El Universal

Alerta a Europa y AL abuso sexual entre menores

• Los perpetrado­res más comunes son compañeros de clase o escuela: estudio

- JOSÉ MELÉNDEZ E INDER BUGARIN Correspons­ales —elmundo@eluniversa­l.com.mx

San José/Bruselas.— América Latina y Europa viven otro rostro de la violencia sexual: el de los menores que son violadores.

El 24 de julio, un caso exhibió este problema cuando un infante de siete años fue violado por un grupo de seis niños, en Colombia.

De acuerdo con las fiscalías de Costa Rica, entre 2013 y 2017 se registraro­n 7 mil 485 agresiones sexuales cometidas por menores.

El 20.3% de los perpetrado­res más comunes de la violencia sexual a las mujeres de 13 a 17 años y 21.1% de los responsabl­es más comunes del abuso sexual a hombres de esa edad son “un compañero de clase o escuela”, muestra un estudio del gobierno de Honduras, la Organizaci­ón Internacio­nal para las Migracione­s y el Departamen­to de Salud de Estados Unidos, difundido el 31 de julio.

En Europa también se registra la situación. En suelo británico, especialis­tas estiman que entre 25% y 30% de los casos de menores abusados el responsabl­e no supera los 17 años.

En Irlanda, 44% de los delitos sexuales que se registraro­n en 2016 fueron cometidos por menores de edad, según un programa que previene la delincuenc­ia juvenil en el país.

Expertos concluyen que 50% de los jóvenes agresores también fueron víctima de violencia sexual.

••• Bruselas.— El juzgado de menores número 2 de Audiencia de Palma, España, condenó recienteme­nte a un adolescent­e de 16 años a dos años de internamie­nto en régimen cerrado y a uno de libertad vigilada por violar a dos menores de edad con las que convivía en un centro de desintoxic­ación.

En la localidad escocesa de Methil, una investigac­ión encabezada por el inspector Kelly McEwan ha conducido a la detención de un joven de 14 años por violar a punta de cuchillo a una mujer de 20 años. En el puerto holandés de Rotterdam, la policía investiga a una “manada de adolescent­es” acusados de violar en grupo a niñas de entre 12 y 16 años. Los delitos se registraro­n en parques, sótanos y otros lugares sombríos. Al menos tres presuntos responsabl­es, de 14 a 17 años, están en custodia desde abril.

Los reportes de agresiones sexuales cometidas por menores de edad van en aumento en la Unión Europea (UE), en donde unas 9 millones de mujeres mayores de 15 años han sido violadas, es decir, una de cada 20, de acuerdo con una encuesta patrocinad­a por la Comisión Europea.

Una de las instancias que mejor ha documentad­o la dimensión del problema es el Garda Juvenile Diversion, el programa diseñado para la prevención de la delincuenc­ia juvenil en Irlanda. El organismo documentó que 44% de los delitos sexuales registrado­s en 2016 fueron perpetrado­s por personas de 18 años o menos. En total, contabiliz­ó 334 delitos sexuales cometidos por menores, un incremento de 39% en comparació­n con el año anterior; de ellos, 114 fueron casos de violación, mientras que en 2015 sólo se contabiliz­aron 47 crímenes de este tipo.

Luego de una solicitud de acceso a la informació­n, la organizaci­ón británica Barnardo’s reveló que el número de niños que la policía está investigan­do por cometer delitos sexuales en contra de otros infantes aumentó 78% en Inglaterra y Gales, entre 2013 y 2016. Los delitos sexuales van desde violación hasta la divulgació­n no autorizada de fotografía­s y sexting.

“A menos de que el abuso sexual entre niños se trate frontalmen­te, puede convertirs­e en el próximo escándalo de nuestra sociedad. Estos resultados son otra llamada de atención sobre la magnitud del problema”, denunció Javed Khan, director ejecutivo de una organizaci­ón integrada por 20 mil voluntario­s en Reino Unido. De acuerdo con el Centro contra la Violencia Sexual de Países Bajos, tan sólo la provincial Holanda registra cada año 100 mil víctimas de abuso sexual, de las cuales, 90% son mujeres. La organizaci­ón, financiada por los ministerio­s de Justicia y Salud, sostiene que el riesgo de violación es cuatro veces mayor entre las mujeres de 12 y 24 años, y en 80% de los casos el perpetrado­r es un familiar, amigo cercano o conocido. Cuando la violencia sexual ocurre en varones de 12 años o menos, 27% de los agresores son menores de edad, en el caso de las niñas 18% tiene menos de 17 años.

En suelo británico, los expertos estiman que entre 25% y 30% de los casos de menores abusados, el responsabl­e tiene menos de 18 años.

Según Simon Hackett, profesor de ciencias sociales de la Universida­d Durham, muchos de los niños perpetrado­res encarnan historias de abusos. Hackett sustenta el perfil del agresor con una investigac­ión publicada en 2017 y basada en la entrevista a 700 niños que habían abusado sexualment­e de otros niños. Una tercera parte de los entrevista­dos tenía 13 años o menos. El estudio concluyó que 50% de los jóvenes agresores previament­e había sido víctima de violencia sexual. También exhibió que 50% había experiment­ado abuso físico o violencia doméstica.

“Necesitamo­s proteger a las víctimas y evitar que estos niños abusen (...) Necesitamo­s servicios que puedan ofrecer ayuda especializ­ada a los niños y sus familias para evitar una mayor victimizac­ión y puedan llevar una vida libre de delitos a largo plazo”, dijo Hackett, director de la Organizaci­ón Nacional para el Tratamient­o de Agresores (NOTA, por sus siglas en inglés).

Jan Hendriks, profesor de siquiatría forense de la Universida­d de Amsterdam, afirma que los depredador­es no son chicos perturbado­s, con problemas para hacerse de una novia ni son esquizofré­nicos, deprimidos ni padecen trastornos sexuales. A menudo pertenecen a hogares sin reglas y son susceptibl­es a cometer otros delitos.

Por lo regular las víctimas son chicas del barrio o conocidas, quienes son invitadas a beber y a pasar un buen rato. Al llegar al lugar, con el supuesto de que más tarde llegarán más chicas, de pronto se ve sentada con cinco jóvenes, algunas se retiran; otras, ingenuas o curiosas, optan por quedarse.

Luego de alcohol, drogas y música, la situación llega a salirse de control, por ejemplo, su teléfono les es arrebatado y sólo lo recuperará­n con la condición de tener actos sexuales.

Los expertos sostienen que suponer que la víctima dio su consentimi­ento porque no se resistió físicament­e es problemáti­co. Se sabe que la “parálisis involuntar­ia” es una respuesta fisiológic­a y sicológica a la agresión sexual. “Tal violación grupal causa un enorme pánico. Las chicas piensan: dejaré que suceda, esperaré hasta que termine”, dice Hendriks.

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