Obesidad y sedentarismo
El pasado viernes, tuve la oportunidad de estar en la Cámara de Diputados, para ser parte de una conferencia sobre este tema tan complicado que se vive en nuestro país. La obesidad y el sedentarismo en México ha llegado a niveles de alarma total y es responsabilidad de todos buscar una solución. Y para mí, la solución es el deporte.
El problema de la obesidad se ha convertido en una epidemia. La Organización Mundial de la Salud no ha descansado en alertar sobre todas las complicaciones físicas que pueden existir para quienes la padecen y que pueden terminar en la muerte.
El remedio, insisto, está en todos nosotros. Debemos prestar atención en cómo se orientan los programas alimenticios en los hogares, buscar una mejor coordinación en la seguridad social, en los temas de salud y por supuesto, en la labor de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, que es la que encargada de generar esos proyectos a nivel social y claro, de alto rendimiento.
Necesitamos fomentar la competencia. Mientras no exista competencia, los niños, jóvenes y los ciudadanos en general no encontraran motivación con solamente aprender ciertos movimientos y cierta actividad física. Aunque no sea de alto nivel, pero que haya competencia y que se masifique el deporte.
Hay que buscar que la Conade sea el líder de esta política. Que se sumen otras dependencias y se coordinen de tal manera que los que salgan ganando sean los mexicanos. Debemos crear una campaña que motive todo esto, analizar las razones por las que no existen los clubes deportivos o por qué han dejado caer los que existen.
Lamentablemente, la campaña que inició la administración de la Conade, que comenzó el sexenio anterior, “Ponte al 100”, fue un fraude gigante. En 2013, se le inyectaron 180 millones de pesos y en 2014 les dieron 205 mdp, y no sirvió para nada. Fue un proyecto fallido cien por ciento, demagogia barata y desviación de recursos.
¿Qué debe cambiar? Bueno, hay que modificar la forma en cómo se desarrollan los programas, debe existir trabajo en equipo y prestar mucha atención a la infraestructura deportiva.
Des afortunadamente en nuestro país la hacen mal, cara y lejos de los lugares a los que la gente puede asistir. Ojalá se termine con las concesiones de estos centros deportivos públicos a los privados, que no pagan servicios y no las tienen con un mantenimiento adecuado. Además, hay que decir que una gran cantidad de estas estructuras están mal hechas, no hay especialistas y cualquier persona te construye con tal de agarrar la obra y hacer negocio.
Es necesario vigilar el dinero destinado al deporte social para que beneficie como política pública a la gente, dar opciones a los mexicanos para hacer un deporte, darle seguimiento a los entrenadores, que se formen profesionales en la materia.
Falta mucho por hacer y no se podrá lograr algo importante con simples deseos. El viernes se expusieron muchas ideas, ahora falta trabajar en ellas, hacerlas realidad y hacer que México camine en contra de la terrible obesidad y el sedentarismo, con la ayuda de todos los que estamos involucrados en el deporte.