LA BOMBA ES DEL AMÉRICA
LAS ÁGUILAS OFICIALIZAN EL REGRESO DEL PORTERO GUILLERMO OCHOA.
Lo que parecía un bomberazo inalcanzable, el América lo hizo posible: sacar de Europa a Guillermo Ochoa y traerlo al Nido.
Santiago Baños, presidente de las Águilas, cerró con éxito el acuerdo con la directiva del Standard de Lieja, y por un precio menor de lo que se podría imaginar. Casi un millón de dólares.
Además del amor que el tapatío profesa a los de Coapa, lo que lo convenció fue la oferta de ser uno de los mexicanos mejor pagados en la Liga MX (4.4 mdd anuales) y un contrato por tres años.
Aunque la negociación tuvo un ritmo apresurado, las instituciones mexicana y belga tardaron en soltar el humo blanco hasta resolver detalles económicos, por lo que el América esperó hasta la noche, para hacer oficial la llegada del cancerbero de 34 años de edad.
A pesar de que el área de inteligencia deportiva del club estaba lista para ejecutar el “Plan B” —firmar a un meta sudamericano—, la prioridad del equipo más ganador y criticado en México fue Ochoa.
La intención es evitar las dudas en la plaza que el argentino Agustín Marchesín dejó, por irse al Porto a perseguir el anhelo de jugar en Europa, un sueño que Ochoa ya cumplió tras su paso por Francia (Ajaccio), España (Málaga y Granada) y Bélgica (Standard de Lieja); en este último su contrato había finalizado parcialmente, pero al no formalizar con otro club, una cláusula lo condicionó a retornar, muy a su pesar, al mismo tiempo que su valor descendió 3 mdd.
La decisión también se conjuga
con la exitosa trayectoria que Marche estampó; por ello, la fanaticada no quiere aceptar ni otorgar el beneficio de la duda a un portero sin renombre. Desde ahora, el americanismo festeja y se ilusiona, de lo contrario “no Memo, no party” (Sin Memo, no hay fiesta).
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