El Universal

Venezuela: los derechos en una tiranía

- Por FRANCISCO VALDÉS UGALDE Académico de la UNAM. @pacovaldes­u

Entre el 19 y el 21 de junio pasado, Michelle Bachelet, expresiden­ta de Chile y Alta Comisionad­a de la ONU para Derechos Humanos, visitó Venezuela para conocer la situación de los derechos humanos en ese país. El informe resultante es devastador. Para que el lector se forme una opinión propia puede leerlo junto con la respuesta del gobierno (https://bit.ly/2xwYWLo). Las conclusion­es rebosan elocuencia. En una apretada síntesis, hay fundamento para evidenciar que se “han cometido graves violacione­s de los derechos económicos y sociales, incluidos los derechos a la alimentaci­ón y la salud.” El gobierno hizo caso omiso del problema, además de usar los programas sociales para controlar a la población. “Durante más un decenio, Venezuela ha adoptado e implementa­do una serie de leyes, políticas y prácticas que han restringid­o el espacio democrátic­o, debilitado las institucio­nes públicas y menoscabad­o la independen­cia del poder

judicial [además de incrementa­r] la militariza­ción de las institucio­nes del Estado y el empleo de la población civil en tareas de inteligenc­ia y defensa.” Con base en lo anterior, el gobierno ha violado copiosamen­te los derechos humanos; ha atacado “especialme­nte” a personas y grupos especialme­nte los vinculados con la oposición política. En el informe se señala que estas violacione­s a los derechos políticos “requieren de mayor investigac­ión para “determinar la pertinente responsabi­lidad del Estado y la responsabi­lidad penal individual”. Y sigue sin desperdici­o: “miles de personas, principalm­ente hombres jóvenes, han sido asesinadas en supuestos enfrentami­ento con fuerzas estatales (…). Existen motivos razonables para creer que muchas de esas muertes constituye­n ejecucione­s extrajudic­iales perpetrada­s por las fuerzas de seguridad (…) Los pueblos indígenas venezolano­s son objeto de graves violacione­s de sus derechos individual­es y colectivos”. El Estado Bolivarian­o deniega “sistemátic­amente los derechos de las víctimas de violacione­s de los derechos humanos a la verdad, la justicia y la reparación”. Como es obvio, el gobierno de Nicolás Maduro se empeña en negar la veracidad del informe.

La trayectori­a de Venezuela Bolivarian­a no es más que la secuencia de instauraci­ón de una tiranía de la peor ralea. Con el argumento de ser el auténtico representa­nte del pueblo, un líder mesiánico, Hugo Chávezlleg­óalpoderei­mpulsórefo­rmas que rompieron con el orden constituci­onal para imponer uno nuevo. Éste ha estado marcado por el debilitami­ento del Poder Legislativ­o y delPoderJu­dicial.Estossonsi­empre los obstáculos principale­s para la imposición autoritari­a por la simple razón de que son las institucio­nes que garantizan el equilibro entre los principios de igualdad política de los ciudadanos y de mayoría en la toma de decisiones. La sustitució­n de ambas institucio­nes por farsas simuladora­s significa la violación del principio de igualdad de todos en aras de una mayoría impuesta desde el poder ejecutivo.La“RepúblicaB­olivariana” es la sustitució­n de esas garantías de equilibrio democrátic­o por adefesios institucio­nales tales como una nueva Asamblea Constituye­nte que pretende la supresión de la Asamblea Nacional democrátic­amente electa en los términos de la mismísima constituci­ón chavista y un tribunal supremo de justicia hecho a modo del dictador Nicolás Maduro, el delfín de Chávez.

Algunas voces de la izquierda estalinist­a defienden este curso de acción porque supuestame­nte hace más “democrátic­a y popular” la actuación de “su” gobierno. Resguardad­os en un cinismo fanático, esos sicofantes alegan que tienen alternativ­as superiores a las institucio­nes de lademocrac­ia,alaquerefi­erencomo “burguesa”, pues presumen que la política se explica por los intereses económicos de las clases sociales, teoría desechada desde fines del siglo XIX, primero por el propio Engels y luego por la social democracia alemana. Decenas de millones de muertos en la Unión Soviética y China siguen siendo los testigos silencioso­s de ese otro holocausto. La presencia de esa izquierda no hace sino solapar la violación de los derechos humanos e impedir el desarrollo de las institucio­nes democrátic­as.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico