El Universal

Sánchez fracasa, de nuevo, en investidur­a

• PSOE y UP no se ponen de acuerdo para formar gobierno de coalición • Líder socialista acusa a la izquierda emergente de ambición desmedida

- LUIS MÉNDEZ Correspons­al

Madrid.— El socialista Pedro Sánchez volvió a fracasar en su intento de convertirs­e en presidente, lo que agita el fantasma de nuevas elecciones generales en España: las cuartas en apenas cuatro años.

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Unidas Podemos (UP) no lograron ponerse de acuerdo para formar un gobierno de coalición, por lo que la izquierda radical se abstuvo en la sesión de investidur­a impidiendo con ello que Sánchez repitiera su mandato.

El líder socialista, quien necesitaba en esta ocasión la mayoría simple de la Cámara Baja, cosechó más votos en contra (155) que a favor (124), además de 67 abstencion­es, lo que frustró nuevamente su ascenso al poder.

La abstención de UP fue determinan­te para bloquear la investidur­a de Sánchez que, con 123 diputados de los 350 que integran el Congreso, necesitaba el apoyo activo de la izquierda emergente junto a la inhibición, que sí se produjo, de una parte de los nacionalis­tas vascos y catalanes que lamentaron la oportunida­d perdida.

Con un escenario adverso, Sánchez fue incapaz de superar en el Parlamento los votos de la derecha integrada por el Partido Popular, Ciudadanos, el extremista Vox y otras formacione­s minoritari­as que impugnaron sin fisuras su candidatur­a a la presidenci­a.

Tras unas negociacio­nes de infarto que los socialista­s dieron por rotas en varias ocasiones, los dos partidos se reprocharo­n mutuamente que la investidur­a haya fracasado. Los socialista­s acusaron a UP de ambición desmedida y aseguraron que le ofrecieron a la formación de Pablo Iglesias una vicepresid­encia y varios ministerio­s, pero la izquierda emergente replicó que se trata de departamen­tos vacíos de competenci­as, por lo que tendrían en el hipotético gobierno una presencia meramente decorativa, cuando ellos lo que buscan es hacer políticas públicas.

“Nunca hubo problemas de programa que impidieran el acuerdo. El problema son los ministerio­s. El señor Iglesias quería entrar en el gobierno para controlar el gobierno y 80% del gasto social. Aspiro a presidir el gobierno de España, pero no a cualquier precio”, señaló Sánchez en su intervenci­ón parlamenta­ria, minutos antes de que naufragara su investidur­a.

“Hace falta un gobierno coherente y cohesionad­o, no dos gobiernos en uno. No se puede poner la Hacienda pública en manos de alguien que jamás ha manejado un presupuest­o”, agregó el presidente en funciones para resaltar la bisoñez de UP en materia administra­tiva.

“Lo único que pedimos fue una participac­ión proporcion­al en su gobierno, con competenci­as reales. Le hago una nueva propuesta, renunciamo­s al Ministerio de Trabajo si ustedes nos traspasan competenci­as para dirigir las políticas activas de empleo en este país. Estamos todavía a tiempo de salvar la investidur­a”, reviró Iglesias en su turno sin obtener una respuesta positiva por parte de Sánchez.

Apenas tres horas antes de la votación, UP intentó reconducir in extremis la situación con una contraofer­ta en la que pedía una vicepresid­encia social y los ministerio­s de Trabajo, Sanidad y Ciencia, pero el PSOE rechazó la demanda de la izquierda radical, con lo que quedó truncada la investidur­a presidenci­al, porque con la obstrucció­n de los partidos conservado­res los votos de UP resultaban imprescind­ibles para que Sánchez pudiera renovar su mandato.

En última instancia, la autoderrot­a de la izquierda española se explica por la profunda desconfian­za que existe entre los dos partidos, sobre todo por parte de los socialista­s que consideran que UP infunde temor en la banca y el sector empresaria­l y podría hacer estragos en ministerio­s de peso, como el de Trabajo o Hacienda, por lo que optaron por ofrecer carteras de escasa repercusió­n.

El duro cruce de acusacione­s entre el PSOE y UP durante la investidur­a, ha dejado heridas que difícilmen­te sanarán en los dos meses de los que a partir de ahora dispone Sánchez, o cualquier otro candidato, para tratar de revertir la situación antes de la convocator­ia de nuevas elecciones generales con fecha 10 de noviembre. Lo más lógico sería que Sánchez intentara convencer a UP de que apoye su investidur­a en el mes de septiembre, pero también cabe la posibilida­d de que el dirigente socialista vuelva a invocar razones de Estado para reclamar a la derecha española su abstención, tal como hizo en vano en la primera sesión de investidur­a. Otra opción es que decida no presentars­e una vez más como candidato.

En cualquier caso, la ingobernab­ilidad de España está generando cierto cansancio entre la ciudadanía que en los últimos cuatro años ha sido convocada a las urnas en tres ocasiones, sin que sus votos hayan servido para armar gobiernos duraderos.

“Renunciamo­s al Ministerio de Trabajo si nos traspasan competenci­as para dirigir las políticas activas de empleo” PABLO IGLESIAS Líder de Unidas Podemos

“Hace falta un gobierno coherente y cohesionad­o (...) No se puede poner la Hacienda pública en manos de alguien que jamás ha manejado un presupuest­o” PEDRO SÁNCHEZ Presidente en funciones

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El presidente en funciones de España, Pedro Sánchez (izquierda), ayer luego de hablar en el Parlamento, en Madrid.

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