No pasaría certificación de Liga MX
Raúl Barrios llega a una fría conclusión: “El mito del Azteca y la cancha híbrida ya no existe, es una cancha de pasto artificial”.
Y no sólo eso, se ha convertido en un peligro para quienes juegan ahí. “Lo más importante es que cuando clavas los tacos en el pasto tengas la suficiente resistencia para poder dar un arranque al frente. Lo que puede pasar ahorita, como está la cancha, es que si tu pones el pie y no tienes ese agarre, y el de enfrente sí lo tiene, el jugador se puede lesionar gravemente”, recalca.
A esto, hay que sumarle, ahora sí, el clima de la Ciudad de México.
“El pasto que está en el Azteca es tropical, entonces cuando baja [la temperatura] a los 14 grados entra en dormancia [el pasto], ya no crece, ya no se recupera. Si ahorita hay partidos, como tiene ese tapete aplastado abajo, híbrido, no puedes repararlo... ¿Cómo reparas una cancha normal, no es de un partido a otro y los daños se notan, y se van incrementando semana a semana?, apuntó el experto.
Lo peor es que el Azteca aún no termina con sus problemas.
• JORNADA 17 CUARTOS DE FINAL SEMIFINAL FINAL ••• La Liga MX se ha encargado de endurecer los requisitos para que los equipos obtengan una certificación que les permita jugar en la Primera División.
Parece que a la hora de la verdad, no con todos es lo mismo... “Se exige en un lado de una manera, y en otros no...”, afirma José Luis Orante, presidente de los Cafetaleros de Tapachula.
Al equipo de Chiapas se le negó la certificación porque al inicio del torneo anterior no contaba con las 20 mil butacas exigidas. Al terminar el año futbolístico, el Olímpico de Tapachula llegó a la capacidad de 21 mil espectadores.
“De hecho, tenemos una de las mejores canchas de México, es una maravilla”, menciona el directivo.
“Lo que sucedió en el Azteca es una lástima por el evento que se iba a realizar. La verdad es que nos deja muy mal parados a nivel internacional”, agrega.
Todo eso hace tener la impresión de que “a algunos se les exige de una forma, y a otros no... Bueno, se da a entender eso. Se exige en unos lados y en otros no, pero nosotros vamos a seguir cumpliendo. Cada quien se hace responsable de sus asuntos”.
Tapachula, en el Apertura 2018 del Ascenso, no logró clasificar a la Liguilla. En el pasado año futbolístico perdió la final de Ascenso ante los Alebrijes de Oaxaca, aunque si la hubieran ganado, no podía ascender por falta de certificación, “así que sólo nos queda volver a ser campeones y que no nos lo quiten otra vez en la mesa”.
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