El día que Pedro Infante hizo llorar a La Doña
Actuaron en Tizoc.
Habían pasado seis meses de la trágica muerte de Pedro Infante, el dolor por su partida tras un accidente aéreo estaba a flor de piel y en los diarios de 1957 se anunciaba el estreno de Tizoc en cuatro cines de la Ciudad de México, fue una de las últimas películas de Pedro y la única que protagonizó junto a María Félix.
“Todo México la aplaude, todo México la aclama”, se lee en el cartel publicado por EL UNIVERSAL en diciembre de aquel fatídico año. La belleza de María Félix se conjugaba con la galanura de Pedro, quien interpretó a un indio sensible que se enamora perdidamente de la niña María.
El bello paisaje de Tenango de las Flores, Puebla, es uno de los escenarios de esta trágica historia de amor en la que las barreras raciales se interponen entre los personajes.
La cinta dirigida por Ismael Rodríguez fue un éxito en México y en el Festival de Berlín, donde el actor fue galardonado con un Oso de Plata por su interpretación masculina.
Tizoc es un indio tacuate bondadoso que con el afán de demostrarle su amor a María, la hace llorar en una de las escenas más emblemáticas de la Época de Oro del cine mexicano.
Ya no llegó al estreno de Tizoc. Cuando Pedro Infante actuaba, parecía “como un pez en el agua”, gozaba de su trabajo y disfrutaba moverse frente a las cámaras, además, tenía un agudo instinto de observación y retenía las imágenes en su memoria. En alguna ocasión contó a EL UNIVERSAL que solía estudiar sus movimientos frente a un espejo.
“Parezco un loco, mirándome cómo muevo la boca, las manos o cómo he de dar los pasos”, decía.
El actor celebró su último santo acompañado de amigos de la producción. En las páginas de este diario, se cuenta que en aquella ocasión el festejo se llevó a cabo en la casa que Pedro tenía en Cuernavaca. Recibió mariachis, y como regalo, una Virgen de Guadalupe en escultura policromada para la capilla de su casa.
Las últimas escenas de la película fueron filmadas en Oaxaca, pero Pedro no quiso viajar en avión, pues ocho años antes, su amiga, la actriz Blanca Estela Pavón, murió en un accidente aéreo cuando se trasladaba de esta ciudad a la capital.
Por ello, el actor prefirió moverse en automóvil, pero al tomar un camino equivocado llegó seis horas tarde. Sin embargo fallecería seis meses después en un percance aéreo.
Éxito en México y Berlín. El 23 de junio de 1957, EL UNIVERSAL informó del éxito de Tizoc en Europa, el filme fue presentado en Berlín.
“Frecuentes aplausos provocó hoy la película mexicana Tizoc al ser presentada en el Festival Cinematográfico de Berlín, donde los espectadores apreciaron particularmente las admirables imágenes del campo mexicano exhibidas por esta cinta”, se lee.
El 2 de julio del mismo año se dio a conocer que Pedro Infante había si- do galardonado en el Festival de Berlín con el Oso de Plata por su interpretación masculina en Tizoc.
El 23 de octubre de 1957, se le rindió un homenaje sin precedentes, la película se estrenó con éxito simultáneamente en los cines Alameda, Américas, Polanco y Mariscala en la Ciudad de México.
“Tizoc es una de las dos últimas películas que hizo Pedro Infante y que faltan por estrenar. Está en colores, en Cinemascope (un sistema de filmación caracterizado por el uso de imágenes amplias en las tomas de filmación), tiene un argumento interesante y, sobre todo, el atractivo mayor para los aficionados al cine: es la única y última reunión de esa pareja de colosos del cine, Pedro Infante y María Félix”, se lee en las páginas de EL UNIVERSAL.
La actriz lució hermosos trajes típicos regionales mexicanos que resaltaron aún más su porte y belleza.
Tizoc, un indio tacuate que se dedica a cazar, se enamora a primera vista de María, su belleza lo impresiona tanto que piensa que es la mismísima Virgen de su parroquia.
María, una mujer citadina de carácter fuerte, se refugia en los paisajes provincianos para olvidar la traición de su prometido Arturo, pero es sorprendida por la ternura de Tizoc.
“El cenzontle vuela de un apasionado a otro para llevarle su cariño, y cuando mueren los enamorados, el alma de ellos se mete en los cenzontles para seguirle cantando su cariño a tata Dios”, le dice Tizoc a María en una de las escenas más recordadas de la película, un preámbulo de las lágrimas de María Félix cuando Pedro Infante le canta “Te quiero”.
Luego, una confusión generada por una pañuelo complica todo, y el drama conduce a la historia a un trágico final en el que Tizoc y María mueren en la cima del monte cuando el tecolote canta.
En octubre de 1957, María Félix platicó con EL UNIVERSAL sobre Tizoc. “Pedro era un excelente compañero y mejor amigo. Durante la filmación de la película reafirmamos más y más nuestra amistad, pero entiéndase bien: amistad”, recalcó.