“Será el presidente del sureste”

• “Haré lo que me toca para lograr lo que él plantee” • La entidad, sin ningún disturbio social, asegura

Si Andrés Manuel López Obrador “está llamado a ser el presidente del sureste y de Oaxaca, vamos a hacer todo lo que esté en nuestras posibilidades para que lo que plantee se lleve a cabo”, asegura Alejandro Murat Hinojosa, gobernador de Oaxaca.

Ofrece al tabasqueño trabajo conjunto, coordinado y en equipo. Adelanta que su administración estará alineada a lo que decida el próximo gobierno federal sobre la reforma educativa porque, dice, es una oportunidad real para que se escuche al magisterio y sea reivindicado.

Al llegar a su Segundo Informe de Gobierno, afirma que su estado está en paz, que hay gobernabilidad y crecimiento económico.

El estado está en paz, con gobernabilidad y crecimiento económico, asegura el gobernador Alejandro Murat Hinojosa (PRI), al llegar a su Segundo Informe de Gobierno.

En entrevista con EL UNIVERSAL, y a unos días de que asuma el poder Andrés Manuel López Obrador, Murat Hinojosa le manda un mensaje al tabasqueño: si quiere ser el presidente del sureste y de Oaxaca “nosotros vamos a hacer todo lo posible para que lo que plantee se lleve a cabo”.

Desde sus oficinas en el nuevo Centro de Convenciones de Oaxaca, Murat Hinojosa habla de los superdelegados, el federalismo, la reforma educativa, la carretera a Huatulco y el Corredor Transístmico. Asegura que los compromisos de López Obrador son también los suyos: que a Oaxaca le vaya bien. Segundo Informe de Gobierno, ¿cómo está Oaxaca?

—Es un estado en paz, con gobernabilidad, con crecimiento económico y con mejor calidad de vida de como lo recibimos. Los objetivos que planteamos desde el inicio de mi administración se han logrado. Hemos avanzado de manera importante —aun con los retos que enfrentamos, como los desastres naturales y la lamentable tragedia del temblor— especialmente en los proyectos estructurales que requiere Oaxaca. A dos años, salieron todos, excepto la carretera Mitla-Tehuantepec, pero estamos claros que estará arrancando en los primeros seis meses de la próxima administración.

¿Cómo transitar con un Congreso que no es de su mismo partido? —La política se funda en el diálogo y a partir de éste se generan acuerdos. Mientras haya respeto y confianza vamos a poder generar los acuerdos que Oaxaca necesita. Yo estoy listo para trabajar de manera coordinada con el nuevo gobierno del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, la mayoría de los compromisos que él hizo, son los míos, y mis compromisos son los de él (...). Es un presidente que está viendo al sur y que le tiene gran cariño y afinidad a Oaxaca, como gobernador mi único anhelo es que le vaya bien a Oaxaca, y haré lo que me toca para que lo que él quiera hacer suceda en Oaxaca.

¿Cómo ha recibido el presidente electo al gobernador de Oaxaca? —La reunión más importante fue la del 19 de septiembre, donde llevé un acuerdo y delineamos la ruta. Coincidimos en que había que atender las obras abandonadas; por ejemplo, este año estoy cumpliendo parte de sus compromisos, estoy inaugurando 16 unidades médicas, cinco que tenían más de 10 años abandonadas son parte de las que planeó el presidente electo. Uno de los elementos fundamentales donde hay coincidencia es atender todas las obras abandonadas. Él mismo anunció más de 60 mil millones de pesos, incluyendo apoyos extraordinarios para la reconstrucción del Istmo y otras regiones del estado a raíz del terremoto.

¿Les pone nerviosos que se vayan a cancelar proyectos o inversiones? —Al revés, me siento entusiasmado de tener un presidente que está mirando al sur y especialmente a Oaxaca. Hay una deuda histórica y si él está llamado a ser el presidente del sureste y Oaxaca, nosotros vamos a hacer todo lo que esté en nuestras posibilidades para que lo que él plantee se lleve a cabo.

¿Cómo va la carretera para que los capitalinos lleguen a Huatulco en seis horas?

—Muy bien, llevamos dos fallos muy importantes. Son 104 kilómetros y la parte más compleja son tres túneles y 11 puentes. Estamos proyectando que entre 15 y 20 meses esté lista la obra carretera, como se le conoce Barranca Larga-Ventanilla. Antes de que acabe mi administración estará lista.

¿Cómo va el Canal de Panamá mexicano, el Corredor Transístmico? —Yo estoy entusiasmado, porque la primera victoria rápida para el gobierno electo es el Transístmico. Estamos hablando de 304 kilómetros de vías férreas que ya existen y que están activas. En mi administración, este año arranqué el tren —que llevaba ocho años parado— en su tramo Salina Cruz-Coatzacoalcos y Salina Cruz-Puebla (...).

Ha habido mensajes importantes de que la Zona Económica Especial (ZEE) en Salina Cruz y Coatzacoalcos se mantendrá, e inclusive se puede ampliar para que sea toda una región. Es la ruta correcta para tener un centro logístico internacional por esta unión de los dos océanos, pero agregado con los tratados de libre comercio que tiene México, y que conectan al bloque de Europa y Asía con EU.

¿Cómo va el tema de reforma educativa y el impacto en su entidad por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación? —Nosotros estamos alineados a lo que decida el gobierno electo, ellos tienen hoy el apoyo del voto popular y nosotros tenemos diálogo respetuoso con el magisterio oaxaqueño, y me parece que es una gran oportunidad para que el magisterio sea escuchado, sea reivindicado.

¿Cómo ve a los superdelegados? —Todos los gobiernos, especialmente en el arranque, debemos tener siempre las oportunidades para que dentro de nuestras facultades podamos hacer un planteamiento administrativo que convenga al interés de la política pública que se quiere desarrollar. Las facultades constitucionales de la Federación, de los estados y de los municipios son claras. Bienvenidas las propuestas que quiera hacer el gobierno entrante.

¿Cómo va la reconstrucción tras los sismos del año pasado? —Más allá de números, yo daría dos elementos fundamentales: en Oaxaca no ha habido un solo disturbio social importante, como ha sucedido en otras entidades, y nosotros los oaxaqueños cuando algo no nos gusta somos exigentes y, en ocasiones, salimos a las calles, y hay un estado en paz, eso denota que ha habido una atención importante. ¿Suficiente? ¡No, por supuesto!, porque hay mucho trabajo por hacer.

No hubo una sola epidemia de salud en una tragedia que afectó a más de 41 municipios, que arrancó con un universo de más de 800 mil personas afectadas, y a medida que se fueron atendiendo llegó a ser de 120 mil personas. Han regresado 20 mil familias a sus hogares y eso no significa que sus casas están concluidas, sino que se le dio a la población el derecho de decidir qué quería y muchos quisieron casas más grandes, que posiblemente no tengan puertas, pero ya tienen un techo dónde vivir.

Hemos rehabilitado más de mil 200 escuelas y aún faltan unos 900; los 11 mercados afectados ya tienen apoyo de fundaciones, y de 60 centros de salud dañados ya entregamos dos.

“Nosotros tenemos un diálogo respetuoso con el magisterio oaxaqueño, y me parece que ésta es una gran oportunidad para que los maestros sean escuchados, sean reivindicados”

¿En qué porcentaje va la reconstrucción?

—Sería equivocado hablar de porcentajes, hemos avanzado de manera muy importante, y por nosotros no ha quedado y no va a quedar.