El INBAL, ¿en contra de los escritores indígenas?
En 2018 el INBA introdujo una muy esperada modificación en las convocatorias de los premios Bellas Artes de literatura, con la que se permitió por vez primera concursar a obras escritas en cualquier lengua indígena nacional, cuando antes sólo se permitía en castellano. Consecuentemente, ese año fueron invitados a participar en los jurados de los distintos galardones voces indígenas de trayectoria reconocida, como Kalu Tatyisavi, Yásnaya Aguilar, Jorge Cocom Pech, Pergentino José, Sol Ceh Moo y Mikeas Sánchez, entre otros. Sin embargo, eso es cosa del pasado. Como hechos son amores, queda claro en los hechos, nos dicen, que, fuera del discurso bienintencionado, para Leticia Luna, coordinadora nacional de Literatura del INBA, la literatura mexicana en lenguas indígenas no existe. ¿La razón? A principios de febrero se anunció el resultado del Premio Aguascalientes de poesía, que recayó en la joven autora Elisa Díaz
Castelo. El problema, nos hacen ver, no está ahí, sino en la conformación del jurado: los tres integrantes son poetas en español. A partir de ese ejemplo, varios autores en lenguas indígenas se pusieron a hacer las cuentas, y el saldo que hallaron es vergonzoso. Luna, quien tomó posesión en junio pasado, estuvo a cargo, nos señalan, de integrar los jurados luego del desafortunado episodio de la apertura de plicas que provocó la salida de su antecesora, Cristina Rascón. Salvo en el Premio Bellas Artes de Literatura en Lenguas Indígenas (donde ya sería el colmo que no hubiera inclusión), en todos los demás 20 premios convocados por el INBA en 2019, ni un solo autor indígena fue considerado para la labor de dictaminación de las obras participantes. ¿Así o más claro el desprecio de Luna por quien no escriba en castellano? Aunque 2019 fue el Año Internacional de las Lenguas Indígenas, ni Leticia Luna, ni mucho menos su jefa Lucina Jiménez, parecen haberse enterado.