Raúl Rodríguez
Todo apunta a que una prisión mexicana sea el próximo destino del dueño de Altos Hornos de México (AHMSA), Alonso Ancira Elizondo y del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin.
España autorizó ayer la extradición del empresario acerero acusado por la justicia mexicana de los delitos de lavado de dinero, cohecho y fraude, relacionados con el escándalo internacional de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht. Eso marca la ruta a seguir con el exdirector de Pemex, también detenido allá y sometido a proceso de extradición por los mismos delitos.
La Sala de la Audiencia Nacional española que lleva el caso rechazó el amparo que el empresario solicitó contra la extradición por considerarse un perseguido político. Todavía puede recusar la resolución y, si ese último recurso es denegado, esperar a que el Consejo de Ministros del gobierno español avale su entrega a la justicia mexicana.
Alonso Ancira Elizondo fue detenido hace exactamente un año en la Isla de Palma de Mallorca donde, ya prófugo de la justicia, residía en una mansión de lujo. Estuvo en prisión hasta el 28 de junio del año pasado cuando obtuvo libertad bajo fianza mediante el pago de un millón de euros. De entonces a la fecha está sometido a medidas cautelares como el retiro del pasaporte y la prohibición expresa de salir del país. Fuentes de la judicatura española no descartan que Ancira sea llevado nuevamente a la cárcel hasta que se concrete su extradición.
El propietario de AHMSA fue denunciado por la oficina legal de Pemex “por una serie de delitos que motivaron un grave daño patrimonial a esa empresa del Estado”.
En 1991, durante la fase más intensa de la privatización de empresas públicas en el gobierno de Carlos Salinas , AHMSA fue adquirida por Ancira. Al año siguiente, la también pública Fertilizantes Mexicanos (Fertimex) fue vendida a Fabio Covarrubias y Rogelio Montemayor, quien había sido director de Pemex. Al cabo del tiempo, Ancira y Montemayor se asociaron y Fertimex fue renombrada Agro Nitrogenados (Pro Agro) y Fertinal.
En 2014, ya con Emilio Lozoya Austin como director de Pemex, su filial PMI Comercio Internacional compró Pro Agro. AHMSA vendió esa planta valuada en 50 millones de dólares a un precio presuntamente sobrevalorado de casi 500 millones. Un mes después de esa adquisición, AHMSA transfirió más de tres millones 700 mil dólares a las cuentas de Grangemouth Trading Company, firma offshore de la constructora Odebrecht y presuntamente vinculadas al exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin.
Éste fue detenido el 12 de febrero pasado en Málaga y sigue en Madrid su proceso de extradición a México del que también se espera una pronta resolución.
La historia de Ancira Elizondo, por lo demás, no ha sido del todo transparente. En 1999, ocho años después de su privatización, AHMSA se declaró en suspensión de pagos, la mayor de carácter privado en toda América Latina, con una deuda de dos mil 300 millones de dólares. En medio de aquella crisis atizada por la caída internacional del precio del acero, fue acusado de fraude fiscal por la Secretaría de Hacienda. Huyó del país con su familia y se ocultó en Tel Aviv, Israel, desde donde operó el rescate de su compañía.
Se ha abierto la puerta para la extradición de Ancira y detrás de él, muy probablemente, la de Lozoya Austin, lo que lleva la lumbre a los aparejos del exsecretario Luis Videgaray y a los de su jefe el expresidente Enrique Peña Nieto. ¿Veremos por fin hechos contundentes del combate a la corrupción? •