¿Por qué apostar en los ingenieros?
talento en la región; sin embargo, aún hay muchos desafíos que como país debemos resolver, de manera que fortalezcamos la capacidad para formar ingenieros que sean capaces de liberar todo su potencial e integrarse en la cadena productiva, lo cual traerá beneficios económicos y sociales.
Entre estos retos se encuentra fortalecer la vinculación entre el sector productivo y las universidades, de manera que exista una constante actualización de los programas de estudios, para la preparación académica que reciban los jóvenes y las habilidades que adquieran en las aulas, sea la más adecuada para satisfacer las necesidades del mercado laboral.
Me referiré al caso de Honeywell, donde tenemos un compromiso con fortalecer este ecosistema que integra a universidades con el sector productivo, por lo que nuestra relación con instituciones académicas tanto públicas como privadas es muy estrecha, con diversos programas que acercan a los estudiantes a la compañía.
Esta vinculación ha sido parte fundamental para la trasformación del enfoque de la empresa, que tiene presencia en el país desde hace más de 80 años y que desde hace dos años opera en la Ciudad de México un centro de ingeniería de alta especialización, donde más de 300 ingenieros trabajan todos los días para desarrollar soluciones que contribuyen a la evolución de diversas industrias.
Con este centro, la capital del país es un hub de innovación único en su tipo para Honeywell en América Latina, que se robustece con la colaboración de otros centros de ingeniería e instalaciones ubicados en otros cuatro estados del país y en donde nacen innovaciones para sectores como el aeroespacial, petroquímica o infraestructura de ciudades, entre otros.
El ecosistema de colaboración multisectorial debería ser cada vez más fuerte porque ahí radica parte importante de la competitividad de los países en la nueva economía digital. El impulso a profesiones STEM, y particularmente a la ingeniería, es una plataforma estratégica para el crecimiento.
La buena noticia es que, según la Secretaría de Trabajo, México ha registrado un crecimiento de más de 80% en la matrícula de ingenieros graduados en la última década, pero aún falta mucho por hacer. Por ejemplo, debemos continuar inspirando a más niñas y jóvenes a acercarse a estas profesiones, tradicionalmente relacionadas con el género masculino.
La OCDE calcula que en el país sólo ocho de cada 100 mujeres elige estudiar una carrera STEM, en comparación con cerca de 30 de cada centenar de hombres. El centro de ingeniería de Honeywell nuevamente es un buen ejemplo en este sentido, ya que 20% de la población del sitio corresponde a talento femenino, una tasa de más del doble del promedio nacional. Si bien esta cifra es muy destacable, aún hay camino por recorrer para que la representación de hombres y mujeres sea totalmente balanceada, lo cual es nuestro objetivo final.
Por lo anterior es que desde hace 45 años en julio se celebra el Día del Ingeniero, lo cual no debería pasar desapercibido, no solo para homenajear a aquellas personas que empujan el mundo hacia adelante sino para inspirar a que cada vez sean más quienes se acerquen a esta apasionante profesión.