Candentes animadores
Fanáticos de las Chivas reciben a su equipo, entre gritos y amenazas a los reporteros
Tal vez no sea la mejor versión del Rebaño Sagrado. Ni favorito es para encarar el Clásico. Pero los números poco importan a quienes profesan amor por la vestimenta rojiblanca, porque su necesidad es la de alentar y cantar con un doble discurso moral, tal y como lo hicieron ayer cientos de fanáticos para recibir al Guadalajara.
El arribo de las Chivas se ha convertido en una tradición que rompe con lo cotidiano en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Un festejo previo que causa sorpresa, furor y caos.
Convocados por diversos grupos de animación, más de 400 chivahermanos invadieron la Terminal 2, después de las 15:00 horas.
Pese a la lluvia, el tumulto rojiblanco crecía. Hubo quienes se adelantaron a formar el pasillo para conducir a los jugadores al autobús. Incluso, César Ramos Palazuelos, árbitro designado al Clásico Nacional, no pasó inadvertido ni con su gorra, fue reconocido por algunos aficionados, a quienes no les negó una fotografía.
Mientras, los barra bravas hacían ondear sus banderas y sonar los bombos metros más adelante. Pero los ánimos de la mayoría resistieron a la demora de los futbolistas, a excepción de los líderes de los grupos de animación, que sin pre- vio aviso arremetieron a empujones contra reporteros. De la nada, un manotazo sobre el hombro de un camarógrafo de Televisa y otro a una cámara de ESPN.
“Si no se quitan, les voy a dar la verg... de su vida”, amenazó uno de los líderes a miembros de la prensa, entre ellos una representante de Mediotiempo y todo frente a los policías que simplemente se convirtieron en espectadores.
Contradictoria actitud. Hace un par de días, los seguidores rojiblancos se pronunciaron en redes sociales contra la violencia. Incluso se reunieron con el Secretario de Seguridad Pública, Raymundo Collins, pero todo eso se les olvidó.
La emoción seguía intacta después de las 17:00 horas. Los cánticos cobraron fuerza al ver a Alan Pulido y Raúl Gudiño, los más solicitados para el autógrafo y la selfie
del recuerdo. Lo mismo José Cardozo; el estratega fue aclamado como si ya hubiera ganado un título con el Rebaño... o el Clásico.
Era una fiesta. Los reproches no tenían lugar, luego de la aparición de José Luis Higuera, director general de Chivas. El polémico directivo, criticado fuertemente en redes sociales, era uno más.
“Vengo a animar porque Chivas es el más grande, nos llevamos este clásico”, resaltó Mario “n”, integrante de La Barra Insurgencia.
En el Clásico los jugadores no son los únicos protagonistas. Los chivahermanos también quieren reflectores, de hacer notar el rojiblanco sobre el azulcrema.
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