El día después de mañana
YRiver se coronó sin relevancia. Los Cowboys tomaron la cima de su división. Cristiano asegura que nunca había jugado en un equipo como la Juve. Pedro y Ricardo hacen las paces. Las Chivas ya están en tierras mundialistas. Entra otro frente frío al país. Seguimos contando las horas para ver Roma de Cuarón. También a unos instantes de correr el Maratón más añorado del año, el Lupe-Reyes. Seguro, Lucerito ya está ensayando Las Mañanitas a la Virgen. Y el América volvió a eliminar a los Pumas.
Seré sincero, no sabía cómo explicarle a mi hijo tal humillación. Me peleé fuerte con el profesor Turrubiates en Futbol al Día, para tratarle de explicar que a los aficionados de a pie, no los de pose o las celebridades, que sólo salieron a decir Goya y más puma que nunca, les vale tres kilos de corneta la “justificación y análisis de la cancha” de tanto error.
Desde Patiño, Ares de Parga, hasta Malcorra, Barrera y el pobre Saldívar. Adjetivos corrían a diestra y siniestra para una hecatombe existencial de una goleada mayúscula del odiado rival, mismo que te eliminó también goleándote hace seis meses y al que no le ganas hace años y a Miguel Herrera —en 13 juegos— nunca lo has podido vencer.
Perdón, pero el análisis es a profundidad y nadie quiere