Cines famosos que se quemaron
Varias salas de cine muy famosas de la capital ardieron en llamas, ante miradas atónitas y hasta nostálgicas
Mucho se podría decir de los cines de la capital desde la llegada de este arte a México en agosto de 1896 con Porfirio Díaz. Las grandes salas estaban repartidas por toda la capital, con miles de butacas que se llenaban de espectadores en cada estreno, además de una amplia variedad arquitectónica y decorativa;sin embargo, en más de una ocasión los cines se convirtieron en protagonistas de sus propias tragedias, al ser destruidos por incendios. El 5 de abril de 1968 este diario publicaba un suceso que se sigue recordando en la colonia Guerrero: el incendio del cine Apolo, en la calle de Degollado, con treinta lesionados.
Según el reporte, la causa fue un corto circuito; los 498 asistentes a la función vespertina lograron escapar y en las calles más de 50 mil curiosos: “momentos después de que la gente abandonó la sala de espectáculos se escuchó un tremendo crujido, en el preciso instante en que se desplomaba la enorme pantalla y la caseta de proyección donde se encontraban aparatos con valor de dos millones de pesos”, informaba EL UNIVERSAL.
La crónica narra que luego de un cortocircuito, las llamas alcanzaron más de 15 metros y amenazaban con propagarse a tres edificios de departamentos. Inició a las 18:02 horas.
Carlos de la Cadena Fernández, operador del cine, fue quien alertó a los espectadores y pidió que abandonaran el edificio donde había 498 espectadores quienes corrieron a la salida en medio de escenas dramáticas por mujeres y niños que cayeron al suelo. No hubo muertos.
El libro “Espacios distantes… aún vivos” refiere que este recinto fue inaugurado en 1948, con una capacidad de 3 mil 650 butacas. Hoy su lugar hay una unidad habitacional, solo una tienda de abarrotes y un negocio para mascotas conservan el antiguo nombre, ya que la panadería Apolo cerró hace algunos meses.
El 24 de marzo de 1982, después de las 18:30 horas, mientras se proyectaba “La tierra de la gran promesa” en la sala principal de la Cineteca Nacional, inició un incendio presuntamente en la sala de revelados. Inaugurado en 1974, desapareció tras ocho explosiones, dejando daños en 5 km a la redonda. Cinco personas murieron, 3 desaparecieron y hubo 50 heridos.
Las pérdidas fueron invaluables: equipo de proyección y audio y tesoros del cine mexicano.
Seis años más tarde, en 1988, el Cine Florida también sucumbía ante las llamas. Inaugurado en 1952 estaba en la calle de Peña y Peña número 12, en la colonia Morelos y se consideró la sala más grande de la ciudad con 7 mil 500 butacas.
El fuego inició después de las 14:00 horas y se requirieron 40 bomberos. Cientos de curiosos y nostálgicos transeúntes y vecinos vieron cómo se perdía entre el humo.