Herles Velasco Internet y lenguaje
Hace unos días, la editorial Piverhead de Penguin presentó el libro Because Internet, entendiendo las nuevas reglas del lenguaje, de la autora Gretchen McCulloch, lingüista especializada en Internet encargada desde hace tiempo en analizar el lenguaje en la red para usuarios de esta plataforma y autora de una columna sobre el lenguaje de Internet y redes en la revista de cultura digital WIRED.
En este libro, McCulloch asegura que la forma de usar el lenguaje en estos medios no lo han “empeorado”, al contrario. La inclusión de expresiones como LOL para hacer alusión a la ironía, hasta los emoticonos, le han dado al idioma (cualquiera que sea), una riqueza insuperable pues se esfuerza por dar contenido a la palabra escrita mostrando lo que una mirada o un gesto podrán señalar en una conversación. Y así, haciendo uso de gifs, emoticonos y la reutilización lúdica de la puntuación estándar, McCulloch asegura que los nativos de Internet están aportando una delicadeza y ciertos matices sin precedentes que están cambiando y modernizando su prosa.
Se trata de entender estas nuevas reglas del lenguaje que, como todo en Internet, va muy rápido y aun así logra que sus usuarios, sobre todo los más jóvenes, se vayan
adaptando. En lugar de criticar esta nueva fluidez en la gramática, habría que entender su capacidad de otorgar al lenguaje una libertad que el formalismo académico no permite, lo cual no significa que no tenga sus propios códigos e incluso, quien no lo controla, puede exponerse a malas interpretaciones.
En las últimas décadas se ha pasado de la lengua regulada, a una prosa verdaderamente casual, intencionalmente efímera, y que no sólo se limita a los mundos virtuales, estas expresiones se han convertido en el centro de la vida cotidiana; argumento que la autora sustenta tras un estudio realizado a casi un millón de usuarios de redes sociales que reveló que los mensajes en 2008 eran menos complejos y estructurados que los de, apenas, un par de años antes.
Tal vez los que pertenecemos a la vieja escuela estemos en desacuerdo con algunas de las tesis de la autora en muchos de los puntos que ella considera positivos, lo cierto es que Internet ha cambiado la forma de ver, por parte de todos, esta nueva forma de comunicación, la que además no mostraba ni siquiera posibilidades de existir cuando los grandes lingüistas como Ferdinand de Saussure, por ejemplo, establecieron las bases del lenguaje y la forma correcta y eficaz de utilizarlo para estructurar mensajes funcionales y sobre todo significativos, partiendo de estructuras comunicativas planeadas para facilitar la interacción entre los hablantes.
Sin duda resulta interesante, y hasta necesario, leer el libro de Gretchen McCulloch para entender sus argumentos y tomar una postura mucho más sólida al respecto, claro, con una previa revisión a Saussure o al mismos Roland Barthes, quienes dedicaron su vida entera y estudios a la correcta estructuración del lenguaje; son también indispensables.
@Lacevos
En las últimas décadas se ha pasado de la lengua regulada, a una prosa verdaderamente casual, intencionalmente efímera, y que no sólo se limita a los mundos virtuales, estas expresiones se han convertido en el centro de la vida cotidiana.