Perdido, el Chucky Lozano

Más allá de las picantes declaraciones de Genaro Gattuso (por cierto, uno de mis grandes ídolos en la cancha), al ya no considerar —palabras más, palabras menos— al atacante mexicano Hirving Lozano, surgen de nuevo teorías, porque quien era una gran promesa para el futbol italiano, está lejos de luchar por un puesto titular.

Es cierto que al técnico, en su paso por el Milan, le gustaban más jugadores con mayor corpulencia, ese era sello en las batallas que ejecutaba, pero al ser DT y tratar de rescatar un barco que estaba planeado para competir por el Scudetto de Italia, busca poner orden y disciplina, algo que ni el mismo Carlo Angelotti logró con el cuadro napolitano.

Pero el tema de los técnicos —me parece— pasa a un segundo plano y provoca la reflexión directa del verdadero nivel de nuestros futbolistas cuando reciben las grandes oportunidades. Ahí llevamos atorados un rato.

Es un hecho que el otrora jugador del Pachuca se comió la Liga holandesa, como también es un hecho que en Italia —cuando empezaba a competir ante la triple lucha deportiva en el Nápoli y tenía muchos minutos— llegó el nuevo técnico y su bajón de juego y las pocas oportunidades hicieron que hoy esté descartado.

Duele entender que, más allá de cosas extracancha, no se sepa competir.

¡Bienvenidos, bienvenidos! A la pregunta forzosa para entender cuál es el verdadero nivel de nuestro querido

Chucky Lozano.

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