Persisten retos en el trabajo doméstico
• Empleadas ganan una batalla al acceder a seguro social • Bajos salarios y tercerización, obstáculos para el sector
La resolución de la Corte para que las personas dedicadas al trabajo doméstico cuenten de manera obligatoria con seguridad social incentivará mejorías en uno de los sectores más abandonados en México.
Pese a que se modificará la ley para que las trabajadoras de este sector accedan a sus derechos, no todas podrán hacerlo, además, persiste el problema de los bajos salarios, la tercerización y la flexibilidad derivada de los cambios en el mercado laboral.
La semana pasada, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) lanzó el programa piloto para que los empleadores puedan otorgar seguro social a las trabajadoras, pero está el reto de que verdaderamente lo consigan y de que mejoren la remuneración de este sector, ya que casi 75% de quienes trabajan en él ganan entre uno y dos salarios mínimos. Además, quienes se emplean en el sector se han encontrado con la tercerización a través de empresas de outsourcing y de aplicaciones móviles que fomentan la precariedad laboral.
“La ley ha discriminado por años a las personas que se desempeñan en este sector, no hay jornadas limitadas, no hay prestaciones, no hay nada”, aseguró Tania Espinosa Sánchez, coordinadora para América Latina de Mujeres en Empleo Informal Globalizando y Organizando (WIEGO).
Marcelina Bautista, fundadora del Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar, comentó que han identificado las tres modalidades en las que se da el trabajo en el hogar: quienes trabajan en una sola casa, las que laboran en varias y las plataformas a través de las cuales prestan sus servicios, en este sentido, el programa tendría que contemplar esas tres modalidades para implementar un mecanismo que garantice la formalización del trabajo.
Agregó que debido a los bajos salarios de la mayoría de las trabajadoras si se les pide que paguen su seguro, será difícil, por lo que uno de los retos es garantizar que tengan un salario justo y puedan hacer sus aportaciones.
El 95% de quienes integran el sector del trabajo doméstico son mujeres y con un total de 4.5 millones de trabajadoras conforman 10% de la Población Económicamente Activa (PEA) femenina, quienes han estado excluidas de la legislación laboral, por lo que no tienen derecho a seguro, vacaciones remuneradas y aguinaldo.