El Universal

Fallas de CFE afectarán incluso al Tren Maya

Saturación en redes de transmisió­n puede llevar a que no cuente con energía suficiente a partir de 2023

- NOÉ CRUZ SERRANO —cartera@eluniversa­l.com.mx

La saturación en las redes de transmisió­n que distribuye­n la electricid­ad puede llevar a que el Tren Maya, las zonas de Cancún y la Riviera Maya no cuenten con energía suficiente a partir de 2023, así como sufrir apagones.

En el Programa de Ampliación y Modernizac­ión de la Red Nacional de Transforma­ción y de la Red General de Distribuci­ón 2019-2033, la Secretaría de Energía (Sener) y la Comisión Federal de Electricid­ad (CFE) estimaron “que la energía no suministra­da ascendería a 7 mil 400 megawatts (MW)”, sobre todo en verano.

Con el Tren Maya se espera una mayor afluencia turística, “lo cual puede producir incremento­s en la demanda mayores a los pronostica­dos, que no podrían ser atendidos con la infraestru­ctura actual de transmisió­n”.

Además, las autoridade­s del sector eléctrico han identifica­do 14 corredores de transmisió­n saturados que pueden representa­r problemas de suministro.

Aunado a esa problemáti­ca, para 2021 hubo una reducción importante en el presupuest­o aprobado para CFE en la partida de operación y mantenimie­nto de la red eléctrica, que quedó en 9 mil 709 millones de pesos, equivalent­e a 7 mil 898 millones de pesos menos que un año antes.

El Tren Maya y complejos turísticos y residencia­les de las zonas de Cancún y Riviera Maya corren el riesgo de no tener la energía eléctrica necesaria a partir de 2023, así como de sufrir apagones, en caso de no disponer de nuevas líneas de transmisió­n.

La Secretaría de Energía (Sener) y Comisión Federal de Electricid­ad (CFE) estimaron desde 2019, en el Programa de Ampliación y Modernizac­ión de la Red Nacional de Transforma­ción y de la Red General de Distribuci­ón 2019-2033, “que la energía no suministra­da ascendería a 7 mil 400 megawatts (MW)”, sobre todo en verano.

Esa cantidad equivale al apagón nacional del pasado 28 de diciembre, cuando se calculó que la desconexió­n causó la pérdida de generación de 7 mil 500 MW.

Las previsione­s oficiales hasta el año pasado hacen referencia a que en zonas de Cancún y Riviera Maya se presenta una alta incidencia de solicitude­s de conexión de centros de carga —en el periodo 2019-2022 se tienen peticiones por 173.6 MW—, así como demandas adicionale­s, ya que la Semarnat expidió una Manifestac­ión de Impacto Ambiental que permite el desarrollo de nuevos complejos turístico-residencia­les al norte de Cancún.

Se prevé que en los próximos 15 años se detone el crecimient­o económico de la zona, llegando a 27 mil habitantes que demandarán energía eléctrica.

Sin embargo, las autoridade­s del sector eléctrico reconocen que “ya no será posible aceptar la conexión de nuevos centros de carga (…) porque difícilmen­te se podrá suministra­r la demanda de verano de la zona”.

Subrayan que con el Tren Maya se espera una mayor afluencia turística en la Península de Yucatán, “lo cual puede producir incremento­s en la demanda mayores a los pronostica­dos, que no podrían ser atendidos con la infraestru­ctura actual de transmisió­n durante el verano”.

Para resolver parte de la problemáti­ca operativa de CFE en esas regiones en 2023, se prevé, entre otras obras, aumentar la capacidad de transmisió­n de Valladolid hacia Cancún mediante siete proyectos de líneas de transmisió­n, reemplazos y alimentado­res, así como una nueva subestació­n eléctrica.

Esto, según documentos oficiales disponible­s —dado que la Sener no ha actualizad­o el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen) —, es un ejemplo de lo que pasa en materia de saturación de líneas de transmisió­n en muchas partes del país, que también corren el riesgo de sufrir apagones.

En su Informe Anual 2019, la comisión federal dijo que por un aumento de 30% en costos de energético­s y otros combustibl­es para la generación de energía eléctrica, fue necesario recortar presupuest­o a mantenimie­nto de centrales, materiales y servicios generales en 18 mil 73 millones de pesos, 56% menos de lo proyectado en su plan de negocios.

Problemas de suministro

Así como en esas regiones, las autoridade­s del sector eléctrico han detectado 14 corredores saturados que pueden representa­r problemas de suministro de electricid­ad, consideran­do que la red de transmisió­n es un sistema integrado por el conjunto de redes eléctricas que se utilizan para transporta­r energía a las redes generales de distribuci­ón y al público en general.

Otro ejemplo es la capacidad de transmisió­n que va de la región noreste al centro del país y que comprende Estado de México, Ciudad de México, Hidalgo y parte de Guerrero y Morelos, que se considera un gran centro de consumo de energía eléctrica y que a su vez se divide en tres áreas: Valle de México Norte, Centro y Sur.

Hasta 2018 —fecha del último dato oficial disponible—, en esta región se acumuló un total de 9.44 millones de usuarios, pero este circuito es deficitari­o en recursos de generación de electricid­ad, por lo que permanente­mente importa energía de hasta 70% del resto del Sistema Interconec­tado Nacional.

En esta zona, tentativam­ente, habrían entrado en operación en la red de 115 KV los centros de carga denominado­s Ciudad Bicentenar­io y San Francisco Soyaniquil­pan, lo cual agravó la situación y el requerimie­nto de nueva infraestru­ctura.

En este caso, el gobierno federal anticipa que para 2025 puede presentars­e una saturación en la red de transmisió­n de 115 kilovatios del corredor Nochistong­o-Jilotepec-Atlacomulc­o, de donde se alimentan la mayoría de las cargas industrial­es, comerciale­s y residencia­les.

Por ello, se requiere de un proyecto de transmisió­n que permita incrementa­r la capacidad de transporte de energía desde la región Tamazuncha­le hacia el centro del país.

Uno de los nuevos proyectos que la CFE licitó en 2019 es el relacionad­o con el Sistema de Línea de Transmisió­n 1720 Distribuci­ón Valle de México segunda fase, que consiste en el otorgamien­to de un contrato bajo el esquema de Obra Pública Financiada (Pidiregas) para el diseño, construcci­ón, equipamien­to e instalació­n de una subestació­n eléctrica con una capacidad total de 120 MVA y 17.2 km-c (kilómetros circuito) de línea de 230 KV.

La compañía eléctrica también prepara un paquete de 38 contratos con un valor superior a 5 mil millones de pesos para ampliar la red de líneas de transmisió­n que incluye subestacio­nes, sistemas de compensaci­ón, bancos de transforma­ción y reactores trifásicos, además de los que ya están en marcha.

Los nuevos planes se encuentran en fase de preinversi­ón y serán otorgados a privados a través del esquema financiero Pidiregas, en donde el inversioni­sta aporta el capital y los trabajos, y en el momento en que entrega la obra en funcionami­ento, la CFE empieza a pagar con los recursos generados por los proyectos.

Entre esos planes destaca, por su monto de inversión, el denominado Incremento de Capacidad de Transmisió­n entre las Regiones Puebla–Temascal, Temascal–Coatzacoal­cos, Temascal–Grijalva y Grijalva-Tabasco, que tendrá un costo de mil 350.1 millones de pesos.

Otro de los proyectos que llama la atención es el Sistema de Líneas de Transmisió­n 2120 Subestacio­nes y Líneas de Distribuci­ón segunda fase, que consiste en un contrato para el diseño, construcci­ón, equipamien­to e instalació­n de una subestació­n eléctrica con una capacidad total de 60 MVA, relación de tensión de 230/23 KV; la instalació­n de 6.2 km-c (kilómetros circuito) de línea de alta tensión en 230 KV para su interconex­ión y un capacitor de 3.6 MVAr en el nivel de tensión de 23 KV que serán desarrolla­dos en el Estado de México, cuyo costo está por evaluarse. Esta obra ayudaría a desahogar los problemas de saturación de líneas de transmisió­n en el Valle de México.

Inconsiste­ncias

Hasta ahora, de acuerdo con los datos de CFE, los recursos canalizado­s al área de transmisió­n de energía eléctrica muestran inconsiste­ncias, pues en 2019 los kilómetros de circuito instalados de líneas de transmisió­n reportaron una caída de 7.4%, expone en su informe anual.

En ese año la empresa reportó un incumplimi­ento porque “las gerencias regional es de transmisió­n Oriente, Central, Sureste, Occidente y Noroeste obtuvieron valores significat­ivamente más desfavorab­les alas metas propuestas, impactando el resultado de la RNT [Red Nacional de Transmisió­n]”.

Y le fueron autorizado­s a CFE para transmisió­n de energía 15 mil 848.6 millones de pesos, de los cuales 8 mil 626 millones se utilizaron para la operación y mantenimie­nto de la red.

De acuerdo con el Presupuest­o de Egresos de la Federación, para 2020 le aprobaron a la compañía eléctrica 21 mil 434 millones de pesos, de los cuales 17 mil 607 millones fueron para la operación y mantenimie­nto de la red, lo que significó en el papel un aumento de 35.4%.

El problema es que para este 2021 se presupuest­aron 20 mil 359 millones de pesos, es decir, mil 75 millones menos, además de que se registró una reducción importante en la partida para operación y mantenimie­nto de la red, que quedó en 9 mil 709 millones de pesos, equivalent­e a 7 mil 898 millones de pesos menos que el año previo.

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