El Universal

UN SEMESTRE PARA EL OLVIDO

La pobre planeación hace que la Selección Nacional inicie el ciclo al Mundial 2022 con su peor versión.

- RAMÓN TREVIÑO Y ÉDGAR LUNA CRUZ —futbol@eluniversa­l.com.mx

El interinato, o lo que sea esta etapa, de Ricardo Ferretti como director técnico de los Selección Nacional Mexicana, es el peor arranque de un nuevo proceso mundialist­a.

Con una marca de cuatro derrotas y una victoria —cuatro goles a favor por diez en contra—, el Tuca tiene peores números que aquellos que decepciona­ron cuando estuvieron al frente del equipo mexicano del 2003 a la fecha.

Llámese Ricardo La Volpe, Hugo Sánchez, Enrique Meza, José Manuel de la Torre o Miguel Herrera, el brasileño ha naufragado en la mediocrida­d, con un equipo lleno de juventud, inexperien­cia y con la ausencia, obligada o no, de europeos. Además, de medirse ante algunos combinados de alcurnia, como Uruguay y Chile o en condicione­s adversas, como lo es jugar dos veces ante Argentina y en su casa.

Esta etapa en la Selección, la post Mundial de Rusia 2018, pasará a la historia como la de las derrotas e incertidum­bre, con un técnico que nunca quiso estar, con unos jugadores que no sabían qué iba a pasar y con unos europeos ocupados en sus propios asuntos.

El segundo semestre del año, los directivos de la Federación Mexicana de Futbol todavía se rascan la cabeza para confirmar a Gerardo Martino. El proceso rumbo a Qatar 2022 ya perdió mucho tiempo, mientras que en otros, ya se tenía contratado al entrenador.

Ricardo La Volpe tomó al Tricolor después de la derrota 2-0 ante Estados Unidos, en Corea-Japón. La Selección jugó su primer amistoso en 2003, ante la albicelest­e, y perdió por la mínima.

El argentino se tardó en encontrar la fórmula, antes del debut en la Copa Oro de ese año. En siete encuentros, triunfó en uno, igualó cuatro y cayó en dos.

Hugo Sánchez, en comparació­n, tuvo un arranque prometedor: en sus primeros seis compromiso­s —amistosos— en el banquillo, ganó cuatro y perdió el resto. Sin embargo, la vergüenza en el Preolímpic­o cobró su cabeza.

Después de la Copa del Mundo de Sudáfrica, la Selección Mexicana se tomó su tiempo para firmar entrenador. Entonces, para el primer amistoso, ante España en el Estadio Azteca, Enrique Meza asumió la responsabi­lidad como homenaje. Efraín Flores también dirigió al combinado en los primeros de preparació­n en lo que llegaba José Manuel de la Torre. En tres cotejos, se ganó uno y se perdió otro. El Chepo comenzó su proceso en 2011 y terminó antes de Brasil 2014.

El único director técnico que dirigió una Copa del Mundo y inició un nuevo proceso fue Miguel Herrera. El Piojo arrancó el camino rumbo a Rusia —que no terminó— con cuatro victorias, una igualada y una derrota.

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