Las academias enseñarán a los jóvenes las nuevas normativas
Bats que golpean pelotas, pelotas que golpean manoplas, saliva que se arroja con trozos de semillas, manos que chocan en el aire, son parte de los sonidos típicos del beisbol, algunos en peligro de extinción de acuerdo con las nuevas pautas para jugar en el mundo Covid-19.
En San Bartolo Coyotepec, un pequeño poblado en el centro de Oaxaca, se encuentra la Academia Harp Helú, donde se formaron la mayoría de los jugadores mexicanos con un estreno reciente en Grandes Ligas, y que a partir de septiembre de este año servirá como taller para moldear la nueva normalidad de costumbres.
Mientras que en los equipos de Liga Mexicana de Beisbol (LMB) se preocupan por erradicar en unas cuantas semanas las manías que por años han hecho los peloteros profesionales, en la Academia trabajarán por sembrar en su sistema de granjas la nueva semilla.
Los pitchers no sólo recibirán consejos sobre sus lanzamientos o sus movimientos en la loma, también
El Gobierno australiano no renovará el estadio olímpico de Sidney, por la crisis sanitaria. serán corregidos cada vez que ensaliven la pelota o se toquen la cara para desprenderse del sudor.
“Ya leímos el manual que está estableciendo LMB para jugar durante la pandemia y nosotros lo vamos adoptar. Ya no se permitirán las semillas de girasol para que no las escupan, el tabaco ya estaba prohibido. Todas estas nuevas normativas las llevaremos con los jóvenes”, declaró Jorge del Valle, director de la Academia Alfredo Harp Helú.
Con un presupuesto de 12 millones de pesos al año, este centro de formación que lleva el nombre del dueño de los Diablos Rojos del México y Guerreros de Oaxaca, operará en el nuevo comienzo con el 50 por ciento de la capacidad para crear espacios necesarios para la sana distancia de 25 juveniles. En las habitaciones que usualmente eran para cuatro residentes, ahora aceptarán solamente a un par.
El regreso escalonado dará prioridad a los peloteros con un futuro más cercano al profesionalismo.
Antes de ingresar al internado, cada jugador será sometido a un examen de Covid-19, y la estancia hasta fin de año será monitoreada por personal de salud.
Debido a que la Academia abrirá hasta septiembre para formar, sus instalaciones podrán ser utilizadas por los Diablos Rojos y los Guerreros en la pretemporada.