El saxofonista que toca para los difuntos
• Romualdo García interpreta melodías en el cementerio La Soledad cada año
Toluca, Méx.— En el Panteón General de Toluca La Soledad, la música de saxofón ambientó la llegada de cientos de familias que asistieron para visitar a sus fieles difuntos; las piezas fueron tocadas por Romi, “el músico de La Soledad”, quien cada año visita a sus padres y aprovecha para ganar un poco de dinero.
A este panteón, uno de los dos que administra el ayuntamiento, acudieron más de 50 mil visitantes a las 29 mil 870 fosas para la población en general y a las 2 mil 300 especiales, protegidas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
También fue el escenario para que Romualdo García Zárate, con más de 20 años de carrera como músico, interpretara melodías, que en su opinión “son de las que sí llegaron para quedarse, no como La Licuadora o el reggeaton”.
Sentado en una de las banquetas del obelisco, en donde se encuentra el busto dedicado a Alfredo Zárate Albarrán, conectó su saxofón a una bocina para que los asistentes lo escucharan y se aceraron a cooperar con una moneda.
“Es el décimo CD que estaría grabando, pero ahora como están las cosas es muy difícil que yo tenga dinero para eso y entonces, aprovechando estas fecha en que vengo a ver a mis padres, también pensé en sentarme como cada año a esperara a que la gente me apoye con algo o me contrate”, dijo.
Explicó que trabajar en el panteón durante el 1 y 2 de noviembre es casi una tradición para él, aunque en realidad su trabajo principal es asistir dos días a la semana a la Ex Concha Acústica, un escenario que se ubica dentro de Los Portales del centro de Toluca.
“La gente sí me responde, me escucha, creo que les agradan mis interpretaciones, de hecho estoy grabado junto con otros talentos y maestros de la música en discos compactos que fueron pirateados, pero los 10 que yo tengo son sólo covers que yo he ido grabando con el paso de los años”, añadió.
El obelisco en el que el saxofonista toca música se encuentra en el paso obligado a los asistentes; la mayoría de quienes lo escuchan le dejan monedas, niños y adultos son quienes más se acercan a escucharlo, también hay quienes observan con detenimiento los discos, aunque son pocos quienes se animan a adquirirlos: “Desde aquí mucha gente me oye y quiere que vaya con sus familiares a tocar algo para animar el día”.