Crear consciencia a través de la comida
Gastromotiva celebró su primer encuentro en México con diversos especialistas
El concepto de gastronomía se ha reinventado a través del tiempo. Lo que antes era visto como una manera de compartir, no solo recetas, sino también creencias, tradiciones y conocimiento se ha convertido en “algo elitista y para pocas personas; por lo menos, eso es lo que entendemos actualmente”, expuso David Hertz, fundador de Gastromotiva, durante el primer encuentro en México titulado “Cultura y Patrimonio gastronómico en México: Diálogo de arranque”.
Gastromotiva es un proyecto que busca devolver a la cocina su concepción original y acercarla a todo el público, desde chefs reconocidos hasta personas con bajos recursos, jóvenes en situación de calle o migrantes. La idea nació hace una década en Brasil, cuando después de viajar por el mundo, David decidió estudiar gastronomía. “Cuando cumplí 18 años, me fui de
mochilero a Israel y viaje por muchos países, pero en la India entendí cuál era el papel de la comida, y en Canadá comprendí la dignidad del trabajo. Me di cuenta de que la comida le daba sentido a mi vida y de que las personas necesitan encontrar ese sentido en la suya. En las fabelas de Brasil conocí a Uridéia, y juntos creamos Gastromotiva. Ya sabía el lado de la hospitalidad, pero no lo que era pasar hambre”.
David Hertz comprendió las grandes oportunidades y el compromiso que tiene el quehacer de la cocina con la sociedad.
“He sido testigo, por más de 10 años, de cómo la comida ha promovido más la dignidad. Ahora cocinar es parte esencial de nuestras vidas, el cocinero se conecta con las personas y su posibilidad de servir a los demás”, señaló.
Fue en septiembre cuando se presentó en la ONU para hablar de este programa, pero también “aprendí muchas cosas, como que en julio de este año, después de muchos, se promovió la sanción donde se considera que la comida es una arma de guerra. Más del 60% de los problemas de hambre en el mundo están relacionados con la comida”, recalcó David.
En fechas próximas visitará países de Centro y Sudamérica para fortalecer lazos con los gobiernos y evaluar la posibilidad de abrir Centros de Gastronomía Social
“Mi sueño es que también en México haya uno y que ayude a recordar el gran poder de servir a los demás”, declaró el chef y fundador de Gastromotiva.
El Encuentro
Este primer diálogo de arranque en nuestro país reunió a varios expertos que trabajan en México en el tema culinario y social.
Uno de ellos es Alejandro de la Peña, socio de Grupo Son y uno de los principales responsables de traer Gastromotiva a México.
“Empecé a meterme en el rol de apoyar a mi gente con programas sociales para darles un trabajo más digno y para que mis restaurantes fueran un lugar decoroso para trabajar. Siempre era dar el pescado, pero yo necesitaba enseñar a pescar a la gente”, expuso Alejandro.
“Un día conozco a David y me dije ‘qué interesante lo que hace en Brasil. Yo quisiera hacer esto en México’. Así, fui a Sao Paulo y me conmovió lo que vi”, apuntó.
Lucio Usobiaga de Yolcán —una red de personas que buscan preservar y rescatar las chinampas de Xochimilco— abordó temas como la identidad gastronómica.
“Pienso en los lugares, en los ingredientes, en las personas que lo hacen. Es una cocina ligada a la emoción, a la cultura y tradiciones y, por lo mismo, a la diversidad del país. Cada cocina surge en relación de las personas y el lugar. Debemos conservar esas buenas prácticas y a las personas que lo cocinan”, señaló Lucio.
Por su parte, Gabriela Cámara, de los restaurantes Contramar comentó: “Tuve la fortuna de crecer en una familia donde la comida era muy importante. La identidad gastronómica es de las más profundas que tenemos como humanos. Tiene que ver con emociones, con sentidos de pertenencia en un mundo como el que tenemos hoy, con tanta disparidad”.
La encargada de Bancos de Alimentos de México, Almendra Ortiz Tirado, resaltó el gran problema que existe con el desperdicio de alimentos.
“Si nos diéramos cuenta de que es súper contaminante... De hecho, hace dos años, el Banco sacó una cifra que da miedo, y habla de que todo lo que se desperdicia es más contaminante que toda la flota vehícular de la CDMX, Guadalajara y Monterrey juntas”, recalcó Almendra.
La mesa se completó con Jacqueline María Benítez, nacida en Puerto Rico y creadora de “Morelia en Boca”, que explicó la conexión entre la cocina y la migración.
“Es un tema que no nos atrevemos a discutir porque es un tópico hiriente. Yo soy migrante en México y trabajo con mexicanos. Creo que promuevo la cultura mexicana, y me atrevo a decirlo, mucho mejor y con más conocimiento que otros mexicanos, porque aprecio estar aquí. La migración es la fuerza de voluntad para llegar de un punto a otro. La migración en la gastronomía es evidente porque somos multiculturales”.