LA VIDA CON ESCLEROSIS
Vivir el resto de tu vida con una enfermedad no es fácil, pero vivir con ella y no saberlo, es peor. Así le sucedió a la chef Mariana Orozco, quien padece esclerosis múltiple desde hace 14 años. Sin embargo, apenas hace tres años fue diagnosticada.
Optimista y dispuesta a hacerle frente a este reto, la chef se animó a sacar un recetario con platillos orientados a procurar una mejor calidad de vida para las personas que presentan el mismo padecimiento que ella.
“Lo primero que hacen cuando te dan el diagnóstico es mandarte una dieta; te quitan sal, azúcar y harinas. Yo dije: ‘¿qué voy a hacer? Soy chef’. Pensé en qué prepararía para comer rico y no deprimirme. Por eso, comencé a crear cosas”, comparte.
Para no dejarse vencer por la enfermedad y, a la vez, seguir degustando sabrosos platillos, Orozco explica que se aventuró a mezclar especias, “a hacer más cosas pochadas (escalfadas) y rostizadas. Jugué un poco más con las técnicas de cocina”.
Pero no se guardó sus creaciones y decidió compartirlas a través de las redes sociales. Entonces, mucha gente empezó a escribirle y a preguntarle sobre menús. De ahí nació la idea de publicar un recetario.
“Todas son recetas elaboradas con ingredientes que los mexicanos tenemos en casa. Por ejemplo, está ‘el asado de boda’, que aprendí de mi mamá, originaria de Durango.
“El contenido es muy familiar, muy personal y va aumentando en complejidad, pero brindamos el paso a paso con ayuda de fotografías”, detalla.
Además, el libro “incluye una parte en donde decimos cómo hacer tu propia granola, tus galletas y algunos extractos, por si quisieras vender algunas cosas y sumar un poco al ingreso de la familia, ya que es muy caro tener esclerosis múltiple”.
La chef considera que esta publicación ayudará a los pacientes a sentirse independientes de nueva cuenta. No obstante, asegura que no es exclusiva para personas con dicha enfermedad pues son recetas saludables y divertidas para toda la familia.
Aunque Mariana Orozco se dedica a elaborar recetas para algunas marcas, confiesa que esta recopilación es como su sueño, como si fuera su diario.
“Enfrentarse a la esclerosis múltiple, como a cualquier otro padecimiento que te acompañará el resto de tu vida, es complicado. Cuando comencé a manifestar problemas de salud tenía 21 años. Estaba estudiando el segundo año de la carrera de medicina y me dijeron que era producto del estrés por la universidad. Después pensaron en esclerosis, pero descartaron esa posibilidad. Hasta hace tres años inicié el tratamiento adecuado y todo volvió a ‘embonar’”, dice.
Admite que, cuando se enteró de su condición, pasó por una etapa de duelo, pero luego agradeció por al fin saber qué tenía y tener la oportunidad de tratarse para enfrentar el futuro.
“Si sigo con el tratamiento, no necesariamente voy a terminar con una discapacidad permanente. Hay días muy malos y días maravillosos; en los malos, trato de pensar en lo que haré cuando me sienta mejor.
“Decidí no tener hijos porque esta enfermedad es una ruleta rusa, pero la verdad me la paso muy bien, me divierto mucho. La cocina es la que me ha salvado, sin duda, y mi gente. Hay que tener algo claro: tener esclerosis múltiple no es una sentencia de muerte, es una enfermedad. Hay gente que vive con diabetes, con cáncer o con hipotiroidismo. En mi familia, soy la primera integrante que padece esclerosis múltiple y espero que la última y la única también. Es algo que no se lo deseo ni a mi peor enemigo, pero he hecho muchos amigos que padecen lo mismo, conozco gente maravillosa y tenemos que salir adelante.
“No le podemos dar el poder de nuestra vida a una enfermedad”, finaliza.