La reforma y apertura de China, siempre en camino
Hace 69 años, se fundó la República Popular China, la cual celebrará su cumpleaños el 1 de octubre. Al mismo tiempo este año también coincide con el 40º aniversario del inicio de la política de reforma y apertura. En las cuatro décadas transcurridas y adhiriéndose a esta política, China ha encontrado un nuevo camino que se ha ido adaptado a sus condiciones nacionales, logrando una impactante transformación, lo que le ha permitido levantarse, enriquecerse y fortalecerse, creando un milagro de desarrollo que ha sido espectacular para el mundo.
La historia ha demostrado que la reforma y apertura es un camino correcto e indiscutible. Sin ella, no existiría la China de hoy. En 40 años, China ha considerado sus condiciones nacionales y las necesidades de su desarrollo, además ha permanecido firme en desarrollar el socialismo de forma científica, y no desviar el rumbo de la reforma económica del mercado socialista. Aunado a ello, ha venido perfeccionando su régimen político de democracia socialista, y ha explorado un camino de desarrollo del socialismo con peculiaridades propias. La exitosa práctica de China es un ejemplo de que no existe un modelo único para el desarrollo.
La historia ha demostrado que la reforma y apertura es una medida que ha mejorado el progreso y el crecimiento del país. En 40 años, el PIB de China ha pasado de 175 mil millones de dólares a 12 billones, el ingreso medio per cápita se ha incrementado de 300 a cerca de 10 mil dólares en el mismo periodo de tiempo y la población en pobreza absoluta se ha reducido de 770 millones a 30 millones de personas, lo que se reconoce a nivel mundial como uno de los “milagros de desarrollo”. Hoy China goza de la mayor red de seguridad social a nivel mundial, cuando hace 40 años no existían los servicios públicos; pasó de ser el “reino de las bicicletas” al mayor país con mayor kilometraje de líneas de tren de alta velocidad; logró con éxito ser un país de vanguardia a nivel mundial en ciencia y tecnología fabricando la nave espacial Shenzhou, el sumergible Jiaolong y el telescopio Ojo Celestial cuando hace cuatro décadas sólo era capaz de atraer tecnologías extranjeras. De la adquisición de bienes con cupones de racionamiento a la compra de productos de todo el mundo a través del comercio electrónico, China ha roto paradigmas y ha establecido récords mundiales.
La reforma y apertura tendrá una mejor perspectiva que favorecerá al mundo, su incesante cambio propiciará un mejor camino y una mayor apertura de China. En 40 años, China se ha transformado del aislamiento a la apertura con la incorporación de la estrategia de “introducir al interior” y “salir al exterior”, así como también crear oportunidades que generen crecimiento y desarrollo a través de propuesta de la iniciativa de la Franja y la Ruta. China abre sus brazos al mundo y está dispuesta a cooperar con todos los países para generar beneficios en conjunto. Hoy día, China es la segunda mayor economía del mundo, además de ser el país más industrializado y con un mayor comercio de mercancías, así como reserva de divisas. Su papel ha sido determinante en el crecimiento económico mundial, por varios años consecutivos ha contribuido con poco más de 30%, siendo así un importante país que ha permitido la estabilidad y recuperación de economía mundial.
Confucio dijo: “A los 40 años, no tenía más dudas”. Los esfuerzos y experiencias acumuladas a lo largo de estos 40 años han definido con mayor claridad el camino de China. Frente a un mundo lleno de cambios nunca vistos en el siglo pasado y a la inestabilidad e incertidumbre de la situación internacional, China avanzará contracorriente y asumirá su papel con responsabilidad actuando con una visión más amplia del contexto actual. China seguirá enarbolando la bandera del desarrollo pacífico, promoverá la paz mundial y la cooperación internacional buscando obtener beneficios que se puedan compartir mientras logra su propio desarrollo. China se dedicará a la construcción de un nuevo tipo de relaciones internacionales basadas en el respeto mutuo, la equidad, la justicia, la cooperación y el ganar-ganar. Construirá con todas las naciones la comunidad de destino de la humanidad caracterizada por la paz duradera, la seguridad universal, la prosperidad de todos, la apertura, la inclusión, la limpieza y la hermosura. Mediante las propuestas como la iniciativa de la Franja y la Ruta, y la ampliación de la reforma y apertura, China procurará el logro del desarrollo común.
Gracias a la reforma y apertura, en las cuatro décadas China se ha integrado mejor al mundo y el mundo ha descubierto una nueva China. En el nuevo contexto mundial, China trabajará con México y otros países del mundo, adaptándose a la tendencia del tiempo, para avanzar juntos hacia un futuro más espléndido.