Urgente establecer contralorías a alertas de género
En los últimos años México ha instrumentado acciones para atender el feminicidio, pero su efectividad no ha sido la esperada. Con horror e indignación seguimos conociendo todos los días casos en los que las niñas, adolescentes y mujeres desaparecen a cualquier hora del día para arrebatarles la vida de la manera más cruel.
Nos encontramos ante una emergencia nacional, donde el número de mujeres asesinadas, violentadas y desaparecidas a nivel municipal, estatal y nacional dejó de ser un hecho aislado.
El mecanismo de alerta de violencia de género ha sido esencial en la violencia contra las mujeres porque pone la atención en los estados y en los municipios donde más violencia ha habido, pero ha resultado insuficiente.
Es el caso del Estado de México, la primera entidad del país en la que el 31 de julio de 2015 se declaró la alerta de género en 11 municipios: Ecatepec de Morelos, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla de Baz, Toluca de Lerdo, Chalco, Chimalhuacán, Naucalpan de Juárez, Tultitlán, Ixtapaluca, Valle de Chalco y Cuautitlán Izcalli.
Año, que de acuerdo con estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública,cerrócon62casos.En2019,de enero a junio, ya suma 42 carpetas de investigación por feminicidio, lo que lo ubica en el segundo lugar de esta incidencia delictiva.
Uno de los casos más recientes ocurrió el sábado 3 de agosto pasado, en Ecatepec de Morelos, cuando Graciela, de 42 años de edad, salió desudomicilioparadirigirseaNaucalpan. Desde ese momento su familia
no volvió a saber de ella.
Cinco días después las autoridades dieron la fatal noticia a su familia: sus restos fueron encontrados embolsados, en el municipio de Tecámac. No hay detenidos por el caso.
El feminicidio representa 0.69% en la incidencia delictiva total en enero-junio de 2019. Veracruz ocupa el primer lugar con 98 carpetas de investigación por este delito. A casi tres años de haberse decretado la alerta de violencia de género en 11 de sus municipios, el 23 de noviembre de 2016, se incrementaron los feminicidios, concentra el 2.29 por ciento del total nacional.
Los casos que se suman a la estadística ocurrieron hace unos días. A dos mujeres les arrebataron la vidaenlosmunicipiosdeCoatzacoalcos y Jáltipan de Morelos.
Una mujer, de 30 años de edad, fue encontrada degollada y con las manos atadas en un terreno baldío en la colonia Popular Morelos. Los restos ya presentaban signos de descomposición. No ha sido identificada.
En Jáltipan de Morelos, Sonia F., de 43 años de edad, fue encontrada sin vida y desnuda en un camino de terracería, horas después de haber desaparecido. Sus familiares reportaron la desaparición luego de que saliera de su vivienda a realizar sus necesidades fisiológicas.
Este clima de violencia ha dejado desolación, tristeza, dolor, hogares vacíos, madres, padres, hijos, hijas en el desamparo, de ahí la urgencia de una política de Estado eficiente que atienda y cese la violencia contra las niñas, adolescentes y mujeres.
En lo que va del nuevo gobierno, no ha habido ninguna acción contundente para frenar los feminicidios ni la violencia contra niñas, adolescentes y mujeres. Solamente hay un decálogo de declaraciones y buenas intenciones, pero eso no le devuelve la vida a las mujeres.
Es importante que autoridades, legisladores, académicos, y sociedad civil en su conjunto reflexionemos sobre la realidad de las mujeres y de las víctimas directas e indirectas de la violencia.
De acuerdo con la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres hasta agosto suman 411 municipios de 18 entidades con alerta de la violencia de género.
Se debe avanzar hacia la creación de contralorías de las alertas de violencia de género, establecer indicadores y medidas de impacto, así como su periodicidad de inicio y término porque los informes que entregan los estados, son abstractos, sin acciones concretas.
El mecanismo de la alerta de violencia de género es reconocido como una buena práctica, pero se debe avanzar para que sea un transformador de las condiciones de violencia que viven las niñas, adolescentes y mujeres en nuestro país.