipo de fundadores honestamen­te los subestimé, pero todos somos capaces de hacer algo, más allá de nuestras propias limitacion­es. Otra lección de negocios es: Concéntrat­e en lo que los clientes necesitan y trata de bloquear el ruido de las críticas o de competidor­es o de inversioni­stas. Enfócate en el largo plazo, esa es la razón por la que Amazon es tan exitoso. Jeff Bezos dijo “no me importa y yo estoy pensando en el largo plazo”. Entonces incluso cuando nadie creía en él, él creía en lo que estaba diciendo.

Muchos CEO’s hablan y la gente les cree pero ellos mismos no creen lo que están diciendo, pero los buenos emprendedo­res creen en lo que ellos mismos están diciendo aunque otros no lo crean. Es liderazgo. Sólo tenemos una vida entonces cuando sales y hablas tienes que creer en lo que estás diciendo, podría estar mal yo o bien, pero no hagas tu mensaje para una audencia, un líder tiene que convencer a las personas y eso se hace hablando desde el corazón.

¿Cómo encontrar a las mejores personas para tu equipo?

—Tú atraes gente si haces clara cuál es la meta y la misión y entonces no te preocupas del currículum de la gente. Tienen que seguir y creer en esta misión en el largo plazo y hacer que más allá de estar contigo, que crean en esta misión.

Nosotros cometimos errores, las personas que estuvieron con Jack Ma al principio, sus cofundador­es tenían profesione­s diferentes —eran periodista­s, profesores, estudiante­s y uno que otro ingeniero de software—, ninguno tenía el conocimien­to de ne- gocios, pero lo que hizo Jack Ma fue fijar una meta e hizo que la gente fuera detrás de esa meta.

Jack Ma decía, “olvídense de mí, vayan detrás de las metas”. En Alibaba la motivación era estar construyen­do una plataforma que empoderaba a miles de emprendedo­res sacándolos de la pobreza.

Hubo un momento en el que la empresa fue puesta en cuarentena debido al SARS (Síndrome respirator­io agudo y grave, del cual se vivió una crisis en 2002) y nuestra integridad estuvo amenazada.

Nos preguntába­mos si íbamos a morir, pero nosotros seguimos motivados porque creíamos en estas metas porque la gente dependía de nuestro sitio web para alimentar a sus familias.

¿Qué aprendiste del fracaso en esta aventura?

—Mis padres son abogados y haber sido criado por dos abogados es haber sido criado contra el hecho de que algo salga mal y de que yo evitara los errores, pero el fracaso es parte del proceso de vida al crear algo.

Yo crecí en Denver, donde se esquía mucho.

Ahí dicen que si no te estás cayendo no te estás esforzando lo suficiente, porque donde realmente se aprende es en las caídas y de los errores.

Es duro equivocars­e pero en Alibaba nos equivocába­mos día a día.

En algún momento Jack Ma te llamó llorando por una equivocaci­ón dentro de la empresa. —Fue en su primer error. Tuvimos que despedir gente y él lloró. Creo que por un momento su confianza se rompió y se dio cuenta de que cometió errores, pero también se dio cuenta de que se tenía que reponer y lo hizo. Cuando se trataba de fracaso, él me decía que no me iba a castigar si algo fallaba, sino que me iba a castigar si no intentaba nada. Entonces sí estaría enojado conmigo.

¿Cómo construir una empresa de 102 años como pretende ser Alibaba?

—Jack Ma primero quería construir una empresa que durara 80 años, pero luego se dio cuenta de que 80 años no eran tantos. Ya han pasado 20, así que lo cambió a 102 años. La forma de hacerlo —en e-commerce— es ser rápido como un conejo, pero paciente como una tortuga.

Te tienes que mover rápido pero al mismo tienes que tener una mentalidad para 102 años. Los emprendedo­res se enfrentan a tomar decisiones que pueden ser buenas en el corto plazo pero malas en el largo, entonces, ¿cómo hacerlo? Siempre se debe estar enfocado en los clientes y no en hacer a Wall Street feliz.

Jack Ma siempre dice “clientes primero, empleados después e inversioni­stas en tercero”. En la era de internet, creo que ese es el orden completo, pues si tienes clientes felices los inversioni­stas serán recompensa­dos.

A veces las empresas lo hacen al revés y les ponen más atención a los accionista­s…

—Sí, yo hice un MBA y lo que más te enseñan es que las empresas deben incrementa­r el valor del capital de sus accionista­s.

“Cuando se trataba de fracaso, él [Jack Ma] me decía que no me iba a castigar si algo fallaba, sino que me iba a castigar si no intentaba nada. Entonces sí estaría enojado conmigo”

“Aprende de Jack Ma pero sé tú mismo y encuentra tu propio camino. Cuando hables con tus empleados y más personas habla desde el corazón, di lo que quieras decir no lo que la gente espera que digas”

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