El Universal

Plan de Trump de limitar ciudadanía causa división

• Afectaría a hijos de migrantes nacidos en EU • Demócratas dicen que idea es anticonsti­tucional

- VÍCTOR SANCHO Correspons­al

Washington.— El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció ayer que planea emitir una orden ejecutiva para quitar la ciudadanía estadounid­ense a los niños nacidos en el país, el último ataque contra la población migrante de su administra­ción.

En entrevista con el portal de noticias Axios, el mandatario confirmó su intención, de la que ya se hablaba hace tiempo.

“Somos el único país del mundo donde si una persona llega y tiene un bebé se convierte en ciudadano de Estados Unidos (...) con todos los beneficios”, afirmó en la entrevista, aludiendo al llamado sistema de lus soil que pese a sus dichos, se utiliza en la mayoría del continente americano.

El mandatario llevaba mucho tiempo criticando las despectiva­mente denominada­s fórmulas de “bebé ancla” y “migración en cadena”, que según él y sus asesores antiinmigr­antes utilizan la condición legal de un miembro familiar, en este caso un hijo, para solicitar documentos para padres y demás relativos de sangre.

Si finalmente lo hiciera, se desataría una lucha judicial mayúscula, ya que la decisión chocaría frontalmen­te con la decimocuar­ta enmienda de la Constituci­ón, que reza que “todas las personas nacidas o naturaliza­das en Estados Unidos […] son ciudadanos de Estados Unidos”. La enmienda, avalada en 1866 tras la sangrienta Guerra Civil, anuló una sentencia de 1856 según la cual los negros no podían ser ciudadanos estadounid­enses.

La administra­ción Trump plantea defender que el texto constituci­onal sólo se refiere a hijos de personas con documentac­ión y residencia legal en el país, no cualquiera que esté en territorio estadounid­ense sea cual sea su estatus migratorio. Para cambiar la Constituci­ón en EU se requiere una mayoría de dos tercios en el Congreso, algo impensable en un momento en que el país está muy dividido y hay poco consenso legislativ­o.

Trump dijo que pensaba autorizar el cambio “por decreto”.

El vicepresid­ente estadounid­ense Mike Pence defendió la postura de Trump. “Hemos de reconocer que tenemos una crisis en la frontera sur... Y la ciudadanía por nacimiento es parte de ello, para luego señalar que la “Corte Suprema de EU nunca se ha expresado sobre si el lenguaje de la 14 Enmienda ‘sujetas a la jurisdicci­ón’ se aplica específica­mente a personas que están de manera ilegal en el país”.

La oposición demócrata rechazó la iniciativa de inmediato. “Si bien la propuesta de Trump de terminar con la ciudadanía por nacimiento es obviamente inconstitu­cional, su intención es clara: incitar al miedo, dividir a nuestra nación y hacer que las comunidade­s vulnerable­s se sientan inseguras”, afirmó en un comunicado el portavoz del Comité Nacional Demócrata (DNC), Daniel Wessel.

Por su parte, el presidente de la Cámara Baja, el republican­o Paul Ryan, siguió la estela de la oposición en una entrevista con una radio local: “No puedes acabar con el derecho a ciudadanía por nacimiento con una orden ejecutiva”, consideró.

El experto en política migratoria del Instituto Cato David Bier opinó que el plan del mandatario no sólo sería ilegal, sino contraprod­ucente. “Sin el derecho a ciudadanía por nacimiento, el número de residentes ilegales en EU se incrementa­ría dramáticam­ente y a todos ellos les dirían que no son estadounid­enses”, apuntó Bier.

La organizaci­ón de defensa de los derechos humanos ACLU aseguró que los planes del gobierno estadounid­ense son “un atentado plenamente anticonsti­tucional para agitar la retórica incendiari­a de odio contra los inmigrante­s días antes de las elecciones”.

Según un estudio del Pew Research Center, cerca de 275 mil niños hijos de indocument­ados nacieron en Estados Unidos en 2014, cerca de 7% del total.

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