En un parpadeo, volver
El futbol tiene todo que ver con el amor. En mi particular punto de vista se parecen y se hacen uno, amor y futbol no se olvidan . El paso de los años y la distancia enriquecen la relación. Si no lo creen, pregúntenle a Paco Memo; a San Francois, quien persiguiendo el sueño europeo fue a dar al ilustre Ajaccio que marcó el derrotero de esta historia. Era impensable que hace 8 años, dejara el nido que lo vio nacer futbolísticamente desde los 10 años para ir a defender otros colores en Francia.
Hace 34 años que Ochoa nació en Guadalajara, había un solo jugador mexicano en Europa; al correr de los años, los mexicanos llegamos a contar a más de 15 futbolistas distribuidos en ligas europeas y un único portero que ya contamos entre los regresos.
Éste de Paco Memo es por lo pronto el último hasta este momento, pero no es un volver cualquiera. Es presagio de que hará época porque amor con amor se paga y futbol también. México no es el mismo de hace 11 años que te fuiste, quien no vea que hemos cambiado está equivocado. Difiero de quienes
piensen que no existe el amor a la camiseta, el amor es una elección y el futbol también.
Paco Memo es el viajero que detiene su andar al soplo de vida y platea sus sienes sin aferrarse salvo al jugar bajo el travesaño del viejo estadio donde el eco dijo tuya es su vida y tuyo también su querer.
Siempre se vuelve al primer amor poblado de recuerdos de glorias pasadas. Así es como el América celebra que en esta historia nunca hubo olvido que todo destruye y por el contrario guardó escondida una esperanza humilde que deseamos sea toda fortuna para su corazón y el del futbol mexicano.
Bienvenido Paco Memo Ochoa. •