Sin rastro de Covid-19 en crucero Meraviglia
••• Cozumel.— El crucero Meraviglia, de la naviera Mediterranean Shipping Company (MCS), estaba anoche atracado en Cozumel con pasajeros y tripulación sin poder bajar y con temor entre la población de la isla a un contagio de coronavirus. Por la noche se informó que ya tenían la autorización para desembarcar.
El barco, con sus 5 mil 600 pasajeros, atracó ayer a las 07:00 horas. Durante todo el día el tema del desembarco de tripulación y pasaje generó expectación entre la población de la isla.
Los resultados de los estudios practicados a un tripulante y a una pasajera —una joven francesa de 13 años con síntomas de infección respiratoria aguda—, descartaron que se trate de coronavirus, informó la Secretaría de Salud de Quintana Roo (Sesa). Sin embargo, la titular de Salud estatal, Alejandra Aguirre Crespo, detalló que se debía determinar qué tipo de afección respiratoria padecen, antes de permitir el desembarque. Anoche se confirmó que la joven y el tripulante tienen influenza,.
Por la mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que por razones humanitarias se permitió el arribo del Meraviglia y agregó que “si se detecta un caso [de coronavirus entre los pasajeros del barco] se atiende, tenemos información que no hay esa posibilidad, pero es una cuestión humana”.
De acuerdo con el itinerario original, el crucero debía permanecer en el muelle de Punta Langosta hasta las 18 horas de ayer, pero se autorizó su permanencia hasta hoy.
El temor a la posibilidad de que los pasajeros desembarquen y alguno tenga el Covid-19, que ha dejado un saldo global de 2 mil 858 decesos, llevó a empleados de una tienda de artesanías en la terminal de cruceros de Punta Langosta a uniformarse con cubrebocas y guantes. “No sé si en otras tiendas lo estén haciendo, pero nosotros estamos tomando medidas de precaución porque en dado caso que lleguen las personas a bajar del crucero, no nos vayamos a contagiar de influenza o de otra cosa que tengan los pasajeros”, dice Amairani, quien tiene cuatro días de haberse incorporado al establecimiento que oferta todo tipo de souvenirs.
Cozumel está así entre el temor a la enfermedad y la necesidad de recibir a los turistas, que son la base de su sustento. Fabián, de 32 años, lo sabe muy bien. Al igual que Amairani, se queja de que ninguna autoridad ha acudido para rendir un informe o mostrarles las medidas preventivas a seguir en ese centro comercial que alberga tiendas, cafeterías, restaurantes y bares, y es el primer contacto que tienen los turistas de cruceros con Cozumel. La presencia del Meraviglia, además de generar temor, se ha vuelto un espectáculo. La naviera hizo saber que, de ser autorizados, las y los pasajeros bajarán este viernes y luego zarparán.