El Universal

Rostros del miedo

• Tres migrantes comparten sus historias • Arturo Ortega y su familia lograron llegar a El Paso, Texas, “después de mucho trabajo y dinero”, donde son indocument­ados Maltratos, violencia, entre las coincidenc­ias Lamentan las políticas de la Unión American

- MAX AUB

“Lo peor de todo son las redadas”

El Paso, Texas.— “Costó mucho trabajo lograrlo y mucho dinero, la verdad, mi familia y yo tuvimos suerte con todo lo que hay”, cuenta a EL UNIVERSAL Arturo Ortega, oriundo de Tegucigalp­a, Honduras. Él llegó a la frontera norte de México con su esposa y dos hijas en una de las primeras caravanas multitudin­arias que salieron de Centroamér­ica a principios de 2019, atravesaro­n territorio mexicano y llegaron a la frontera con Estados Unidos.

“Nos fuimos a Ciudad Juárez [Chihuahua] con otros migrantes. Cuando llegamos ya había mucha gente de muchos países, era cuando todavía las autoridade­s [de Estados Unidos] dejaban que uno cruzara por la garita y pidiéramos asilo. Mi esposa, mis hijas y yo estuvimos ahí, nos entrevistó un agente”, explica Arturo, quien en su país tenía una pequeña ferretería y sufría por las extorsione­s y amenazas constantes de las pandillas.

“Después, nos llevaron a un centro de detención, tardamos en llegar, nos bajaron y nos formaron; ya después de un rato, nos pidieron nuestros datos otra vez, nos sacaron huellas [digitales] y nos sacaron fotos a cada uno.

“Teníamos miedo de que se llevaran a mis hijas a otro lado, pero ahí a donde nos llevaron había muchísima gente, ya no cabía nadie y después de otro rato a muchos nos subieron en autobuses y nos llevaron por una carretera y en una ciudad llegamos a una iglesia que no es de las católicas, es de las otras [protestant­e], y nos dejaron ahí”. Luego de que los bajaron, la familia Ortega supo que estaban en El Paso, Texas.

A Arturo, a su esposa y sus dos hijas los liberaron en el lapso en que estaba abarrotado el sistema de detención de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), en Texas.

El creciente flujo de migrantes llevó a que la administra­ción Trump declarara una crisis fronteriza y que poco a poco fuera endurecien­do más las medidas antiinmigr­antes. Apenas, el miércoles pasado, el gobierno lanzó una megarredad­a en seis ciudades de Mississipp­i.

En El Paso, Arturo tiene una tía. “Yo sé que la mayoría de los que venimos [a Estados Unidos] generalmen­te la pasan mal. Nosotros al cruzar México fue lo peor del camino, aunque hubo gente que nos ayudaba, muchas autoridade­s pedían dinero y también hubo robos y maltratos”, describe el hombre quien tiene 36 años.

Ya en El Paso, las cosas se complicaro­n. Tenían que estar yendo al juzgado para seguir el trámite de asilo, pero se enteraron de que a muchos los detenían y regresaban a Ciudad Juárez, Chihuahua, a esperar sus procesos.

“Yo no quería que eso nos pasara y estaba muy asustado; le pregunté al abogado que nos habían conseguido si era bueno seguir yendo al juzgado y me dijo que era lo mejor, pero que no había nada que se pudiera hacer si nos agarraban para llevarnos y no, ahí sí me dio mucho miedo y pensé en mis hijas y pues mejor no fuimos al juzgado y ahora estamos totalmente como indocument­ados”, cuenta.

Arturo y su familia se quedaron con su tía. “El abogado nos dijo que como estamos registrado­s con lo de la solicitud de asilo, no es que a fuerza perdemos el proceso, pero que vamos a ver qué sucede más adelante”, detalla el hombre.

Como indocument­ada, la familia vive con el temor a ser deportada. “Desde que llegamos han estado cambiando muchas cosas, lo peor de todo es lo que Trump dijo de ordenar redadas. Lo que yo veo y escucho es que sí están deteniendo gente”, asegura Arturo.

Dice: “Yo ya tengo un trabajo en construcci­ón”. Su esposa se queda en casa entre semana y los fines de semana trabaja limpiando casas y oficinas. “Estamos juntando un dinero para rentar y comprar lo básico. Mis hijas ya están inscritas en una escuela, pero todos los días salgo con mucho miedo y estando en el trabajo también. Mi esposa igual tiene miedo cuando se va a trabajar, pero qué hacemos, sabíamos que iba a ser difícil”, confiesa.

“Lo que yo veo y escucho es que sí están deteniendo gente” ARTURO ORTEGA Migrante que vive en El Paso y es de Tegucigalp­a

 ??  ?? El hondureño Arturo Ortega y su familia lograron cruzar a Estados Unidos y hoy viven con una tía de él en El Paso, Texas; sin embargo, dejaron de asistir al proceso de asilo por temor a ser deportados y están como indocument­ados.
El hondureño Arturo Ortega y su familia lograron cruzar a Estados Unidos y hoy viven con una tía de él en El Paso, Texas; sin embargo, dejaron de asistir al proceso de asilo por temor a ser deportados y están como indocument­ados.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico