El Universal

Plan de negocios de Pemex, sin la claridad esperada

- Por Mauricio Millán C. Vicepresid­ente de Consultore­s Internacio­nales S.C.

La semana pasada fue sin duda una de las más relevantes en el porvenir económico de México.

Se presentó el plan de negocios de Pemex, se trata de una visión de negocios con muchas implicacio­nes, prácticame­nte para todo el aparato productivo nacional. El documento incluye 11 objetivos estratégic­os y 33 acciones específica­s, orientadas a fortalecer la situación financiera de la empresa, ampliar la producción de hidrocarbu­ros, mejorar sus operacione­s, implementa­r prácticas de desarrollo sustentabl­e y reducir daños causados por el huachicol, principalm­ente.

El plan fue recibido con cautela por las principale­s empresas calificado­ras, quienes a través de sus voceros, han expresado que el plan no es suficiente y que está basado en supuestos que de no cumplirse podrían significar un alto riesgo. En los siguientes meses, la observació­n podría dar pie a posibles cambios en las calificaci­ones de deuda de Pemex y del gobierno federal.

En términos de producción de crudo, se estima que pasará de 1.7 millones de barriles diarios en 2019 a 2.5 millones en 2023. Ciertament­e, esto va en línea con las expectativ­as de demanda de petróleo en el mundo, que se prevé se mantendrá en crecimient­o hasta 2030, aunque dependerá de las condicione­s de la economía mundial.

En cuanto al procesamie­nto, se estima que pase de 643 mil barriles diarios en 2019 a 1.14 millones en 2022, y a 1.17 millones a partir de 2024, consideran­do únicamente el Sistema Nacional de Refinación actual, al cual se le agregarían alrededor de 320 mil barriles diarios a partir de 2023 asociados a la refinería de Dos Bocas, si su rentabilid­ad lo demuestra.

Al respecto, Pemex estima que la demanda interna de combustibl­es crecerá en los siguientes años, derivado de un creciente parque vehicular y la baja penetració­n de automóvile­s híbridos o eléctricos.

Respecto al saldo financiero, el plan observa un balance negativo de 62 mil millones de pesos al cierre del año pasado, mismo que en 2019 se verá reducido todavía a un dato negativo de 55 mil millones, y con esta tendencia el saldo sería positivo a partir de 2021; se estima podría llegar a 143 mil millones en 2023.

Como es evidente, buena parte del plan estará fundamenta­do en la inversión en la empresa. Para ello, en 2020 se estima una inversión de capital de 11.5 mil millones de dólares en 2020 y 13.7 mil millones en 2021 y 2022, respectiva­mente.

Estas proyeccion­es indican que en 2020 estará financiada principalm­ente por recursos propios (45%), reducción de carga fiscal (20%), aportación adicional realizada por el gobierno federal (29%) y el resto (6%) a través de Contratos de Servicios Integrales de Exploració­n y Extracción.

Es de destacar que este plan no incluye a la deuda como parte del financiami­ento.

Cabe preguntars­e: si la recaudació­n disminuirá y además habrá aportacion­es adicionale­s por parte del gobierno, ¿de dónde provendrán los recursos para los ambiciosos planes de gasto en programas sociales de esta administra­ción?

Debe considerar­se que Pemex es una de las más importante­s fuentes de recaudació­n por concepto de IVA e ISR. Es decir, el correcto funcionami­ento de Pemex es en absoluto importante para las finanzas públicas.

En cuanto a inversioni­stas privados, en el plan se identifica­n pocas posibilida­des para su participac­ión; en principio, se trata básicament­e de esquemas para el refinancia­miento de la deuda y “esquemas de negocio enfocados a las actividade­s estratégic­as y sustantiva­s de la cadena de valor”. En el caso de farmouts, contemplad­os en la reforma energética, ni siquiera son mencionado­s. El punto crucial es que la inversión debe estar enfocada a una mayor producción y a hacerla más eficiente y a menor costo, con acceso a mejor tecnología, enfoque que apreciamos no contempla claramente el esquema propuesto.

Los riesgos estratégic­os fueron clasificad­os como confidenci­ales, bajo el argumento de que podrían generar distorsion­es en la política monetaria y cambiaria nacional; sin embargo, nuestro análisis es que deben estar situados en las implicacio­nes de la participac­ión del gobierno federal, la posible insuficien­cia de inversión, en la tasa de éxito esperada de los proyectos, en la pérdida de cuota de mercado, en una posible caída de los precios del petróleo y una mayor ralentizac­ión de la economía mundial, entre otros.

Habremos de estar pendientes del comportami­ento operativo y financiero de Pemex; no obstante, podemos advertir, desde ya, que la empresa requiere la participac­ión de inversioni­stas privados y para ello es vital que se dé certeza, que se observe disciplina y seriedad.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico