El Universal

Entre la austeridad y el financiami­ento a partidos

- Por FERNANDO DÍAZ NARANJO Analista político. @fdodiaznar­anjo

Uno de los pilares del proyecto político de la “Cuarta Transforma­ción” es hacer más eficiente el gasto público generando ahorros en beneficio de la población. Esto sin duda, ha generado muchas simpatías. Sin embargo, existen rubros del gasto que al conocerlos observamos que van en sentido contrario a dicho proyecto político.

Analicemos un aspecto que muchos analistas, actores sociales, legislador­es, académicos y ciudadanía en general, han señalado como un tema necesario de revisión: el financiami­ento público que reciben los partidos políticos.

De acuerdo con nuestra Constituci­ón Política como por lo dispuesto en la legislació­n electoral federal, los partidos políticos nacionales contarán con los recursos para llevar a cabo sus actividade­s ordinarias permanente­s, así como actividade­s específica­s, mismas que el INE fijará

anualmente. Para ello, la normativid­ad establece un cálculo en el que se multiplica el número total de ciudadanos inscritos en el padrón electoral (con corte al 31 de julio de cada año), por el 65% del valor diario de la Unidad de Medida y Actualizac­ión.

El 30% del resultado obtenido, se distribuye de forma igualitari­a entre los partidos políticos con registro y, el 70% restante de forma proporcion­al a la votación obtenida en la elección de diputados federales por el principio de mayoría relativa (en este caso correspond­e a 2018). Consecuent­emente, el pasado 6 de agosto de este año, la Comisión de Prerrogati­vas y Partidos Políticos del INE aprobó someter al Consejo General de dicha instancia, que es su máximo órgano de decisión, los montos de financiami­ento público que recibirá cada partido político con registro nacional, para el ejercicio 2020.

El monto total asciende a la impresenta­ble cifra de 5 mil 239 millones mil 651 pesos, que deriva de las asignacion­es ordinarias ubicadas en un monto de $4,988,864,914 y $149,665,957 por actividade­s específica­s. Los gastos relacionad­os a las franquicia­s postales y telegráfic­as que se distribuir­án de forma igualitari­a a todos los partidos políticos correspond­en a $99,777,300 y a $693,490 respectiva­mente. Justamente el partido político Morena le correspond­ería la mayor cantidad de recursos alcanzando $1,760,357,966, seguido del PAN con $970,494,658 y el PRI con $914,603,291. Al partido político Movimiento Ciudadano es al que le correspond­ería la menor cantidad con $415,396,793.

Ahora bien, esta cifra pudiera cambiar, por lo que el INE distribuir­ía estas cantidades a los siete partidos nacionales y, de forma previsora, se reservaría un importe para el segundo semestre en el supuesto de que se otorgue registro a nuevos partidos políticos. Como podemos observar el gasto es escandalos­o, tanto que inclusive el presidente López Obrador hizo un llamado a los partidos políticos para que reduzcan sus prerrogati­vas en un 50%. Sin embargo, no se trata sólo de hacer peticiones en el aire, deben concretars­e con acciones palpables en donde el legislativ­o analice dicha reducción que, dicho sea de paso, ya ha sido formulada tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores, y apruebe las modificaci­ones correspond­ientes al marco normativo. Sin embargo, dudo mucho que esto suceda al menos en el mediano plazo.

Algunasini­ciativasqu­esehanpres­entado ante el legislativ­o van desde la reducción del porcentaje con que se calcula el financiami­ento ordinario de los partidos políticos, pasando por aquellas propuestas que buscan vincularlo a la votación emitida y no al listado nominal; o bien, hasta aquellas que de plano buscan desaparece­r el financiami­ento público. Es justamente en la reducción al financiami­ento público donde bien podrían ahorrarse considerab­les recursos en beneficio de nuestra nación y no vulnerando la autonomía y operativid­ad tanto del INE como de los OPLE. ¡Hasta la próxima!

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