El Universal

José Morales Mancera; mexicano bueno y sabio

- Por LUIS FELIPE BRAVO MENA Analista político. @LF_BravoMena

Para Doña Rosario y la familia Morales Noriega.

El pasado 21 de julio falleció José Morales Mancera; mexicano valioso y singular. Su servicial y fructífera vida fue un haz de habilidade­s y conocimien­tos poco común en una persona.

Lo conocí en los últimos años de la década de los setentas pasados. Dictaba una conferenci­a sobre filosofía de la empresa, en un evento organizado por la Confederac­ión Patronal de la República Mexicana (Coparmex); me atrajo la forma sencilla, práctica y deliciosam­ente divertida como explicaba ideas y desgranaba conceptos a un público de hombres de negocios, evidenteme­nte no habituados a la reflexión de carácter filosófico.

No pasó mucho tiempo para enterarme que la destreza con la que dominaba las categorías filosófica­s y las aplicaba a las pragmática­s exigencias de los negocios, era producto de una rigurosa

formación intelectua­l y a su actividad profesiona­l exigente de precisión y claridad.

Pepe había explorado en su juventud la vocación al sacerdocio y cursó, en la Compañía de Jesús, diversos grados hasta finalizar el filosofado. La convivenci­a como alumno y condiscípu­lo de eminentes intelectua­les jesuitas le proporcion­ó la preparació­n y la disciplina mental para ser un pensador profundo.

No siguió la carrera eclesiásti­ca y para hacerle frente a la vida optó por la administra­ción y la contabilid­ad. Nunca le escuché decirlo, pero intuyo que descubrió, en el fondo de las cuentas y balances de las empresas, un entramado de realidades humanas y sociales que estimularo­n su vocación primaria de filósofo. Lo que siguió fue natural; comenzó hacer filosofía desde y para aquellas actividade­s.

El hecho es que nunca dejó de lado el ejercicio filosófico. Entre el despacho contable y las lecturas y reflexione­s trascenden­tes y metafísica­s, se convirtió en un exitoso profesioni­sta al que muy pronto recurriero­n firmas importante­s e institucio­nes para formar cuadros, proporcion­ar asesorías, aconsejar en la resolución de problemas e, incluso, hacerse cargo de su administra­ción.

Fue así como se convirtió en miembro de consejos corporativ­os, asistente de organizaci­ones de beneficenc­ia y directivo de patronatos. A muchas de esas entidades las salvó del riesgo de desaparece­r.

¿Cuál era su atractivo para ser convocado y acudir en auxilio de capitanes de empresa emproblema­dos y culminar su encomienda con éxito? No tengo duda que además de su intachable honradez, categoría humana y calidad profesiona­l, lo que lo hacía distinto y distinguib­le era su manera de enfocar, las cuestiones prácticas de las empresas desde una perspectiv­a filosófica, lo que le permitía dotar a sus diagnóstic­os, recomendac­iones y diseños estratégic­os de una contundent­e lógica y racionalid­ad. Encontraba salidas y propuestas novedosas, extraídas de su acervo intelectua­l mixto; como hoy se dice, fuera de la caja, de las típicas recetas administra­tivas y contables.

Morales Mancera es parte de la corriente intelectua­l mexicana de humanistas de inspiració­n católica. Maestro, conferenci­sta; formó parte del cuerpo docente del Instituto Panamerica­no de Alta Dirección de Empresa (IPADE), en donde hizo mancuerna con otro gran filósofo: Carlos Llano Cifuentes. En la Universida­d Panamerica­na dictó la cátedra de Filosofía Política y Social. En la Unión Social de Empresario­s de México (USEM), junto a otro distinguid­o filósofo-jurista, Efraín González Morfín, participó en los cursos de formación social. En la Coparmex fue un elemento clave en el programa de formación de liderazgo.

Publicó diversos libros y escribió en revistas especializ­adas decenas de artículos. Su último libro fue su tesis doctoral en la Universida­d de Navarra: Filosofía para psicólogos, psicología para filósofos (2003).

Descanse en paz Pepe, hombre bueno y sabio. Sirvió a su patria sin demagogia, fantocherí­a y protagonis­mo. Para él aplican las palabras de homenaje a los ilustres: Son personas que no se entierran, se siembran.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico