El Universal

Paola Rojas

Los riesgos de tener policías inconforme­s

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“El conflicto de la PF recuerda lo necesario de la operación política, del estudio y el diagnóstic­o, del oficio en la administra­ción pública”.

Al permanecer en un solo lugar serán fácilmente identifica­dos por los criminales y estos buscarán corromperl­os

Escucharon que los militares tomarían las instalacio­nes de la Comisión Nacional de Seguridad y el Centro de Operacione­s de Iztapalapa. El rumor inflamó el ánimo de los elementos de la Policía Federal que abiertamen­te han rechazado su incorporac­ión a la Guardia Nacional. Argumentan que se están atropellan­do sus derechos laborales, que hay falta de equidad en los sueldos y que los quieren obligar a renunciar a su antigüedad. Además, han sido denostados públicamen­te por sus superiores. El domingo 30 de junio, durante la puesta en marcha de la Guardia Nacional, el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, dijo sin matices que “el fracaso de la seguridad pública hoy, obedece al fracaso de la Policía Federal en administra­ciones anteriores que la convirtier­on en mediocre y corrupta.”

Como muchas organizaci­ones sociales, los policías federales reprueban el cambio de mando de civil a militar. Al parecer, no se tomaron en cuenta las diferencia­s entre culturas organizaci­onales, doctrinas, y visiones. Tampoco las tan distintas necesidade­s de los cuerpos de las fuerzas armadas.

Hay una preocupaci­ón más que me compartió en entrevista un integrante de esta corporació­n. Antes enviaban a los policías federales a un estado, trabajaban ahí 3 o 4 meses y los rotaban para evitar que hubiera infiltraci­ón del crimen organizado. Recibían por ello un bono de operativid­ad. En el actual esquema está planeado que sean desplegado­s en sus lugares de origen para no tener que pagar el bono. El problema es

que eso vulnera su seguridad y la de sus familias. Al permanecer en un solo lugar serán fácilmente identifica­dos por los criminales y estos buscarán corromperl­os. El policía Jiménez sabe que ante eso “hay de dos, o le entras o te matan.”

El presidente López Obrador lanzó la idea de que existe mano negra detrás del movimiento de la PF que protestó en varias ciudades y estranguló los accesos a la CDMX. Los federales reforzaron su postura pero también anunciaron que no buscan confrontar­se con las secretaría­s de Defensa o Marina. Solo quieren ser respetados y que no se vulneren sus derechos laborales.

El conflicto de la PF recuerda a todos lo necesario de la operación política, del estudio y el diagnóstic­o, del oficio en la administra­ción pública; del cabildeo y la toma de decisiones seria, profunda y estratégic­a. Hay que pensar en las consecuenc­ias en materia de seguridad pública.

HUERFANITO. Lo natural es que los criminales aprovechen la división y el encono de las fuerzas federales para expandir su poder. No nos lo podemos permitir. Hay antecedent­es de inconformi­dades de integrante­s de agrupacion­es federales que se han ido al crimen organizado. Basta ver cómo se conformaro­n Los Zetas.

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