CRIMEN Y CASTIGO
Literatura de la UNAM, ¿en riesgo de desaparecer?
Incertidumbre y preocupación han provocado los últimos movimientos en la Dirección de Literatura de la UNAM. La aplaudida gestión de la novelista Rosa Beltrán, que terminó en enero, se ha visto seguida por señales confusas y amenazantes. En primer lugar, cuando Anel Pérez asumió la dirección de esta área, se anunció un cambio de nombre a la entidad, que ahora se pasa a llamar Dirección de Literatura y Fomento a la Lectura. Esta mutación, nos cuentan, levantó bastantes cejas por la confusión a que se presta pensar que la promoción de la lectura sólo se puede apoyar en obras literarias (y no también en libros de otras disciplinas, como las ciencias, la historia, etcétera), lo que iría en contra de lo que muchos especialistas en el campo de la lectura recomiendan. Y, por otro lado, este cambio es visto con inquietud debido a que, nos informan, Anel Pérez ha manifestado que su único interés es la promoción lectora, dejando ver por lo demás un muy bajo conocimiento de la materia literaria. Pero el temor, nos dicen, no termina ahí, pues a la escena ha entrado la cuentista Socorro Venegas, directora de Publicaciones y Fomento Editorial, quien, ante la pasividad de Anel Pérez, se ha presentado al personal de la Dirección de Literatura para anunciarles que ahora ella será su nueva jefa, y que será ella quien decidirá sobre el presupuesto de la Dirección de Literatura para cualquier publicación. ¿Con base en qué sustento jurídico se hacen estos enjuagues? Nadie sabe, ni siquiera el personal sindicalizado, que suele estar mejor enterado que el mismo rector Enrique Graue. ¿Sabrá Jorge Volpi, coordinador de Difusión Cultural, lo que se traen entre manos Venegas y Pérez? ¿Quedará algo de la Dirección de Literatura que hemos conocido?