Cultura ¿responde?
Ha pasado más de un mes desde que se publicó el decreto que, entre otras cosas, ordena a la administración pública no ejercer el 75% del presupuesto a gastos como servicios generales y materiales suministros, y hasta ahora sólo Diego Prieto, director del INAH, ha informado que el Instituto redujo 750 millones de pesos y que por el cierre de museos y zonas arqueológicas no han podido captar alrededor de 500 millones. Ni la Secretaría de Cultura ni el INBAL han ofrecido sus ajustes presupuestales, pero todos los funcionarios culturales han insistido en que no habrá despidos, incluidos los de Capítulo 3000. Sin embargo, sus dichos no han podido parar la rumorología sobre cientos de contratos no renovados ni el miedo a la pérdida de empleos. El Frente Amplio de Trabajadores de Arte y Cultura de México, en cuyas filas hay miembros muy destacados, publicó ayer un duro mensaje en el que cuestiona las decisiones en torno al Fonca y su integración a la estructura orgánica de la Secretaría, así como la fusión de Foprocine y Fidecine; además asegura que se están esfumando los empleos para el sector y que de plano desaparecerá el capítulo 3000 que les da empleo a miles de personas. “Alguien nos quiere desparecer”, zanjó el Frente. Hay muchas dudas y mucha incertidumbre en la comunidad, por ejemplo, tras el recorte ¿para qué sí alcanza y para qué ya no? La Secretaría sólo ha atinado a lanzar una iniciativa que llamó #CulturaResponde que, a tres semanas de su existencia, nadie sabe ni qué le han preguntado ni qué ha respondido. Si bien el eslogan institucional es “A un mail de distancia”, ¿por qué no son públicas las preguntas y las respuestas? Si hay respuestas ¿por qué no han podido dispersar las inquietudes?