La marca premium “más mexicana”
Presidente y CEO de BMW Group Latinoamérica
En más de un sentido, el mercado mexicano goza de una posición envidiable contra otros países en la venta de autos.
Los mexicanos contamos con un mercado que vende más de un millón de coches de manera anual (cantidad similar a Italia o España) y esta cifra podría aumentar con condiciones económicas ideales o por lo menos, más favorables.
Además, en México contamos con una de las ofertas más ricas en términos de variedad y accesibilidad para todo tipo de cliente.
Y es que, como en pocos mercados del mundo, en México encontramos una peculiar mezcla de productos pensados para el público europeo con marcas como SEAT y Peugeot; vehículos económicos para naciones emergentes como los autos de Suzuki, Nissan y Renault; autos completamente “americanizados” como los de Jeep o RAM; y, finalmente, modelos con las más altas prestaciones de desempeño como los de BMW, Mercedes-Benz, Porsche y más.
Para conocer cómo es que BMW interpreta al mercado mexicano, esta semana platicamos con Alexander W. Wehr, CEO de BMW para América Latina, quien confía en el potencial de esta región.
¿Qué papel juega Latinoamérica en los planes y resultados de BMW en el mundo?
— Sin lugar a dudas, América Latina es quizás de las regiones más importantes a nivel global para BMW. Hay más de 600 millones de habitantes en esta parte del mundo y, obviamente, lo vemos como una oportunidad de negocios enorme. Además, vemos en Latinoamérica un crecimiento de la clase media en casi todos los países y, de hecho, en 2018 esta región fue el mercado que más creció en términos relativos.
Ocho
de sus modelos actuales están “electrificados”.
Crecimos con todas nuestras marcas casi el 8% y esto está por encima del registro de China, Estados Unidos y Europa.
Esto fue un buen reconocimiento al esfuerzo y al empeño que hacemos todos los que trabajamos y somos parte de BMW, ya sea como empleados o como clientes.
Además, creo que la ideología de la marca va muy bien con la forma de ser de los latinos. Construimos vehículos que sean agradables para manejar y a la mayoría de los latinoamericanos les gusta hacerlo y les gusta sentir la emoción de las altas velocidades.
Al encontrarnos en un mercado emergente, nuestros autos son vistos como un privilegio de individualidad y de autorrealización, lo cual valoramos mucho.
La mejor muestra de nuestra confianza en la región es la construcción de nuestra planta de ensamble más moderna del mundo en México y en correspondencia, vemos que en toda América Latina (incluyendo al mercado mexicano) somos los líderes de ventas en los segmentos premium.
Este año celebraron 25 años de actividades en México, ¿qué aprendizaje les ha dejado este tiempo en nuestro país? — BMW es una marca que tiene en nuestro país en los primeros seis meses del año en curso.
una filosofía en la que se estudia la entrada a cada mercado para que, una vez iniciadas las actividades, éstas sean a largo plazo.
No sé si recuerdes, pero en ese entonces nuestro eslogan comercial fue “BMW llegó para quedarse en México” y ve cómo estamos hoy. Estamos muy por encima en ventas de nuestra competencia y eso sin tomar en cuenta las ventas de MINI. Hasta tenemos una planta de ensamble con una inversión de más de mil millones de dólares.
No somos una marca que cambia sus planes, sus perspectivas o sus opiniones de un día al otro y en México estamos honrados de cumplir 25 años que han sido difíciles pero llenos de satisfacciones.
Llegamos en 1994 y como bienvenida, nos encontramos con la crisis económica de ese año. Sin embargo, al igual que los mexicanos, hemos sabido salir adelante en tiempos difíciles y seguiremos aquí por muchos años más.
Tuvimos la oportunidad de manejar el nuevo Serie 3 mexicano y, prácticamente, no vimos ninguna diferencia con el modelo ensamblado en Alemania. ¿Cómo lograron esto? —“Nosotros lo tenemos muy claro desde que nos definimos como una marca premium: tener un BMW es una promesa.
Es una promesa de calidad, de vanguardia en tecnología, en emoción y placer de conducir.
Es lógico que, cuando pensamos en un BMW ensamblado en México, nos venga a la mente la idea de que éste puede ser malo o de menor calidad al de un alemán. Sin embargo, nuestros productos siempre tienen que ser igual.
En Alemania, México, Estados Unidos o Uruguay, cualquiera de nuestros autos producidos en nuestras 30 plantas debe de tener la garantía de esta promesa que le damos a los clientes.
Para lograrlo, ponemos mucho esfuerzo en la capacitación a nuestros empleados. En México, inauguramos casi dos años antes de la apertura de la planta nuestro centro de entrenamiento para jóvenes potosinos y de todo el país.
Una de las cosas en las que creo que nos diferenciamos de cualquier otra planta de autos o de otras industrias es que calificamos a los jóvenes mexicanos para volverlos mejores en diversos aspectos.
Tenemos una estrategia en la que, además de emplearlos, incentivamos a quienes son parte de las 10 principales carreras relacionadas al armado de un auto como ingeniería, mecatrónica, negocios, administración y más.
A esta estrategia, la llamamos “formación dual”, pues invitamos a que nuestros empleados estén un 50% de su tiempo en la planta y otro 50% en la universidad o en cursos propios para actualizarse, tener nuevos conocimientos y en general, ser personas más preparadas.
Esto pasa en San Luis Potosí, en Múnich, en Araquari y en todas las partes del mundo donde tenemos una planta de ensamble.
¿Cuáles son los siguientes pasos de infraestructura o inversión de BMW en nuestro país? Recientemente inauguramos el corredor de cargadores eléctricos que conectan a la Ciudad de México con San Luis Potosí con el objetivo de tener 500 kilómetros de red de carga para cualquier vehículo eléctrico. No solo los de BMW, sino cualquier auto eléctrico o plug-in hybrid puede utilizar estas estaciones sin costo alguno.
Naturalmente, ese es nuestro siguiente paso, pues hemos visto que la electricidad es el camino a seguir si te quieres considerar una marca con vanguardia tecnológica.
Nos interesa mucho involucrarnos en este tipo de tecnología porque tenemos claro que el éxito de cualquier forma de propulsión se basa en la facilidad de su uso. Nosotros podemos tener los mejores eléctricos del mundo o los mejores híbridos enchufables, pero si no brindamos las condiciones necesarias para que nuestros clientes los usen, no sirve de nada.
Creo que en BMW tenemos una mezcla muy interesante en el desarrollo de todo tipo de tecnologías. Puedes fijarte en nuestros vehículos con mayor desempeño y podrían ser considerados los mejores autos a gasolina del mundo. Mientras tanto, tenemos uno de los híbridos más avanzados del mundo como el i8 y también tenemos autos con este tecnología para la vida diaria como el X5 o el Serie 3.
Somos creyentes de que todo tipo de propulsión tendrá cabida en el mundo y por esa razón, ofrecemos lo mejor en cada uno de ellos.
No obstante, estamos seguros que la tecnología más eficiente es la eléctrica y hacia allá dirigiremos nuestros esfuerzos de inversión.
Tenemos el objetivo de conectar a México con una red de cargadores eléctricos hacía el sur y el norte.
Somos ambiciosos y queremos crear un corredor para autos eléctricos hacia Estados Unidos y, ¿por qué no?, hacia Sudamérica.
Hemos hecho una buena colaboración con Nissan y con la Comisión Federal de Electricidad para mejorar las condiciones de infraestructura en términos de electrificación en movilidad. Sin embargo, hay mucho más que podemos hacer para ser más atractivos.
Actualmente, hemos instalado una mayor cantidad de cargadores eléctricos en la Ciudad de México de los que hemos puesto en Múnich, sin embargo, queremos crecer aún más este número. Wehr asegura que las inversiones futuras irán hacia la electrificación.
BMW inauguró su primera planta de producción en México hace dos meses
Destaca la labor de capacitación integral de los empleados mexicanos en la planta
La marca alemana es líder de vehículos de pasajeros premium en México
Este año celebran 25 años de actividades comerciales en México